El Granada suma talento e ilusión renovada | OneFootball

El Granada ha dado su primer paso en la reconstrucción de su plantilla con un movimiento que no deja indiferente a nadie. No se trata de una incorporación exótica ni de un fichaje de renombre internacional. Se trata del regreso de un talento de la casa. Es Pablo Sáenz, que vuelve tras una cesión brillante en tierras manchegas.

Durante su estancia en el Albacete, el joven centrocampista no solo ha sumado números, ha construido argumentos. Con 5 goles y una asistencia en 16 partidos, Sáenz ha dejado claro que está listo para asumir galones. Su fútbol ha sido vertical, maduro, atrevido. Ha sabido ser pausa y vértigo. Ha sabido mandar.

Una cesión que lo ha cambiado todo

La afición del Carlos Belmonte lo despidió con aplausos sinceros. Y eso no ocurre todos los días. Pablo se ha ganado el respeto de una grada exigente gracias a su capacidad para decidir partidos y aparecer cuando el equipo más lo necesitaba. No solo han sido sus cifras, han sido sus sensaciones.

Con este regreso, el Granada encuentra algo más que un refuerzo. Recupera a un jugador en plena evolución, con confianza y hambre. Un jugador que ha demostrado que puede marcar diferencias en una categoría tan compleja como LaLiga Hypermotion.

El regreso de una promesa encendida

No es fácil volver al lugar del que uno salió como promesa sin haber triunfado aún en casa. Pero lo que trae Pablo Sáenz en su mochila no es duda, es ilusión. Su madurez futbolística y mental lo convierten en una apuesta firme para el nuevo proyecto nazarí.

Foto: Diario Marca

El club lo sabe. Por eso, su regreso no se ha producido como un trámite. Regresa como un movimiento con intención. Pablo ha vuelto para quedarse. Para ganarse un sitio y devolverle al Granada parte de la esencia que siempre ha caracterizado a los suyos: el talento que florece dentro.

Una chispa para encender al Granada

El camino es largo, y el reto, mayúsculo. Pero toda reconstrucción necesita una chispa. Y puede que la del Granada comience con este retorno. Pablo Sáenz no solo suma, contagia. No solo juega, inspira. Y eso, en un vestuario que busca identidad, es oro puro.

Habrá que esperar para ver cómo encaja en la nueva versión del equipo. Pero de momento, el primer paso ya está dado. Y es un paso con alma. Un paso que invita a creer.