El futbol y la Revolución Islámica de Irán | OneFootball

El futbol y la Revolución Islámica de Irán | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: El Nueve y Medio

El Nueve y Medio

·13 de febrero de 2020

El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

خوش آمدی! حال تو چطوره؟ (Khosh omadí! Hâl-e tu cheturé?) No, no es árabe en lo que he escrito, sino que es persa. Este idioma recibió muchas palabras del primero, aunque es más parecido al inglés, al ruso y hasta nuestro idioma. Debo confesar que este es uno de mis idiomas favoritos. Espero que estés muy bien. La semana pasada terminamos nuestro viaje por Sudamérica para ver el secreto del gran nivel de jugadores de Surinam. Ahora regresamos un momento al continente asiático, a uno de mis países predilectos, Irán. Vamos a nuestra siguiente parada.

Recomendación musical 1

La música iraní es bastante singular: vestigios de un imponente Imperio Persa mezclados con influencias árabes y de Asia Central, voces que reflejan una poesía inigualable desde los tiempos de Hafez de Shiraz (حافظ شیرازی, Hâfez Shirâzi) o de Omar Khayyâm (عمار خیام), diferentes escalas musicales… bastante interesante. La recomendación de esta semana es de Parviz Meshkatian (پرویز مشکاتیان); la melodía se llama “Moghadameh bidad” (مقدمه بیداد), y puedes escuchar instrumentos como el ney (نی), el santour (سنتور) y el setar (سه‌تار).


OneFootball Videos


Vamos al tema de esta semana.

Revolución en riesgo

Este año empezó movido por la baja del general iraní Qassem Soleimani (قاسم سلیمانی) a manos de fuerzas armadas de Estados Unidos en el aeropuerto de Bagdad, Irak. Durante las primeras semanas del año los ánimos se calentaron en el Medio Oriente, con amenazas del régimen iraní para hacer daño al enemigo encarnado en Estados Unidos.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Por otra parte, el Presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció que dicho asesinato fue en represalia a un ataque de milicias iraníes hacia un convoy estadounidense. El 2 de enero siguió la retahíla: un ataque hacia la embajada de Estados Unidos en Bagdad. Hubo daños materiales, ninguna baja que lamentar. Ocurrió la venganza: un ataque hacia Kataeb Hezbolla (كتائب حزب الله), con nexos con Hezbolla, que controla la política en Líbano.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Qassem Soleimani era el comandante de las fuerzas Quds (سپاه قدس, sepâh-e-ghods). Por su posición bastante cercana a los ayatolás, era básicamente el segundo hombre más importante de Irán. El régimen iraní también ha emprendido una de las campañas imperialistas más descaradas, desfondadas y grotescas del mundo: apoyó con toda su economía para que no cayera el régimen de los al-Assad en Siria, financió a grupos paramilitares en Irak, metió sus narices en la guerra civil de Yemen, apoyó a fuerzas palestinas con Hamas y controló Líbano a través de Hezbolla. Todo por la obsesión de rodear a Arabia Saudita y a Israel. Esa es en parte la razón de todo el relajo en Siria (de eso hablaré en su momento, tranquilo). ¿Lo dudas? Soleimani se confió tanto que tuvo la imprudencia de recibir en Bagdad a Hassan Nasrallá (حسن نصرالله), el máximo líder de Hezbolla.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Este rompecabezas es mucho más complejo de lo que parece, pero aquí se han metido Rusia y China. En el caso de Rusia, la motivación ha sido plenamente obtener negocios. ¿Crees que Vladimir Putin defendería a muerte a Irán? No lo creo. Rusia no puede darse el lujo de sacar su artillería, más con los precios bajos del petróleos en estos momentos. Y el régimen iraní ha metido también sus tentáculos para sostener el régimen chavista en Venezuela (del cual hablé hace dos semanas). Además, China ahora menos puede intervenir por la pandemia del coronavirus. Este conflicto iraní también termina afectando a Pakistán, aliado incondicional de Arabia Saudita.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Una semana después de ese ex abrupto, las cosas más o menos se habían calmado. En eso, el régimen iraní cometió un error gravísimo: el 9 de enero, el avión PS752 de Ukranian Airlines había despegado del aeropuerto internacional Imam Khomeini (فرودگاه بینالمللی امام خمینی, forudgâh-e bein-ol-melalí-e, Emâm Khomeini) cuando tres meses después fue derribado con un misil Tor por parte de una unidad del Cuerpo la Guardia Revolucionaria de Irán (سپاه پاسداران انقلاب اسلامی, Sepâh-e Pâsdârân-e Enghelâb-e Eslâmi). Murieron todos los 176 pasajeros: 82 iraníes, 63 canadienses, 11 ucranianos, diez suecos, siete afganos y tres británicos. No fue un ataque intencional, según reportes. Fueron tan contundentes las evidencias que el general Amir-Ali Hajizadeh (امیرعلی حاجی‌زاده), jefe de la división aeroespacial, tuvo que asumir la responsabilidad porque habían pensado que era un misil enemigo. Esto provocó la ira del Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

