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El contrato de Iván Marcone con Independiente finaliza el 31 de diciembre de 2024 y, como era de esperarse, su continuidad ha desatado un amplio debate entre los hinchas. Las encuestas recientes reflejan la paridad de opiniones: una mitad cree que debería quedarse, mientras que la otra sostiene que su ciclo está cumplido. Sin embargo, la respuesta a esta cuestión no es sencilla y, como suele ocurrir, depende de muchos factores.

Los pros de la continuidad

Uno de los principales argumentos a favor de su permanencia es su jerarquía y experiencia. Marcone, a sus 34 años, sigue siendo el referente del mediocampo y el capitán del equipo. Su conocimiento del juego, la lectura táctica y la capacidad de ordenar a sus compañeros son atributos difíciles de reemplazar. Además, el propio Julio Vaccari expresó que desea contar con él en 2025, más allá de que el DT también planea incorporar otro volante central.

A esto se suma el deseo público del propio jugador. Marcone declaró en reiteradas ocasiones que su sueño es seguir en Independiente. Desde que llegó al club, remarcó que luchó mucho por esta oportunidad y no quiere desaprovecharla. Este sentido de pertenencia, en un fútbol cada vez más mercantilizado, suele ser valorado por los hinchas.

Los contras de la continuidad

Del otro lado de la balanza, se encuentran los argumentos que sostienen que el ciclo de Marcone está cumplido. Su rendimiento ha tenido altibajos, y algunos cuestionan su capacidad para mantener la titularidad en un equipo que busca renovarse y ser protagonista. La edad también entra en la discusión, ya que con 34 años no es sencillo sostener la intensidad física que requiere la función de volante central en el fútbol actual.

También está el aspecto económico. Marcone tiene uno de los contratos más altos del plantel, y la decisión de renovarlo o no estará atada a una eventual reducción de su salario. Si el jugador acepta continuar con un contrato menor y también con un rol distinto -es decir, no ser el titular indiscutido-, su permanencia podría verse con mejores ojos. Caso contrario, su continuidad será más difícil de justificar.

El plan de Vaccari y las alternativas

Vaccari dejó en claro su postura: si Marcone sigue, Independiente traerá a otro volante central. Pero si el capitán no renueva, el DT pedirá la llegada de dos mediocampistas para reforzar esa zona. Este mensaje implícito también revela que el entrenador no confía plenamente en los volantes actuales para cubrir ese puesto clave. La continuidad o salida de Marcone, por lo tanto, no solo afecta su futuro personal, sino también la planificación deportiva y económica de la institución.

La pregunta queda planteada para los hinchas de Independiente: ¿Debería continuar Iván Marcone en 2025? La respuesta, como ya se dijo, dependerá de varios factores: las condiciones del nuevo contrato, el rol que se le asigne en el plantel y el rendimiento deportivo que pueda ofrecer. Su deseo de quedarse es evidente, pero la decisión final la tendrán el club y la dirigencia. ¿Será el 2025 el año de la renovación o del adios para el capitán? La palabra la tienen los hinchas.