
La Galerna
·15 de julio de 2021
El increíble Hulk o La Masa salarial

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·15 de julio de 2021
Yo cada vez que oigo “la masa salarial” me acuerdo de Hulk. Es como si le hubieran enfadado, al doctor Bruce Banner, y en vez de como un gigante verde hubiese aparecido como un concepto gigante imposible de contener. Los cortesanos culés se han pasado tanto tiempo haciendo la corte sin medida que cuando ha aparecido este fenómeno contable, propio de la evolución, no han sabido responder mayormente con contabilidades, sino con la jerigonza habitual.
Menos mal que llegó Ramón Álvarez de Mon (“Padrón” para la corte) para dejarles con la boca abierta. A mí Ramón me recuerda un poco a Galileo. A Ramón le han querido (y le quieren) los cortesanos llevar a la hoguera, pero la fuerza de su razón actúa como un capón cada vez que a alguno se le ocurre abrir la boca sin argumentos. A la ola imparable de sobrenombres podríamos añadirle el de “Capón Álvarez de Mon”.
Hay que tener cuidado con la masa salarial, no se vaya a enfadar más. Parece ser que los cortesanos van por ahí diciendo que la renovación de Messi (siguen sin entender o no querer entender que no puede ser una renovación) está al caer porque Cuchitini ha decidido rebajarse el salario en más de un ¡cincuenta por ciento!, y con él como ejemplo buena parte de los jugadores más importantes del Barcelona.
A eso le llaman liberar masa salarial, que a estas alturas suena un poco como a soltar ventosidades, y puede que en realidad sea básicamente eso. Yo me temo que con todos estos jueguecitos la masa salarial acabe enfadándose de verdad. De hecho, Ramón continúa dando capones como un profesor de los ochenta entre las filas de alumnos alelados que no son capaces de repetir lo que acaba de decir.
Baste como ejemplo el capón con efecto que le ha propinado a Carlos Fité (de RAC1: “La centrada, la rematada y el gol”), a quien cortésmente le recordaba el artículo 100 y la regla del 25% y además le indicaba, también cortésmente, que estaba describiendo un fraude de ley al afirmar que Cuchitini no cumpliría el contrato, pero lo cobraría. En este plan se mueven las cosas entre la corte soliviantada, a la que le estalla la cabeza de imaginar que el Barsa pueda (y deba) prescindir de Messi para seguir adelante.
Messi es para el Barcelona como el peso con el que sepultaban a Los Muertos (hay un lirismo ahí, no joyceano, sino más bien palurdo) en alta mar. Los cortesanos a la deriva se resisten a comprender que Cuchitini los lleva directamente al fondo del océano, de igual modo que se resisten a comprender lo que significa la masa salarial y, sobre todo, limitarse a ella. Es lo que tiene no haberse (ni haberles) limitado nunca hasta que la masa salarial precisamente, el increíble Hulk, ha despertado.
Fotografías: Imago