¿Cuál es el contexto? El martes 11 se celebraron 41 años del triunfo de la Revolución Islámica. La baja de Soleimani no pudo llegar en un momento más bajo para el régimen porque al mismo tiempo han sucedido varias manifestaciones en contra en las principales ciudades de Irán. El pretexto fue el aumento drástico al precio de la gasolina en Irán. El error del gobierno ha sido centralizar demasiado la economía sobre el petróleo. Ni siquiera cuando Barack Obama les quitó las sanciones la economía mejoró. El dinero iba a financiar todo el proyecto expansionista iraní. El error del avionazo simplemente empeoró las cosas y la gente ahora gritaba “muerte al dictador” (مرگ بر دیکتاتور, morg bar diktâtor).

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

En estas protestas que se viralizaron el gobierno tomó la decisión de desconectar el internet en todo el país durante más de una semana. No se sabe cuántas bajas y detenciones arbitrarias hubo, pero los cálculos más pesimistas hablan de 1500 víctimas inocentes. Es cierto que hubo iraníes que lamentaron la muerte de Soleimani, pero también la mitad de la población celebró su muerte. Estos últimos días han sido tristes para las familias iraníes, pero siguen las protestas. Quieren que el régimen caiga y no descansarán hasta que ocurra.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Ante todo esto, nos preguntamos, ¿cómo ha afectado la revolución islámica al futbol en Irán?

El futbol en Irán: sus inicios

En general, el pueblo iraní ha sido bastante diestro para los deportes. Si bien eran sinónimo de fortaleza los equipos de básquetbol, taekwondo, lucha grecorromana y, sobre todo, volibol, al ser el futbol el más practicado, Irán veía una competitividad fuerte en Asia cada que había algún campeonato.

El futbol en Irán tiene una historia bastante larga: en 1898 se jugó el primer partido en suelo iraní entre soldados británicos y descendientes de armenios. En la provincia de Juzestán (خوزستان), en la frontera con Irak, se desarrolló la primera liga de este país.

En 1907, se creó la primera liga, con un creciente interés de jóvenes iraníes, maravillados con este juego. Estos pioneros incluso tuvieron que enfrentar la hostilidad de sus pares, que no entendían por qué jugaban un deporte de infieles: sufrían palizas o recibían pedradas.

Ya para 1920, año en el que se creó la Federación de Fútbol de Irán (فدراسیون فوتبال ایران, Federasiyun-e Futbâl-e Irân), empezó a aumentar la popularidad. En 1926 se armó un equipo de la ciudad de Teherán, la capital, para ir a jugar partidos en Bakú, dentro de la Unión Soviética, con resultados francamente desastrosos. Para esto, hay más azeríes en Irán que en Azerbaiyán, así que la elección del rival no era tan descabellada. Aún así, los resultados casi desvanecieron el interés por el deporte, el cual regresó con el retorno del príncipe Mohammad Rezâ Pahlavi (محمد رضا پهلوی).

