El Ceuta se despide de un emblema | OneFootball

La AD Ceuta ha anunciado de manera oficial una de las despedidas más emotivas que se recuerdan en los últimos tiempos. Rodri Ríos, uno de los futbolistas más queridos por la afición y con una trayectoria impecable en el club, no continuará en el equipo caballa la próxima temporada. Una salida que marca el fin de una etapa brillante justo en el momento en que el club retorna al fútbol profesional.

Rodri ha sido mucho más que un delantero para el Ceuta. Con su entrega, liderazgo y olfato goleador, se convirtió en el alma del vestuario. Y en uno de los rostros más reconocibles del proyecto que ha llevado al equipo a Segunda División. En total, 38 goles y 7 asistencias en 85 partidos a lo largo de tres campañas que quedarán grabadas en la memoria del aficionado caballa.

Una historia de compromiso y orgullo

La despedida de Rodri no solo deja un hueco en la plantilla. También en el corazón del equipo. En un fútbol cada vez más cambiante, su figura representó constancia, esfuerzo y fidelidad a un escudo. Siempre dio la cara en los momentos complicados. Y supo guiar con experiencia a un grupo que terminó tocando el cielo.

Foto: Diario As

Su aportación va más allá de las cifras. Fue referente en el vestuario, capitán sin brazalete y ejemplo para los jóvenes. El Ceuta pierde un goleador, pero también a un profesional que supo conectar con la ciudad y con su gente. El regreso a Segunda se hará sin él, pero con la huella imborrable de lo que deja atrás.

Un adiós con sabor a homenaje en el Ceuta

Aunque su camino y el del club se separan, la sensación es de gratitud mutua. Rodri Ríos se despide por la puerta grande. Con el respeto ganado a pulso y el cariño de una afición que siempre lo recordará como uno de los pilares del renacer caballa. El club, en su comunicado, destacó su profesionalidad y su legado.

La AD Ceuta empieza así una nueva etapa con sabor a reto. Pero sin olvidar a quienes hicieron posible este sueño. El nombre de Rodri quedará ligado para siempre a esta histórica travesía. Y quizá, en algún rincón del Murube, siempre habrá un sitio reservado para él.