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·3 de enero de 2025
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La creciente profesionalización del fútbol femenino ha traído consigo un aumento en la cantidad de partidos disputados por las jugadoras, especialmente en Europa, donde las competiciones son más largas y exigentes. España se ha convertido en uno de los países con mayor carga de partidos, y su liga, la Liga F, destaca por la cantidad de encuentros en su temporada regular, con 30 partidos, muy por encima de otras ligas como la WSL inglesa o la NWSL en Estados Unidos.
Mariona Caldentey es la jugadora que más partidos disputó la temporada pasada, con 64 encuentros entre su equipo, el Barcelona, y la Selección Española. Si sumamos el año natural, Mariona termina con 65 partidos jugados, lo que demuestra la intensa carga a la que está sometida. A esta cifra se suman otras jugadoras destacadas como Athenea, Aitana Bonmatí y Ona Batlle, que también acumulan un gran número de encuentros.
El aumento de competiciones internacionales, como la Champions League, la Nations League o la Concacaf, también contribuye a la sobrecarga de partidos. Las futbolistas que juegan en equipos punteros de Europa son las que más partidos juegan, con algunas incluso sin apenas tiempo para descansar entre competiciones. Este ritmo acelerado comienza a tener efectos negativos en la salud de las jugadoras, con un aumento de lesiones y un desgaste físico notable