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Un hombre que fue muy importante para masificar el deporte fue Hossein Sadaghiani (حسین صدقیانی), quien fue el primer jugador iraní en jugar fuera de su patria: tras estar en las fuerzas básicas del Fenerbahçe y del Rapid de Viena, tuvo una carrera en el Charleroi de la liga belga de 1930 a 1933. Fue miembro de ese equipo que fue a la URSS, y tras esa carrera en Europa, regresó para dirigir a la selección de fútbol de la Universidad de Teherán, y luego a la naciente selección de Irán, que jugó su primer partido oficial en Afganistán en 1941.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Un episodio que vale la pena recordar es la presencia de los países aliados en Irán durante la II Guerra Mundial, lo que causó la abdicación de Reza Shah en favor de su hijo Mohammad Reza Pahlavi. En 1942, la selección iraní derrotó 1-0 a una selección de las fuerzas armadas británicas, donde se encontraban jugadores de la talla de Bertie Mee, volante del Mansfield Town, y Wilf Mannion, delantero prolífico del Middlesbrough.

Irán: potencia asiática

Mientras en los años 50, el fútbol empezaba a ser el deporte más popular, los equipos de Teherán empezaban a competir palmo a palmo con los equipos de la región de Juzestán, vista como la cuna del fútbol. Eso se empezaba a reflejar en un nivel cada vez más alto de la selección iraní y en la eventual creación de una liga nacional en 1960.

Las décadas de 1960 y 1970 son vistas como una época dorada. Primero, Irán logró calificar a sus primeros Juegos Olímpicos, los de Tokio 64′, donde terminaron en último lugar y lograron un meritorio empate ante la selección mexicana. Posteriormente, Irán se convirtió en el único equipo hasta ahora en ganar tres veces seguidas la Copa Asiática: Irán ’68, Tailandia 72′ e Irán 76′.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

También, calificaron a los Olímpicos de Múnich 1972 (eliminados, aunque con una victoria frente a Brasil) y a los de Montréal 1976 (perdieron en cuartos de final ante la Unión Soviética, que ganaría la medalla de bronce).

En cuanto al Campeonato Mundial, Irán se embarcó por primera vez para las eliminatorias para Alemania 74′, llegando hasta la semifinal, y eliminado en una serie reñida frente a Australia. Irán lograría asistir a su primer mundial cuatro años después, tras dominar un grupo con Corea del Sur, Hong Kong, Australia y Kuwait.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

En tierras argentinas, quedó sorteada en el difícil grupo 4. Los rivales eran: Escocia, siempre complicada; Perú, la maravilla sudamericana, y los Países Bajos, que habían maravillado al mundo entero en el mundial anterior. El debut ante la Naranja Mecánica fue bastante duro: derrota 3-0. Al partido siguiente, lograron un valioso empate a un gol frente a los escoceses; sin embargo, los peruanos les hicieron ver su suerte, al vencerlos 4-1.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Esa participación en el mundial estaba enmascarando una situación que empezaba a preocupar al mundo.

Breve historia de la Revolución Islámica

Mohammad Reza Pahlavi había llevado a cabo reformas modernizadoras bajo el auspicio de Estados Unidos, pero a un alto costo social: desigualdad indignante, una brecha económica insalvable, ausencia de libertades políticas y la represión de la temida SAVAK (ساواک), la policía secreta. Esas medidas no tenían nada contenta a la población.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Es aquí donde surge la figura del ayatolá Seyed Ruholá Jomeini (سید روح‌الله خمینی), el máximo líder religioso iraní, que buscaba despertar la conciencia del pueblo iraní con sus discursos, convirtiéndose así en un férreo opositor. Intentaron callar su voz encarcelándolo, causando solamente más protestas de la población. Al ver que eso fracasó, optaron por liberarlo, solo para mandarlo al exilio más tarde; primero a Irak, luego a París, desde donde estuvo haciendo activismo político frente al Shah.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Mientras la selección iraní se debatía en el frío suelo argentino, los partidiarios del ayatollah Khomeini, compuestos por jóvenes estudiantes, simpatizantes de la izquierda, demócratas y nacionalistas, empezaron a establecer movimientos de huelgas que cada vez fueron más multitudinarias con la llegada del año 1979. La situación se les escapó de las manos: la dinastía Pahlavi acabó cuando el shah se vio obligado a huir al exilio en Estados Unidos. Su descendiente aún sigue ahí.

