EDITORIAL | Un robo histórico con la firma de Orsato | OneFootball

En ocasiones caemos en la torpe justificación de factores externos para aliviar el dolor de la derrota y por norma general, el árbitro no va ganando y perdiendo partidos. Decisiones inoportunas -algunas más que otras-, porque el árbitro también es persona. Pero, muy a nuestro pesar, esta vez no podemos darle ojana a este colectivo. En el fallo puntual en una jugada controvertida te muerdes la lengua y aprietas los puños, pero cuando se produce un arbitraje casero, con decisiones inexplicables y actitudes autoritarias más que reprochables no te queda otra cosa que repasar árboles genealógicos y maldecir el puñetero fútbol.

Daniele Orsato es una cara reconocida en el fútbol internacional y referente en el arbitraje de Italia. Desde 2010 controlando partidos de gran relevancia en competición europea. No exento de líos el pelo pincho, ha tenido sus más y sus menos porque siempre suele dar la nota. Con la cara de este señor te tienes que quedar porque le gusta ser protagonista y le gusta dejar claro a los jugadores quién es el que manda. Dialogador, pero cuando él quiere y siempre amarrando en corto a los jugadores para que no se le escape el partido de las manos.

“Nunca hablo de árbitros, pero hoy es imposible no hablar. Es uno de los peores que conozco. No solo por el partido de hoy. Me ha pitado muchas veces y nunca tengo buen recuerdo de él. Es un desastre”. El mismísimo Luka Modric, un jugador que, además de su excelente calidad futbolística, no es conocido por ser mediático delante de los micros, estalló tras las semifinales entre Croacia y Argentina del pasado Mundial 2022. También se vio envuelto en polémica, con investigación judicial de por medio, por su arbitraje en 2018 en el Inter-Juventus y con consecuencias tales como no dirigir más partidos del Inter por tres temporadas.

¿Hacen memoria del enfrentamiento entre Nasri y Vardy en el Leicester 2-0 Sevilla de Champions? Partido raro. ¿El árbitro? Daniele Orsato. ¿Y del individuo que saltó en Eindhoven para golpear a Dmitrovic la pasada temporada? Sí, otra derrota 2-0. El árbitro también fue Daniele Orsato.

El mismo que en el minuto 52 anula un gol por una mano un tanto cuestionable de Adriá Pedrosa y no va a ver la pantalla del VAR. Es decir, que los muchachos de la sala arbitraron el partido desde una televisión. Él actuó de monigote y confió ciegamente en el criterio de sus compañeros. Lo nunca visto. En el minuto 85 vuelve a dar la nota pitando un penalti que tampoco es claro. Sergio Ramos va al límite, Tillman resbala y el contacto es inexistente, pero para Orsato, que se encontraba a la espalda de la acción y con Rakitic mediante, sí lo es. El VAR le cuenta algo por el pinganillo y, ¿para qué lo va a ver? ¡Que lo vea la gente desde su casa! Y ya para rematar, la falta de Sergio Ramos que lleva al gol del empate aunque es una torpeza absoluta -todo sea dicho-, no la puede pitar el línea que está viendo como el jugador del PSV se va inclinando hacia atrás para caer y el camero levanta los brazos para dejar claras las intenciones.

Separando la conspiración de la venganza de Orsato por fulminar el Sevilla a dos equipos italianos la pasada Europa League, lo que no puede ser es que un árbitro esté en el césped como una marioneta, para dar el pego. Arbitran desde el VAR y señalan los líneas las jugadas que más cerca les queden. Orsato, al que cada vez se le ve más cara de saborío, quiso ser lo que quieren ser otros cuando se ven empequeñecidos por la sombra del Sevilla FC: “la novia en la boda, el niño en el bautizo, el muerto en el entierro”.

EINDHOVEN, NETHERLANDS – FEBRUARY 23: Referee, Daniele Orsato makes a decision during the UEFA Europa League knockout round play-off leg two match between PSV Eindhoven and Sevilla FC at Phillips Stadium on February 23, 2023 in Eindhoven, Netherlands. (Photo by Frederic Scheidemann/Getty Images)