El FC Barcelona y Nike acercan posturas para cerrar la 'palanca' más esperada del verano | OneFootball

El FC Barcelona sigue trabajando en la búsqueda soluciones para sus problemas económicos. La entidad azulgrana se ha conseguido con diversos problemas a la hora de inscribir jugadores (caso Dani Olmo, que sigue sin estar registrado pese a ser anunciado hace casi dos semanas) y de contratar refuerzos, por lo que explora distintas alternativas para conseguir espacio salarial y músculo financiero en la recta final del mercado de fichajes.

Por ese motivo, desde los despachos del Spotify Camp Nou han retomado las conversaciones con Nike para finalmente llegar a un acuerdo y firmar el nuevo contrato. La institución azulgrana ha estado en negociaciones con la multinacional estadounidense desde hace varios meses, y todo apuntaba a que la oficialización del trato era inminente. Pese a esto, la situación se fue 'enfriando' a lo largo de las últimas semanas y no hubo más novedades al respecto.

Sin embargo, las urgencias presentadas en las arcas blaugranas han 'empujado' a los culés a contactar nuevamente a la marca que ha patrocinado al club desde 1998. Según 'El Partidazo de COPE', el problema está en las pretensiones de ambas partes, puesto que la entidad catalana, cuyo convenio actual con la marca representa un ingreso de 60 millones de euros por año, pretende percibir una cifra que supere los 100 'kilos' anuales. De hecho, al principio del verano se habló de un acuerdo que rondaba los 120 millones por temporada, pero el mismo quedó en el 'aire'.

La posición de Nike

Por su parte, la propuesta presentada por la empresa norteamericana no llega a esta cantidad, pero si que podría acercarse a las exigencias de Joan Laporta y compañía. La idea tanto de la institución blaugrana y la marca del 'swoosh' es mantener un vínculo que ha perdurado por 25 años y que podría extenderse, de acuerdo a diversas informaciones, por, al menos, 10 más. El nuevo acuerdo daría el margen necesario para resolver las carpetas pendientes de la ventana estival, razón por la cual ambos lados están condenados a entenderse.