
La Galerna
·6 de julio de 2025
El contraste entre el Madrid y el club cliente de Negreira

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·6 de julio de 2025
Podría escribir hoy que estamos en semifinales de la Copa del Mundo de Clubes. Podría elogiar el partido que ha hecho Fran, la cita puntual con el gol del canterano Gonzalo. Podría afirmar que el equipo va entendiendo lo que pide Xabi. Se les ve más juntos. Ocupan bien los espacios. Tienen claro el dibujo defendiendo y atacando. Tchouameni gobierna. El niño turco distribuye. Valverde abarca. Todos atacan. Todos repliegan. Podría señalar que Trent tiene la diestra portentosa del máximo asistente de la próxima Liga, aunque ahora mismo está falto de ritmo. Podría decir que Vini atraviesa una metamorfósis mental y futbolística de la que aún no sabemos qué saldrá. Pero hay ojos más sabios y plumas más veloces para pintar la crónica de lo que vimos en New Jersey y de lo que nos espera con el velociraptor europeo que cabalga Luis Enrique.
Intentaré mantener el decoro con el tema Williams. Cada vez me cuesta más. Es un tema serio. Tengo que confesarles que mi incapacidad para permanecer impasible ante la estupidez humana está empezando a preocuparme. Nunca tuve paciencia o tolerancia frente a la injusticia o la inmoralidad. Sí la tuve frente a la ignorancia. En el fondo, siempre pensé que la ignorancia, incluso contumaz, merece indulgencia, especialmente si el afectado pone un mínimo de actitud e interés por no caer en las garras de la estulticia. Si no, no.
Por la ventana abierta al mundo que todos llevamos en el bolsillo, especie de agujero de gusano que nos transporta a cualquier momento, a cualquier lugar, casi sólo con el pensamiento, se cuelan también personajes grotescos desde las redes y los medios. Humanos fallidos, propios de novelas de Edgar Alan Poe o de Howard Phillips Lovecraft; seres del inframundo, como los monstruosos perros de Tíndalos, que aparecen desde cualquier rincón para hacer el mal. Seres cuyas contradicciones deberían llevarles a la locura y el anonimato. Sin embargo, ahí están a diario, exhibiendo su déficit emocional, moral, racional, humano, sin el más mínimo pudor, mostrando desvergonzadamente que es posible vivir sin principios, sin una mínima ética profesional o personal, facturando unos miserables euros por naturalizar la corrupción, la mentira, la ilegalidad; sembrando discordia desde el fanatismo, idealizando a corruptos como Laporta y escribiendo al dictado de sujetos como Tebas.
el equipo va entendiendo lo que pide Xabi. Se les ve más juntos. Ocupan bien los espacios. Tienen claro el dibujo defendiendo y atacando. Tchouameni gobierna. El niño turco distribuye. Valverde abarca. Todos atacan. Todos repliegan
No consumo contenido culé. Me llega el feedback minoritario de los que aún no me han bloqueado en tuiter, una minoría. Desde hace meses no he podido pasar de una dosis de más de un minuto de cualquier vídeo de youtube ejecutado por Don Limpio o el risueño de las gorras, o de cortes de segundos de Jota Jordi o de José Álvarez. A diferencia de YouTube Real Madrid, en las redes del Barça no hay sentido común, coherencia, autocrítica. Angulo es el verso suelto madridista, capaz de crítica feroz y de un uso del lenguaje al límite. Pero es el único que trabaja cruzando la línea roja. En la otra esquina del ring encontramos culés con números comparables de seguidores, que producen vergüenza ajena, hilaridad involuntaria. No te ríes con ellos. Te ríes de ellos. Prometo que estoy tratando de dejar de hacerlo por respeto a sus familias.
He seguido la evolución del caso Williams con atención. Un fichaje estelar, muy interesante para el Barça, que con un extremo de esos quilates formaría una delantera temible, a pesar de la obsolescencia inminente de Lewandowski.
El año pasado ya mostraron interés por el chico. Raphinha aún no había explotado a sus 28 años, y nadie imaginaba la temporada que iba a hacer de la mano de Flick, los vendajes mágicos y el omnipresente CTA, que lo mismo te da un gol en fuera de juego, le anula tres goles a tu oponente en el mismo partido, le quita penaltis al Real Madrid o ignora rojas catedralicias a sus rivales en momentos decisivos de la temporada.
