El final del principio | OneFootball

El final del principio | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: La Galerna

La Galerna

·11 de julio de 2025

El final del principio

Imagen del artículo:El final del principio

Qué disgusto, amigos, qué disgusto. Hoy debo darles una terrible noticia como corresponsal virtual de La Galerna en USA. Una noticia trágica e inesperada: la mítica cadena de restaurantes Yard House ha dejado de vender su Taco Combo Vampiro.

Por si ustedes no lo saben, el Taco Combo Vampiro era un plato que consistía en dos tacos rellenos de cerdo, chorizo, tocino, arroz y judías. Viene a ser como la versión yanki de la hamburguesa de fabada asturiana. Los más valientes podían acompañarlo con un batido de crema de mantequilla de cacahuete. A ustedes igual les parece mucho, pero en un país donde fríen las galletas Oreo, esto es un menú vegano. El caso es que el Taco Combo Vampiro ha pasado a mejor vida, para disgusto de Joan Laporta, que tendrá que volver a desayunar palancas bañadas en chocolate. Un horror todo.


OneFootball Videos


Ah, sí, y el Real Madrid perdió por cuatro goles contra el PSG. Eso también es una faena, con la diferencia de que yo sé que, tarde a temprano el Madrid volverá a merendarse equipos parisinos, pero el Taco Combo Vampiro se ha ido para siempre.

Imagen del artículo:El final del principio

No me interpreten mal: a mí, como a la mayoría de ustedes, me fastidia que pierda el Madrid. Si encima pierde contra el PSG, cuyo presidente no desentonaría como secundario de una peli de Scorsese, me fastidia mucho más. Perder siempre es malo, pero una derrota contra el invento de Al Khelaifi duele un poco más, es como revivir la derrota en Sagrajas contra los almorávides de Tasufin, o la de Alarcos contra Yusuf II. La batalla de Alarcos frenó el desarrollo de la Reconquista igual que el 4-0 de ayer parece haber frenado un poco el desarrollo de los planes de Xabi Alonso para reconquistar el dominio futbolístico.

Imagen del artículo:El final del principio

En Alarcos lucharon Alfonso VIII de Castilla y Alfonso IX de León, que no se soportaban. “¡Ojalá te hubieran matado en Alarcos!”, le decía el Alfonso leonés al castellano cuando perdía la paciencia. Las redes sociales madridistas fueron ayer un poco como los dos alfonsos tras la derrota. Como buen corresponsal me asomé a ellas para pulsar la opinión madridista y fue como meter la mano en una trilladora de carne. El aficionado merengue local, los John y Jane Doe, se lo han tomado un poco mejor: “worth things have happened”, dicen aquí, que es como decir: “más se perdió en Pearl Harbour y además volvieron cantando.”

La Galerna, mientras escribo estas líneas, no ha publicado aún su tradicional puntuación de cada jugador merengue tras el partido. Hombre, tampoco Alfonso VIII fue puntuando a cada uno de sus caballeros tras la caraja de Alarcos; pero no se preocupen, que ya los puntúo yo: todos fatal. Cero patatero. A septiembre, tras pasar el verano rellenando cuadernos de Vacaciones Santillana, que es el peor suplicio al que puede ser condenado un ser humano.

Imagen del artículo:El final del principio

El equipo de Xabi Alonso ayer tuvo un Alarcos como la copa de un pino. El equipo de Xabi Alonso peleó hasta semifinales un campeonato mundial sin haber jugado pretemporada, con entrenador nuevo y tras una temporada bastante tétrica. Algunos creemos en los milagros, pero no tanto. La derrota de ayer no era deseable, pero sí una posibilidad real. Xabi está construyendo un equipo nuevo en el que se aprecian detalles esperanzadores, pero aunque Alarcos se perdió en un día, Zamora no se tomó en una hora.

En 1942 los británicos obtuvieron una gran victoria contra los nazis en El Alamein, la primera después de una ristra de fracasos. Churchill templó los ánimos en la Cámara de los Comunes con un célebre discurso donde dijo: “esto no es el principio del fin, solamente es el fin del principio.” En el Mundial de Clubes, Xabi Alonso nos está empezando a mostrar el final del principio, siendo este último la terrible temporada de la que viene el equipo blanco. El camino será largo, lleno de baches, pero servirá para templar nuestro madridismo, fofo y atrofiado tras varios años deglutiendo triunfos como Tacos Combo Vampiro. El genio Antonio Mingote dibujó una vez una viñeta en el que aparecían dos señoronas con perlas, del tipo que en estados unidos se conoce como “Karen”, que, para entendernos, sería lo opuesto a la ibérica “Charo.” En el  dibujo, una señora le decía a la otra: “Al Cielo, lo que se dice al Cielo, iremos los de siempre.” Lo que me hace pensar que tras la derrota de ayer y el futuro que nos espera, madridistas, lo que se dice madridistas, quedaremos los de siempre.