El 11 de febrero de 1979, el ayatolá Khomeini tuvo su regreso triunfal desde París, con el fin de emprender nuevos cambios a Irán, cada vez más harta de la injerencia norteamericana. Esa hostilidad se cristalizó con el asalto a la embajada de Estados Unidos, manteniendo cautivos a 52 estadounidenses hasta 1981.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Cambió hasta la bandera: la del régimen del shah tenía el símbolo del sol con un león (en persa shir o khurshed شیر و خورشد), el cual databa desde la dinastía safavída, ya que significaba el doble rol del regente: el poder (león, Jamshid) y la religión (sol, Ali). Desde la revolución, el símbolo es la palabra allah (الله) estilizada en rojo más la takbir (la frase Allahu akbar, الله اکبر) escrita 11 veces.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán
Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Al mismo tiempo, empezaba una durísima represión contra sus anteriores aliados y se montaba un nuevo régimen teocrático, instaurando la Sharia (شریعه), o ley basada en el Corán. Muchos de los detractores se han visto obligados a abandonar el país. Sus países destino son principalmente Estados Unidos, Reino Unido y Francia.

¿Qué pasó con el futbol?

Debido a la anterior situación, el deporte empezó a pasar a segundo plano, y el futbol sufrió mucho esta situación. Si bien calificó a los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, se tuvo que retirar, mientras que su lugar fue tomado por Siria. El futbol definitivamente vio frenado su crecimiento con la invasión de Irak a Irán bajo el régimen de Saddam Hussein, que llevó a una guerra que duró de 1980 a 1988 y que conllevó a la muerte de 500 mil iraquíes e iraníes.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

La Revolución Islámica de Irán dejó sin terminar la temporada de 1978-79, justo cuando se iba a disputar la jornada 13 de 30. Durante 10 años, no se disputó la máxima competencia de futbol en Irán: la Copa Takhte Jamshid (جام تخت جمشید, Jâm-e Takht-e Jamshid), llamada así por el nombre persa de la legendaria ciudad de Persépolis. Las divisiones inferiores no se organizaron. Así, cada región de Irán tuvo su campeonato particular; sin embargo, la Liga de Teherán fue vista como el campeonato nacional de facto.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Por la falta de interés, muchos equipos sufrieron para mantenerse en esos años difíciles. Algunos de ellos incluso cambiaron su nombre. Menciono los dos ejemplos más famosos:

  • Persepolis (پرسپولیس). El equipo más popular en Asia de acuerdo con la AFC tuvo un cambio de dueño, pasando a propiedad del Departamento de Educación Física. El nombre cambió primero a Azadi (آزادی), que quiere decir “libertad”, aunque después fue Piruzi (پیروزی), “victoria”. El cambio no tuvo eco en los aficionados, y hasta la fecha sigue llamándose Persépolis.
  • Esteghlal (استقلال, Esteghlâl). El rival del Persépolis originalmente se llamaba Tâj (تاج), que quiere decir “corona”, en un claro guiño a la corona del shah de Irán. Tras la victoria de la Revolución Islámica, el equipo pasó a manos del Departamento de Educación Física, quien le cambió el nombre a Esteghlal, que quiere decir “independencia”.
Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

No fue sino hasta el final de la guerra entre Irak e Irán que el futbol poco a poco empezó a volver a la normalidad. En 1989 se organizó la Liga Qods (لیگ قدس, lig-e ghods), que fue descontinuada al año siguiente, aunque fue el caldo de cultivo perfecto para el establecimiento en 1991 de la Liga Azadegan (لیگ آزادگان, Lig-e Âzâdegân), nombrada así en honor de los prisioneros de guerra liberados.

