El cabreo de Flick tras el Mallorca-Barça | OneFootball

El Barça debutó en liga con una clara victoria (0-3) ante el Mallorca en Son Moix, pero Hansi Flick no terminó satisfecho.

El técnico alemán mostró un fuerte enfado con la actitud de sus jugadores, criticando que el equipo bajó el ritmo tras ponerse 0-2 y no aprovechó la superioridad numérica por las expulsiones de Morlanes y Muriqi para meter más goles.

Fueron las declaraciones del alemán al término del encuentro, subrayando que no permitirá que el equipo juegue “al 50%” cuando la exigencia es máxima.

Hansi Flick en la rueda de prensa previa al partido. Fuente: Cadena SER

La jugada polémica

El choque también estuvo marcado por la polémica acción del segundo gol culé. Ferran Torres anotó mientras Raíllo estaba tendido en el césped tras recibir un golpe en la cabeza, algo que desató la protesta de la afición local. Flick, sin embargo, fue tajante en su defensa de la jugada:

Pese a la controversia, el Barça amplió la ventaja con una genialidad de Lamine Yamal, que cerró el marcador con el 0-3.

Exigencia máxima de Flick

Más allá del resultado, Flick insistió en que su preocupación es la falta de intensidad y continuidad en el juego. El entrenador recalcó que no basta con ganar, sino que el Barça debe mantener la concentración durante los 90 minutos. Su enfado refleja la exigencia con la que afronta la temporada, consciente de que el proyecto azulgrana no puede conformarse solo con victorias cómodas, sino con una identidad competitiva sólida.

Hansi Flick en la presentación del Gamper. Fuente: Cadena SER

La exigencia de Flick y el futuro inmediato

El enfado del entrenador deja claro que la exigencia será máxima durante toda la temporada. El técnico vio cómo sus jugadores redujeron marcha justo cuando el escenario pedía un golpe de autoridad. En ese contraste entre el marcador y las sensaciones está el origen de su enfado: Flick no quiere un Barça que gane “por inercia”, sino un equipo reconocible, fiable y con hambre de someter al rival. En Son Moix, los tres puntos viajaron a Barcelona, pero la autocrítica del técnico dejó claro que todavía queda mucho por mejorar.

Flick quiere que el equipo crezca desde el primer día y que los nuevos fichajes se adapten rápidamente a su idea de juego, marcada por la intensidad y la disciplina táctica. Tras el partido en Son Moix, el vestuario ha captado el mensaje: el técnico no perdonará relajaciones, incluso en noches de goleada.