El Atleti desertó de la lucha | OneFootball

El Atleti entregó sus últimas opciones ligueras en Las Palmas, en otra noche sin actitud ni juego que queda para el olvido

Se acabó. Lo que era remoto y prácticamente utópico se ve ya como un imposible. No es para menos. Con 18 puntos en juego, remontar una desventaja de 10 puntos es improbable. No solo por la alta cantidad de tropiezos que deben cometer Barcelona y Real Madrid. Lo es también por un Atlético de Madrid que aguarda el fin de temporada como agua de mayo y que vaga entre opuestos sin rumbo definido.

Grandes partidos y actuaciones nefastas carentes de actitud. Una de cal y otra de arena. En eso se puede resumir un curso que empezó mal, en el que se alzó el vuelo antes del parón navideño y en el que ha habido un aterrizaje forzoso sin apenas supervivientes. Una caída sin paliativos que tuvo su punto álgido en la eliminación en Champions, que marcó un antes y un después en el seno colchonero.

Algo murió en el Atleti aquella noche. Lo que vino después ha sido solo la puntilla para un equipo tocado y hundido. En Las Palmas, el pasado sábado, se volvió a evidenciar. La remontada del Barça ante el Celta pareció afectar de lleno. Escaso juego y peor actitud en noventa minutos muy pobres que se remataron con un gol rival y una nueva derrota. El Atleti bajó los brazos, desertó de la lucha, abandonó la seña del cholismo.

La vuelta de los horrores

No fue Gran Canaria el único escenario que ha confirmado la vuelta de los malos vicios. La segunda parte de LaLiga es el mejor de los reflejos de que las malas costumbres no se olvidan. Esas en las que los de Simeone «tiran» los primeros tiempos y dejan el trabajo para las segundas partes. Esas en las que cada salida a domicilio es sinónimo de pesadilla, mal rendimiento y tropiezos inoportunos.

Culpables hay de todos los colores como para enfocarse en protagonistas concretos. Ninguno se salva de lo que los datos cuantifican. Por si alguien lo ha olvidado, el Atleti fue el campeón de invierno de LaLiga y encadenó hasta 15 victorias consecutivas. Fue lo último positivo a rescatar en un camino que se torció en Butarque y que ha continuado con obstáculos hasta hoy.

13 jornadas, 39 puntos posibles y solo 18 puntos logrados. Cinco victorias, cuatro empates y cuatro derrotas. Una primera vuelta de campeón, una segunda vuelta de media tabla o peor. Por delante, seis jornadas que se harán largas. Quedar tercero es sinónimo de participar en la próxima Supercopa de España. En ese objetivo y en el de llegar bien al Mundial de Clubes está la mente colchonera tras vivir en sus carnes la vuelta de los horrores.