En cuanto a la selección, si bien continuaba participando en las Copas Asiáticas, con resultados francamente buenos (tercer lugar en Kuwait 80′ y Qatar 88′, y cuarto en Singapur 84′), el equipo se retiró de las eliminatorias para el mundial de España 82′ y, ante la negativa de jugar sus partidos en sede neutral, Irán fue descalificado de las eliminatorias para el mundial México 86′.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

La Revolución Islámica le dio al traste a ese dominio que ejerció Irán durante los años 60 y 70, ya que solamente regresaron 20 años después a un campeonato del mundo, en Francia, donde lograron su primera victoria ante Estados Unidos, lo cual generó muchas protestas contra el régimen islámico (eso lo veremos después).

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Carlos Queiroz: sacando agua del pozo

2011 fue un año bastante difícil para Irán, tanto en economía como en futbol. El Tim-e-melli (تیم مللی) había caído por enésima vez en cuartos de final ante Corea del Sur y había quedado fuera para el mundial de Sudáfrica sin meter las manos ante Arabia Saudita en su fortaleza llamada Estadio Azadi (ورزشگاه آزادی, Varzeshgâh-e Âzâdi). Se buscaba técnico, pero nadie se atrevía. Así, tras extensivas negociaciones, llegó Carlos Queiroz.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Se enfrentó en un inicio a la pesada burocracia y a las condiciones económicas. Queiroz incluso tuvo que negociar la presencia de campos de futbol rescatables. También tuvo que enfrentarse al chauvinismo del iraní: hasta el 2010, los únicos que podían llegar a la selección eran los nacidos en el territorio de la Antigua Persia. Se decía que había mucho talento nacido de esos iraníes que se marcharon. El estratega lusitano impuso tres condiciones para llegar al banquillo de los persas: la Federación no se puede entrometer en mis decisiones, llevo a mis propios hombres y llamaré a gente de la diáspora iraní.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Ocho años después, la selección iraní era la mejor ubicada en Asia. Es verdad que no pudo pasar el corte de la fase de grupos, pero vale la pena destacar la maravilla táctica ante Argentina en Brasil 2014 y que estuvieron a dos metros de eliminar a Portugal en el último minuto de Rusia 2018. Bajo Queiroz, hubo más jugadores iraníes que nunca en Europa, como Sardar Azmoun (سردار آزمون) y Saeid Ezatolahi (سعید عزت‌اللهی). Jugadores nacidos en el extranjero, como Alireza Jahanbakhsh (الیرضا جهانبخش) y Reza Ghoochanejad (رضا قوچان‌نژاد), se han ganado a la afición, apasionada pero al mismo tiempo muy exigente. Tal vez su único pecado fue no poder ganar la Copa Asiática. Su máxima marca fue semifinales en Emiratos Árabes Unidos 2019.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

El futbol vence a la revolución… y ganan las mujeres

Otro efecto es en las condiciones difíciles para el desarrollo del futbol femenil, debido precisamente a la prohibición hacia las mujeres de asistir a los estadios. Es una prohibición no escrita, pero la realidad es que la atmósfera aún no es la adecuada para que las mujeres puedan asistir. Esta situación está cambiando paulatinamente: por primera vez en 39 años, se permitió que las mujeres asistieran al estadio Azadi a presenciar, junto a los hombres, el partido entre Irán y España durante el mundial de Rusia.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

No iba a ser lo único: para eludir la prohibición, muchas mujeres valientes se disfrazaban de chicos y así podían ver también partidos de futbol. Siempre existía un riesgo de que las descubrieran. Una de ellas era Sahar Khodayari (سحر خدایاری‎). En marzo de 2019 se atrevió a ir a ver al Esteghlal de sus amores en un partido de la Liga de Campeones de la AFC contra el al-Ain (العین) de Emiratos Árabes Unidos. Desgraciadamente, la descubrieron. La detuvieron y la interrogaron. La condena por ver un partido de futbol iba para seis meses. Khodayari tomó una drástica decisión: inmolarse enfrente del tribunal. Murió a causa de las quemaduras, pero nació la BlueGirl, el símbolo de las mujeres que quieren entrar a los estadios.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