Lo de este año ha sido surrealista. La desvergüenza de saberse protegido, impune, ha tocado niveles paroxísticos. Un club en bancarrota, fuera del Fair Play Financiero, que ha tenido que recurrir a la política para poder inscribir ilegalmente jugadores, ha pretendido fichar, una vez más, sin dinero y sin garantías de poder regularizar ni sus números ni los papeles del futbolista. Sigue pidiéndole dinero al futuro, a veces de verdad y otras del monopoly, pero no parece importarle a nadie en España. La UEFA acaba de despertar del letargo en medio del escándalo de Nico y ha sancionado a los corruptos con 15 millones de euros y una estrecha vigilancia en los próximos dos años. A ver en qué queda la cosa.
Lo de este año ha sido surrealista. La desvergüenza de saberse protegido, impune, ha tocado niveles paroxísticos. Un club en bancarrota, fuera del Fair Play Financiero, que ha tenido que recurrir a la política para poder inscribir ilegalmente jugadores, ha pretendido fichar, una vez más, sin dinero y sin garantías
La falta de nobleza, de clase y de profesionalidad de esta banda me ha retrotraído a los tiempos de Lopera, de Gil, de Caneda, de Núñez, de Ruiz Mateos (sí, amigos, fue presidente del Rayo el mismo año que el Barcelona selló su pacto con el CTA para perpetrar el atraco de Tenerife) o del desequilibrado Gaspart; a las disputas por las lindes y por amores no correspondidos de Puerto Hurraco, el "tres per cent" o el "te pego, leche" del ínclíto Ruiz Mateos a un ministro. Me ha venido a la mente la España negra como te viene acidez del estómago si haces el pino después de comerte una fabada. Tenemos que asegurarnos de que Laporta sea solamente un vestigio trasnochado de otro tiempo y esperar que desaparezca pronto de nuestras vidas. Comportamiento ejemplar estos días del presidente del Athletic, Jon Uriarte, pidiendo el cumplimiento de garantías a LaLiga y esperando pacientemente la decisión de su jugador.
Claro que Nico podía querer jugar en el Barça. El nivel competitivo, la posibilidad de obtener títulos, la fama planetaria, son muy atractivos para un joven deportista. La dimensión de los patrocinios, la sociedad con su amigo Lamine... se entiende todo.
Pero el agente de Nico ha demostrado ser un profesional que se gana su comisión. Además del depósito de la cláusula del futbolista, pidió garantías de que el pequeño de los Williams sería inscrito o liberado ante un incumplimiento, después de ser testigo de la delirante situación vivida a primeros de año con Olmo y con Pau Víctor. De no ser inscrito y a pesar del pago al Athletic, el jugador habría quedado libre. Si Laporta no fuera un golfo y el Barça no fuera una institución corrupta hasta los cimientos del Camp Nou, no habría habido ningún problema en aceptar esa cláusula. ¿Porqué iba a haberlo? Simplemente no pueden inscribir jugadores sin hacer ventas y no están dentro de la regla 1:1 del FPF. Insignificancias que te arregla Roures con Tebas o con el Gobierno en dos llamadas o en una cena.
El Barcelona no sólo necesitaba a Nico. También necesitaba alargar el caso durante medio verano, pagándole la wifi a Fabrizio para que hubiera ruido mediático, mientras este nuevo Real Madrid va pasando rondas en el Mundial de Clubes. Insoportable para un culé. Su fijación enfermiza con nuestro club les lleva a estos desastres por la urgencia, la precipitación, la histeria. ¿A quién se le ocurre pagar medio millón de euros anuales a un vicepresidente arbitral de la liga en que compites? A un caradura acomplejado que necesita enfermizamente salir en la foto con el ganador, a cualquier precio, por cualquier medio.
El Barcelona no sólo necesitaba a Nico. También necesitaba alargar el caso durante medio verano, pagándole la wifi a Fabrizio para que hubiera ruido mediático, mientras este nuevo Real Madrid va pasando rondas en el Mundial de Clubes. Insoportable para un culé
Y si no pueden por las buenas, engañando a propios y extraños, pues llenan sus medios propagandísticos de bilis a cambio de unos euros: Nico ha hecho todo esto para subirse el sueldo. Nico nos ha engañado. El agente de Nico ha hundido la operación. Es una ofensa que nos pidan garantías. Tampoco nos hace tanta falta teniendo La Masía. El Mundial de Clubes es un torneo de verano. Lo de Mbappé con el "Madrit" fue mucho peor... siempre se acuerdan de nosotros en sus fracasos.
