El enigma del Zaragoza: promesas que se vuelven pesadilla | OneFootball

La trayectoria del Real Zaragoza en la última temporada ha estado marcada por una preocupante incapacidad para mantener el rendimiento prometido en los primeros compases del curso. El caso de Iván Calero es un buen termómetro del bache colectivo. El lateral llegó avalado por su regularidad en Cartagena y empezó en un once titular que llegó a mirar a todos desde la cima de la tabla. Sin embargo, su progresión pronto reflejó la de todo el equipo: un declive paulatino que terminó por hacerle perder la titularidad –primero desplazado al carril izquierdo en defensa de tres y después sustituido por Luna– y dejarle fuera de los planes principales.

Desde el 2 de noviembre de 2024, cuando el Zaragoza ganó al Granada (2-1), el conjunto aragonés no ha vuelto a ganar ninguno de los 16 partidos en los que Calero ha sido titular. El saldo en esa serie es revelador: ocho empates -contra rivales como Huesca, Deportivo, Sporting o Córdoba- y ocho derrotas, algunas tan dolorosas como el 5-2 en el Ciutat de Valencia o el 4-1 en Castalia. En ese bajón, las actuaciones de Calero terminaron marcadas por errores reincidentes, como los dos penaltis cometidos en jornadas consecutivas en Santander y Valencia, el primero además dejando al equipo con diez tras doble amonestación en apenas cinco minutos.

El rendimiento colectivo tampoco supo reaccionar. El Zaragoza terminó sufriendo por evitar males mayores y sólo la llegada de Gabi Fernández al banquillo aportó cierto oxígeno en el tramo final. El propio Calero, que firmó por tres temporadas, finaliza su primer año con 34 partidos disputados (28 de inicio) y solo dos asistencias. A día de hoy su continuidad en el bloque titular de la próxima campaña es incierta.

El ciclo refleja una tendencia que ya señaló Alejandro Francés desde fuera. El exzaragocista, ahora en el Girona, reconocía que el Zaragoza afrontó otro ejercicio de promesas incumplidas tras un arranque brillante, incapaz de sostener la dinámica positiva y consolidar un proyecto sólido, una constante que, según Francés, sigue lastrando la ambición del club.

Mirando hacia el futuro, la duda sobre el banquillo –a la espera de la confirmación oficial de Gabi– y la incertidumbre en la composición de la plantilla evidencian que el equipo sigue inmerso en una fase de reconstrucción, donde toca aprender de los errores del pasado curso. El caso de Calero resume muchas de esas asignaturas pendientes.

Source: El Periódico de Aragón