📝 El Bolonia de Mihajlovic derriba a la Roma: gran noche de Barrow | OneFootball

Iban apenas 15′ cuando Palacio arrastró marcas, Barrow pasó al ataque por el extremo izquierdo y metió un centro bajo que Smalling no fue capaz de despejar. Detrás de él llegó Orsolini, libre de marca, que definió a la derecha de Pau López. Fue el 5º gol en 8 partidos para Riccardo Orsolini. Duro golpe para la Roma, que no encontraba los caminos para llegar al arco de Skorupski.

Envalentonado por el gol, el Bolonia encadenó ocasiones insistiendo por izquierda, donde Santon parecía incapaz de contener a Barrow.

Sin embargo, el empate llegó a los 21′ con un gol en contra de Denswil, cuando un centro rasante de Perotti no había podido ser conectado por Dzeko. En el afán de despejar, Denswil terminó empujando la pelota a su propia meta. La Roma encontró el empate casi sin proponérselo demasiado.

Inmerecido o no, el 1-1 duró poco en el marcador, porque una vez más Barrow, que a esa altura era la figura del partido, clavó un disparo desde el vértice derecho del área, al ángulo izquierdo del arco de Pau López. Inatajable para el portero español.

Recordemos que Musa Barrow, de 21 años, surgió de las divisiones juveniles del Atalanta, equipo que lo cedió a préstamo al Bolonia en esta temporada.

Para ese entonces, la defensa de la Roma mostraba toda su fragilidad en cada avance del Bolonia. El equipo visitante había entendido que los giallorossi necesitaban otro golpe para terminar de caer, y salieron a buscar otro gol antes de que terminara la primera parte.

El comienzo de la segunda parte no cambió en nada la dinámica del encuentro. La Roma seguía sumida en su propia confusión y el Bolonia parecía decidido a no dejar que se le escapara la victoria.

¿Adivinan quién volvió a aparecer a los 51′? Por supuesto: otra vez fue Musa Barrow. Contragolpe de Bolonia que puso a Barrow cara a cara con Mancini, un regate con pierna izquierda hacia adentro y definición con pierna derecha al palo lejano de Pau López. Tercer gol de Barrow en cuatro partidos. La cámara se quedó con Paulo Fonseca, que miraba lo que pasaba en el campo con un gesto que reflejaba toda su frustración.

En ese contexto saltó Carles Pérez al campo a los 56′, sustituyendo a Cengiz Ünder, que tuvo una noche muy opaca. Y en pocos minutos Carles tuvo su primer remate al arco, tratando de darle un revulsivo al ataque romano.

Y a los 71′ llegó el descuento de la Roma. Carles Pérez recuperó un balón que se hizo circular rápido, Kolarov para Bruno Peres, centro corto y preciso del brasileño y soberbio cabezazo de Mkhitaryan. Faltaban 15 y la Roma no se resignaba. El partido entró en una zona de máxima tensión.

Fonseca convirtió a su equipo en una máquina ofensiva, con cuatro jugadores de ataque detrás de Dzeko: Kalinic, Perotti, Carles Pérez y Mkhitaryan. Y parecía que la remontada, o al menos el empate, era posible.

Claro que el desbalance ofensivo expuso a su único centrocampista defensivo, y llegó una jugada en la que Cristante fue con extrema violencia sobre Orsolini. Expulsión inobjetable. Se apagaba así la ilusión romana. La derrota profundiza el mal momento de la Roma, que pierde pie en la Serie A y necesita contener la crisis rápidamente para no poner en riesgo su clasificación a Europa.