Les voy a explicar las diferencias fundamentales entre los casos de Nico Williams y de Kylian Mbappé, para que puedan responder a lo que vamos a vivir en los próximos días en las redes.
El Real Madrid estuvo detrás de Mbappé desde 2012, cuando, siendo jugador del AS Mónaco, con 11 años, fue invitado a Valdebebas a entrenar con el equipo infantil. Sus padres consideraron que era mejor para él seguir formándose en Francia. El interés del Barça por Nico es muy reciente. Aparece cuando se constata la química en una delantera con Lamine en el europeo de 2024 con la selección Española.
El segundo capítulo se dio en 2017, con un Kylian ya mayor de edad. Zidane le quiso traer, pero el joven Mbappé no se vio capaz de competir por la titularidad con Ronaldo, Benzemá y Gareth Bale y decidió irse cedido al PSG, que posteriormente lo compró por 180 millones de euros.
En 2022 es cuando realmente podemos hablar de un caso Mbappé. Kylian había sido invitado previamente por el Emir de Catar para explicarle que no podía irse del PSG antes del mundial que compraron mediante sobornos a ejecutivos FIFA. En Francia había sido recibido por el presidente del país que le pidió ser el símbolo de la integración de inmigrantes en momentos de alta tensión política. En paralelo, le pusieron un cheque en blanco y le dieron prácticamente las llaves del club. Renovó con el PSG y plantó al Real Madrid. Algún día reconocerá que su vida se le fue de las manos. Dolió, pero más tarde lo entendimos todo.
En junio de 2023, Mbappé anunció que no ejercería la extensión unilateral de su contrato, hasta 2025, a la que tenía derecho. Por tanto, quedaría libre en junio de 2024. El Real Madrid presentó una oferta estratosférica tras el anuncio. Al Khelaifi ni la miró, confiando en su capacidad de mantener al jugador en la jaula de oro de París. Florentino ya había hablado con Kylian y le había mostrado su voluntad de esperarle, lo que resultó ser otra decisión acertada del presidente. Ese año los medios antimadridistas gozaron todo lo que van a empezar a sufrir (Dios lo quiera) a partir del 13 de julio.
Cualquier comparación con Nico es odiosa. Nico ama al Athletic. Nadie duda de que es el jugador franquicia y el futbolista más talentoso que ha salido nunca de Lezama. Confía en el presidente y el club ha hecho un tremendo esfuerzo para conservarlo y le han hecho saber que le necesitan para tratar de ganar títulos. No sabemos cuánto quería Nico jugar en el Barça, pero sí sabemos que no quiso poner en riesgo su carrera por cuestiones ajenas al deporte, ni que maltratasen a su club, "el Bilbao" según Laporta y su ejército de zombies asalariados. Bravo por Nico.
También es odio a cualquier comparación entre los comportamientos de los clubes compradores. El Real Madrid siempre fue detrás de Mbappé, cierto, pero entendió a la familia cuando era un niño y entendió al jugador cuando se vio en medio de un asunto extrafutbolístico de dimensiones geopolíticas. Aguantando la náusea, pero respetando al PSG, Florentino presentó una tremenda oferta en 2023. Agua. El dinero no tienta a quien lo tiene por castigo. Al Khelaifi no sabe nada de fútbol, satisface sus deseos con dinero ilimitado, dejándose aconsejar por asesores extraordinariamente pagados e ignorando que el balón es casi esférico y que por eso a veces pareciera tener vida. Después de ganar su primera Champions se relajará un poco. Incluso es posible que algún día llegue a comprender algo.
Respecto a Nico, le deseo desde aquí toda la suerte del mundo. En esa familia y en esa cabeza las cosas están claras, y a diferencia de lo que se publica en el mundo imaginario culé, estoy seguro de que el dinero no ha estado nunca en el primer lugar de sus prioridades.
Respecto al Barça, qué decir: otro capítulo más de falta de clase y de profesionalidad para cerrar una negociación, otra oportunidad perdida de no dejar tierra quemada detrás de cada paso, otro pecado más de soberbia, otro intento más de abusar de su inagotable comodín político ante la estupefacción general. Y otro fracaso mientras el eterno rival encara la semifinal del Mundial de Clubes.
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