La Galerna
·11 de enero de 2025
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A mis ojos exasperados, transidos de orzuelos producidos por la incredulidad, han llegado las imágenes del Cholo Simeone en su última rueda de prensa. Le pregunta un periodista si no queda claro lo difícil que es competir contra Madrid y Barça después del Caso Olmo y la sanción de Vinícius. El Cholo, como si le hubieran mentado la bicha, se descompone y se larga de la sala de prensa a la voz de “Mejor me callo”.
Siendo el Cholo como es, no iba a desperdiciar la ocasión de ejercer ese derecho folclórico. Estaba escrito en las estrellas. Lo que llama la atención es que exista un periodista capaz de formular una pregunta tan grotescamente desprovista de pudor, una que meta en el mismo saco el permiso administrativo para inscribir cuando y como le dé la gana otorgado al Barça, por un lado, y la sanción de dos partidos al delantero del Real Madrid a cuenta de una expulsión que jamás debió ser tal, por otro.
Que el favor gubernamental brindado al club cliente de Negreira iba a ser interpretado por medios y clubes antimadridistas en términos de “los beneficios a Barça Y MADRID” (dado que el Madrid pasaba por allí como el Pisuerga por Pucela) era algo que ni cotizaba, y la caspa patria que nos circunda se ha aferrado a la sanción a Vini como podría haberlo hecho a sus trenzas, ya por fortuna eliminadas de su cráneo.
No solamente el Atleti no tiene ninguna razón para quejarse de absolutamente nada, sino que debería más bien estar frotándose las manos ante las nuevas perspectivas arbitrales que se abren en el porvenir colchonero
La sanción de dos partidos a Vini es injusta, ya lo creo que sí, pero por excesiva. Mas aún: es injusta por existente, dado que responde a una tarjeta roja que no habría visto de no haber mediado la prevaricación de Soto Grado y Muñiz Ruiz en Mestalla. Este último error a sabiendas contra el Madrid lo cometió el responsable del VAR, el tal Muñiz, tras ser reprendido por Medina Cantalejo después de haber echado rigurosamente a Flick en el Villamarín. Menos mal que pronto le fue dada la oportunidad de redimirse expulsando a la máxima estrella de la liga de Tebas, quien desde su nombramiento como vicepresidente tiene también el control omnímodo de la RFEF.
Por esa expulsión injusta pretenden que Vini pague, encima, con varias docenas de partidos y siete sesiones de psiquiatra, y están tan indignados con que no se haga INjusticia con el brasileño que meten la cuestión en el mismo saco que lo de Olmo. Lo ha hecho Del Nido Jr., lo la hecho el periodista que preguntaba al Cholo y, con su airada “espantá”, digna de la dama de Pimpinela, lo ha hecho el entrenador del Atlético de Madrid. Tanta testosterona para luego acabar dejando en el aire efluvios pachulescos de drama queen.
No solamente el Atleti no tiene ninguna razón para quejarse de absolutamente nada, sino que debería más bien estar frotándose las manos ante las nuevas perspectivas arbitrales que se abren en el porvenir colchonero. El Barça podría dejar de ser el equipo del sistema. Los cortes de manga se pagan a nivel federativo, y el Comité Técnico de Árbitros sigue formando parte del organigrama de la siniestra organización roceña. Resulta además, como ha sido dicho, que dicha organización es ahora controlada por Tebas, quien podría no estar menos disgustado que su lugarteniente (y no al revés) Louzán por la maniobra laportista acudiendo al CSD. El corte de mangas del lamentable presidente azulgrana no solamente era para ti, para mí y para todos mis compañeros, sino también para Tebas.
De manera que no sería descartable que el viento cambiara de dirección. La flecha en la veleta esperando sigue quieta, como cantaba Juan Perro, pero aguardemos acontecimientos. Lógicamente, y por disgustados que estén en la Federación con el Barça, el CTA no va a empezar a cambiar de pronto su (falta de) estima hacia el Madrid, dado que el club blanco sigue personadísimo en la causa judicial del negreirato, por lo cual es detestado por el colectivo tanto como Tebas sigue detestando a Florentino.
Entonces, ¿qué va a suceder? ¿Qué club representa la tercera vía? No caigo, no caigo, pero yo por si acaso estaría muy pendiente de los próximos arbitrajes al Atlético de Madrid. Bien es cierto que, dada la historia de dicho equipo, jalonada de muy románticas derrotas que entusiasmaron el corazón sabinero, quedaría por ver si son capaces de aprovechar la oportunidad.
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