El gran esperpento de cada año en Orriols | OneFootball

Este partido se ha dibujado mil y una noches en el Ciutat de Valencia. Jornada vitalicia, marcada en rojo para el desenlace del curso, y el Levante UD se encarga de firmar un gran esperpento en forma de derrota y fiasco. Aunque no hay rival pequeño, el más humilde de la categoría sacó los colores en Orriols.

- Los goles de Eneko Jauregi y Unzueta dan la victoria contra el Levante UD (@A. Benetó | LUD) -

Nuevamente, el verdugo copero fue más inteligente. Una buena cura de humildad sirvió laSD Amorebieta. Primero, a aquellos que pensaban que tras ganar al Real Zaragoza ahora iba a ser camino de rosas. Segundo, a un Felipe Miñambres sobrepasado como entrenador y que interpretó mal todas y cada una de sus decisiones. Y tercero, para unos futbolistas que deben entonar su "mea culpa", salvo los mismos nombres de últimas jornadas.

Otra vezDela y Álex Muñoz se encargaron de firmar más ocasiones ofensivas y de peligro que el centenario Dani Gómez. Para celebrarlo, se asentó en su hábitat natural: siempre en fuera de juego. Pero para ofensivo, el planteamiento del técnico granota. De vuelta a los dos delanteros, el toma y daca de la primera parte se saldó milagrosamente con un 0-0 y a la vuelta la mala gestión de tiempos y desatenciones se cobró con una remontada en contra.

Se dice que en cada butaca se sienta cada uno de los falsos entrenadores sin carnet que existen. Pero una buena parte de ellos vieron este sábadolos errores que Miñambres ignoró (o no supo ver). Fabrício Santos en banda no es un cuarto de amenaza de lo que supone actuar arriba. Y el Levante no se puede permitir el lujo de prescindir de inicio de Carlos Álvarez, más en un partido donde sabes que tu rival va a ser tan conservador.

Sin saber cómo,Pablo Martínez abrió el marcador para el Levante con un golpe seco desde la frontal. Rápidamente, la ley del ex se cumplió con Eneko Jauregi castigando. Y ya agonizando el partido, el recién ingresado Unzueta se firmó una acción individual digna de Messi, para dar el triunfo a su equipo y dejar en silencio a los más de 17.000 levantinistas presentes.

Segunda División, aunque cada uno juegue sus cartas. Un Amorebieta al que le parecía valer el empate desde el pitido inicial, pero con pegada y que a la mínima que puede castiga. El cuadro vasco lo supo aprovechar mejor, con todas las de la ley, como hace un año el Ibiza o el Mirandés. Ya se sabe cómo terminó el cuento. ¿Game over?