
LaBullanguera.cl
·22 de diciembre de 2020
El adiós del capitán: Se cumplen 16 años de la despedida de Luis Musrri

In partnership with
Yahoo sportsLaBullanguera.cl
·22 de diciembre de 2020
El 22 de diciembre de 2004 es una fecha especial para Luis Musrri y la hinchada del Romántico Viajero. El 'eterno capitán', se despedía del fútbol en un duelo amistoso entre la 'U' de todos los tiempos frente al plantel de dicho año.
"Fueron 539 tardes que quedarán en nuestro corazón" decía un lienzo colgado en la reja del sector sur. Luego Los de Abajo no dejaban de clamar: "Han pasado muchos años, desde que te vi jugar, sólo me queda decirte, muchas gracias capitán"... llenando de emoción una noche especial, no sólo para el festejado, sino para varios de los invitados, hombres grabados a fuego en el corazón univeritario.
Así hubo espacio para los cánticos dedicados a Sergio Vargas, para el "Huevito" Valencia, para Leonel Sánchez, para Marcelo Salas y para Leonardo Rodríguez.
El equipo de la "U" enfrentó a una selección de "estrellas azules" conformado en un principio por insignes como Sergio Vargas, Cristián Mora, Cristián Castañeda, Faustino Asprilla, David Pizarro, Leonardo Rodríguez e incluso Leonel Sánchez que jugó cerca de 10 minutos para ser reemplazado luego por Mauricio Pinilla.
Así, la U venció al "equipo de estrellas" por 5 a 1. Sergio Gioino abrió la cuenta para los universitarios mediante golpe de cabeza a los 11 minutos y luego Marco Olea convirtió la segunda cifra a los 18', tras lo cual regaló la corbata con que suele festejar sus conquistas al homenajeado Musrri.
Luego vino el descuento de Pinilla para las estrellas a los 31', pero Olea anotó su segunda cifra personal a los 33', mientras que Gioino cuatro minutos después dejó la cuenta 4-1.
En la segunda parte se produjeron varios cambios, lo que desdibujó el partido, pero a esa altura ya no importaba porque todo el mundo ya esperaba el epílogo con el merecido homenaje a Musrri.
Y llegó el instante culmine, cuando a los 75' minutos Javier Eduardo Musrri, de cinco años en aquel entonces e hijo del mediocampista de la U, reemplazó a Christian Martínez. Ahí Musrri, el hombre recio y fiero, no pudo más y comenzó a soltar sus primeras lágrimas y comenzó a vivir sus últimos segundos como profesional.
Y no pudo tener mejor final, porque vino un sucesión de pases entre Musrri y su hijo, que el retoño se encargó de convertir en gol dando paso a la ceremonia final, donde mientras recibía miles de reconocimientos, todo aderezado por el incesante canto de Los de Abajo y de las bengalas que caían de la galería.
Fue un adiós soñado, un adiós merecido para un grande, un hombre que en un puesto que por lo general pasa de forma delucida, logró marcar época, donde fue uno de los jugadores más importantes en la historia de Universidad de Chile.