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·5 de marzo de 2019
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EDITORIAL
La presencia de jugadores de la Masia en el primer equipo del Barcelona alcanza mínimos históricos tras la salida de Munir El Haddadi en el mercado de invierno y de Sergi Samper, que el martes se despidió del club en el que ha pasado dieciocho años para marcharse al Vissel Kobe de Andrés Iniesta tras rescindir su contrato. Sin ellos, la presencia de jugadores formados en casa se reduce a siete: Jordi Alba, Gerard Piqué, Sergi Roberto, Sergio Busquets, Carles Aleñá, Rafinha Alcántara y Leo Messi.
Es la cuota más baja de jugadores de la Masia desde que el rosarino debutara en 2004. Es decir, con Messi en el primer equipo nunca había habido tan pocos jugadores de casa con ficha del primer equipo como en estos momentos. Para encontrar la última plantilla del primer equipo que contó con una nómina inferior de jugadores formados en el vivero azulgrana hay que remontarse a la temporada 2002-2003, la que empezó Louis Van Gaal y acabó Radomir Antic mientras Joan Gaspart vivía sus últimos meses en la zona noble del Camp Nou. Desde entonces había habido siempre por lo menos ocho. Hoy son siete.
En aquellos momentos la presencia de jugadores de la Masia en el primer equipo se limitaba a unos jovencísimos Carles Puyol y Xavi Hernàndez, además de Gabri Garcia y Gerard López. Aquel año también jugaron Fernando Navarro, Víctor Valdés, Thiago Motta, Oleguer Presas, Òscar López, Nano e Iniesta, pero lo hicieron como jugadores del filial que todavía eran. Hoy, diecisiete años después, el Barcelona ha vuelto a ver reducida la cuota de canteranos en el primer equipo.