Imagen del artículo:El final del principio

A mí ese futuro me hace ilusión y creo que este Mundial de Clubes que se nos acaba a los madridistas nos deja cosas esperanzadoras. No es el principio de un fin sino el fin de un principio. Veo en el horizonte un Madrid de Xabi Alonso repleto de Gülers, Huijsens, Gonzalos, Mastantuonos y demás mejorando su IQ gracias a las lecciones del tolosarra y haciendo cosas estupendas. Veo un Mundial que ha venido para quedarse y veo, si Dios quiere, un futuro en el que Javier Tebas deje de vivir a costa de la prosperidad del club de fútbol al que odia. El balance es positivo.

Me dice Don Frank, editor jefe de la Galerna, que si quiero me pudo quedar a cubrir la final, pero no me apetece, así que regreso a los calores de Madrid. Una final entre el Chelsea y el PSG me interesa poco, igual que a los estadounidenses. Aquí al único Chelsea que conocen es a Chelsea Clinton, la hija del expresidente, cuyo poco agraciado aspecto físico hizo que en los 90 se pusiera de moda la frase “eres más fea que Chelsea Clinton”. Ver de pronto convertido en equipo de fútbol a una mujer cuyo aspecto hacía llorar a las cebollas les causa los americanos gran estupor. No se toman en serio al Chelsea.

El PSG, por su parte, no es un equipo de fútbol, es el “branding” de un departamento de marketing. No tiene aficionados, tiene “target”, que se cansarán cuando encuentren otro producto más nuevo, mejor y con 5G. Ambos equipos, Chelsea y PSG, han alcanzado su estatus a base de trampear con sus números. No me interesa quién de los dos gane el torneo, de modo que me vuelvo a casa. Además, desde que han eliminado al Madrid, este trofeo ha pasado automáticamente de ser un “torneo de verano” a La Gesta Más Grande Que Vieron Los Siglos para la prensa “barsatlética” o “roji-blau-blanca”. Esto se está empezando a llenar de corresponsales de Sport, Mundo Deportivo y de El Partidazo. Son muy fáciles de identificar en los bufets libres de los desayunos del hotel, porque llenan el plato de cosas, se llevan la última salchicha, estropean la máquina de hacer gofres dándole al botón que no es, forman colas donde antes no las había y se llevan los panecillos y los paquetitos de mermelada para comérselos luego por si les entra hambre, pero no se los comen nunca. El purgatorio es como un bufet de desayuno repleto de reporteros del diario Sport. Así que yo me largo antes de que aparezca Manolo Lama a explicarme por qué Xabi Alonso fue humillado por el PSG con un 4-0 mientras que el Cholo plantó cara gloriosamente al PSG perdiendo por 4-0; todo eso mientras se mete rollos de canela en el bolsillo del bañador “porque son gratis.”

Imagen del artículo:El final del principio

Así que, aquí acaba mi aventura como corresponsal. Nos vemos en cuatro años. No asistiré al momento en que Chelsea o PSG levanten al cielo de New Jersey ese trofeo que parece el astrolabio de Dolly Parton y que se abre con una especie de llavecita. Ya me imagino al vencedor exponiéndolo en su vitrina:

— Bautista —le dirá al entrenador/mayordomo el presidente del club campeón—, saque la llave para abrir el trofeo del Mundial de Clubes, que el jeque ha venido a verlo.

— Lo siento, señor, pero no la tengo.

— ¿Cómo que no la tiene? ¡Ábralo, por Dios, que si no nos mandan a todos a las minas de sal del Yemen!

— No lo entiendo, juraría que la llevaba en el bolsillo cuando nos lo dieron, justo antes de que aquel tipo con un flotador de “Tiburón” se me acercara a felicitarme.

Que se fastidien. Tendrán para siempre un trofeo absurdo que no se puede abrir. Y este corresponsal galernauta, servidor de ustedes, habrá regresado a España con una nueva llave prendida del llavero… Pero guárdenme el secreto.

Devolvemos la conexión.

Ver detalles de la publicación