🎥 El día en que Camerún conmocionó a Argentina | OneFootball

¿Será Rusia 2018 el escenario de algún repunte épico? En 1990, Argentina estuvo a punto de no pasar a octavos, pero acabó instalándose en la final.

La 14ª edición de la Copa del Mundo se realizó en Italia en 1990. Por segunda vez en su historia, el país de la bota albergaba el mayor evento deportivo del planeta y se alzaba como uno de los candidatos a obtener el trofeo, junto con Brasil, Alemania y Argentina, el cual llegaba a defender el título obtenido en México.

La albiceleste, comandada por Carlos Salvador Bilardo, tuvo dificultades desde el inicio, ya que integró el llamado “grupo de la muerte” junto a Camerún, Rumania y la URSS. En el debut, se enfrentaron a los africanos en San Siro el 8 de junio, en un duelo violento y lleno de tensiones.

El primer tiempo de aquella disputa fue bastante duro y acabó con un trabajado 0-0. Después del descanso, Caniggia reemplazó a Ruggeri, y el ritmo del partido cambió. En el minuto 60, André Kana-Biyik fue expulsado por el árbitro francés Michel Vautrot por una falta sobre Caniggia. Con un hombre más, la escuadra sudamericana se llenaba de esperanzas.

Sin embargo, solo cinco minutos más tarde, su hermano François Omam-Biyik abrió el marcador gracias a un error del portero Pumpido.

La violencia en aquel segundo tiempo no cesó, ya que Benjamin Massing también vio la tarjeta roja por otra falta grave contra Caniggia, quien se las había arreglado para dejar en el camino a dos oponentes.

La agresión dejó al africano sin un zapato y al equipo con nueve hombres, quienes igualmente lograron aguantar el marcador hasta el final. Argentina iniciaba la defensa de su título con una derrota y muchas dudas…

Después de aquel traspié, Argentina se repuso y venció a la URSS, aunque solo empató contra Rumania. Con lo justo, la albiceleste avanzó a octavos de final gracias a la regla del mejor tercero.

Mientras que Camerún caía derrotado ante Inglaterra en cuartos de final, Argentina logró dejar en el camino a cuatro de los grandes de aquel torneo: Brasil, Yugoeslavia en incluso Italia, el anfitrión.

En el día de la final, el Stadio Olimpico de Roma abucheó a Maradona y silbó durante el himno argentino. Para la afición, el favorito era Alemania Occidental, quien finalmente se quedó con la corona en una final mezquina que acabó con dos jugadores sudamericanos expulsados.

El único gol del encuentro, lo marcó Andreas Brehme desde los doce pasos en el minuto 85′.

El llanto de Maradona tras el pitazo final fue decidor. Argentina se quedaba sin el anhleado bicampeonato, tras un torneo épico y lleno de emociones.

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