El Madrid golea a Al-Ahly y avanza a la final del Mundial de Clubes (1-4) | OneFootball

Este miércoles no hubo sorpresas en el Mundial de Clubes. El Real Madrid avanzó a la final del torneo gracias a su goleada ante un combativo Al-Ahly que, más allá del resultado, dio pelea hasta el tramo final (1-4). La primera parte fue muy entretenida, con ocasiones para ambos equipos y un error defensivo de los egipcios como la clave para romper el cero en Rabat.

En el minuto 42, Vinicius Jr. aprovechó un despeje fallido del central Mahmoud Metwalli para encarar y definir con un globito ante la salida de Mohamed El-Shenawy. El defensor calculó mal un balón cedido de cabeza por su compañero Mohamed Abdelmonem, dejando servido el gol a un Vini que ya había desperdiciado una clarísima minutos antes. También la había tenido Rodrygo, quien remató al costado del arco después de una buena jugada individual por izquierda.

También había avisado Al-Ahly con un remate del extremo Hussein El Shahat que exigió al portero Andriy Lunin. Con el 0-1 se fueron al descanso, pero Fede Valverde encaminó la victoria en la primera jugada del complemento, aprovechando un rebote de El-Shenawy a un potente remate de Rodrygo para definir a puerta vacía. La segunda parte parecía tranquila para los 'merengues', pero un penalti de Camavinga sobre El Shahat devolvió a los egipcios al partido.

El lateral izquierdo Ali Maaloul convirtió la pena máxima en el 65' y el Al-Ahly se lanzó a por el empate. Mohamed Magdy tuvo una clarísima en el 70', desperdiciando un centro de El Shahat con un remate de primera que se marchó alto. Maaloul exigió a Lunin nueve minutos después, justo cuando Carlo Ancelotti acababa de realizar su primer cambio: Dani Ceballos en lugar de Toni Kroos.

La pegada del Madrid resolvió el partido

Los egipcios parecían más cerca del empate hasta que el colegiado uruguayo Andrés Matías Matonte sancionó un penalti sobre Vinicius en el minuto 88. Al-Ahly se había volcado al ataque y el brasileño fue derribado en el área en una falta que no admitió dudas. Luka Modric se encargó de patear, pero El-Shenawy adivinó el costado y atajó el remate del croata.

En el descuento, una gran pared de Rodrygo con Dani Ceballos acabó en gol del brasileño para sentenciar el triunfo blanco. Antes de culminar el añadido, el recién ingresado Sergio Arribas puso el 1-4 con un zurdazo cruzado en el único balón que tocó. Resultado abultado y engañoso, pero merecida clasificación para un Madrid que, a falta de juego, apostó por su mejor arma: la pegada. El sábado, les espera el sorpresivo Al Hilal saudí en la final.