El fantasma de Morata persigue a Mbappé | OneFootball

Si Álvaro Morata fue pitado en el Bernabéu por su condición de rival del Real Madrid en el Atlético, con el agravante de que surgió de la cantera blanca y jugó en el Real Madrid, El fantasma de Moeata estuvo presente ayer en Marsella persiguiendo a Mbappé. Kylian Mbappé vivió una situación similar ayer en Marsella.

Jugaba la selección francesa en el estadio Velodrome de Marsella, rival histórico del PSG en la competición francesa. El rival era Chile, y los aficionados del OM Marsella, los más pasionales del país, la tomaron con Mbappé, antes durante y después del partido.

No hay que olvidar que Mbappé defiende los colores del rival irreconciliable del OM y, además, dentro este domingo, a las 20:45, habrá clásico francés en Le Velodrome, con la visita del equipo parisino a la localidad mediterránea.

Y los aficionados de Marsella decidieron empezar a jugar el clásico durante el Francia-Chile silbando a Mbappé cada vez que el balón caía en sus pies. De hecho, a pesar de ser el capitán de Francia, Mbappé fue abucheado cuando tenía el balón desde el inicio del partido hasta el 90.

A Mbappé no le salió un buen partido, aunque le dio a Fofana el gol del empate. Parecía más pendiente del clásico de este domingo que de lo que estaba sucediendo en el campo.

Deschamps: "¡Es el capitán de Francia!"

De la misma forma que los pitos a Morata sorprendieron al seleccionador brasileño, que indicó que "nunca había visto cosa igual", en Francia ya han vivido esta experiencia con un jugador de la selección francesa. Sucedió en 2014 con Lucas Digne, es jugador del Barça.

Preguntado el seleccionador Didier Deschampos por la situación que le tocó vivir a Mbappé en Marsella, dijo: “por desgracia, no me sorprende. Todo el mundo conoce la rivalidad con el PSG y el partido del domingo. No debería pasar porque es el capitán de la selección francesa. Después, tampoco fue todo el estadio. Pero no es algo específico de Marsella. En otras provincias, otros jugadores han sido silbados. En competición, aquí, no hay preocupaciones. Pero no debería ser así. Vamos, seré amable: es decepcionante, por decirlo suavemente”.