La FIFA no estaba dispuesta a que ocurriera más inmolaciones y le impuso un ultimátum a la federación iraní de futbol: o abren el estadio a las mujeres o Irán queda fuera de la carrera para Qatar 2022. Para el partido entre Irán y Camboya, se anunció que por primera vez en 41 años las mujeres podrían ver a su selección. Se pusieron a la venta 4.000 localidades. Se agotaron una hora después. Tuveron que liberarse otras 1.100 después. Así, escoltadas por policías mujeres, pudieron ver a Irán destrozar 14-0 a Camboya.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

¿Qué va a pasar ahora?

El futbol iraní está en una situación complicada. Ahora estuvo Marc Wilmots como entrenador de Irán. Le tocó un grupo bastante bravo: además de Camboya, está Bahréin e Irak. Hong Kong complementa el pelotón. El calendario no le ayudó porque le tocaba visitar tanto a Bahréin como a Irak. Perdió ambos duelos en el último minuto. En un grupo donde califica el líder y el segundo lugar está sujeto a resultados, Irán está en un riesgo severo de quedar fuera incluso de la siguiente ronda, arriesgando también su clasificación a la Copa Asiática 2023 en China.

Marc Wilmots renunció. Irán corre riesgo de que sus partidos clave contra Bahréin e Irak sean en territorio neutro. Y lo peor, las protestas han enrarecido al campeonato local. Para colmo, Irán sorpresivamente quedó fuera del Preolímpico para Tokio 2020 en primera fase.

Sin embargo, esto ha pasado a segundo plano para los aficionados iraníes. Ellos prefieren quedarse sin mundial, pero ya anhelan la libertad. Desean que la bandera del sol y del león ondee en los cielos de una vez por todas.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Derribar un avión de Ucrania, pensando que era un objeto enemigo, fue uno de los errores más graves de Irán. Así se ganó la furia de Justin Trudeau; después de todo, el avión tenía ciudadanos canadienses que regresaban a su país después de una escala en Kiev. Hablando de este país ex soviético, hay un equipo de su liga que salió muy afectado por una guerra civil que los golpeó durante 2014 y 2015. Se trata del Shakhtar Donetsk y su historia te la traigo la siguiente semana.

Recomendación musical 2

Mohammed Shajarian (محمدرضا شجریان) es uno de los íconos de la música iraní. El ostad (استاد) (maestro de música iraní) también prestó su voz para la revolución. Este es el principal canto que aún retumba en las manifestaciones. Morghe sahar (مرغ سحر, Pájaro de la mañana)

Recapitulemos

El martes 11 de febrero se celebran 41 años del triunfo de la Revolución Islámica de Irán, en medio de protestas sin parar y el asesinato del general Qassem Soleimani. El futbol en Irán existe desde 1897 y poco a poco ha ido aumentando su popularidad. Giras a la Unión Soviética y partidos durante la II Guerra Mundial fueron testigos de ese crecimiento. Durante las décadas de 1960 a 1970, Irán dominaba el futbol asiático, con tres participaciones en Juegos Olímpicos, tres Copas Asiáticas seguidas y la participación en el mundial de Argentina 78′. Mientras tanto, la Revolución Islámica causó que el shah Reza Pahlavi huyera del país y en su lugar llegara el ayatollah Khomeini. Esta Revolución, más la guerra entre Irán e Irak causó que el futbol cayera a un segundo plano y su efecto se tradujo en cambios de nombre a equipos, el retiro de dos eliminatorias para campeonatos mundiales y la prohibición a mujeres de asistir a los estadios. Poco a poco, el futbol ha recuperado su importancia. Carlos Queiroz tuvo que remar contra las condiciones económicas y llevó a Irán a ser la mejor selección de Asia y tras presiones de la FIFA, las mujeres ya pueden ir al estadio.

Imagen del artículo:El futbol y la Revolución Islámica de Irán

Nos vemos la siguiente semana. خدا حافظ! (Khodâ Hafez!)

Ver detalles de la publicación