De Top a prescindible. La llegada de Xavi Alonso le ha perjudicado. Está en el mercado | OneFootball

En el Real Madrid nadie tiene el puesto asegurado. Ni siquiera aquellos que llegaron con el cartel de estrella, o que fueron piezas importantes en ciclos anteriores. El fútbol no espera, y el club blanco, menos.

Con la llegada de Xabi Alonso al banquillo del Santiago Bernabéu, varias jerarquías se han tambaleado. El nuevo técnico tiene una idea clara, y no piensa hipotecarse por nombres o trayectorias.

Hay jugadores que con Ancelotti eran VIPs indiscutibles… y que ahora apenas cuentan como fondo de armario.

Una figura en entredicho

El caso más llamativo es el de Eduardo Camavinga. El centrocampista francés, que llegó como una apuesta de futuro, tuvo fases de gran protagonismo durante la etapa de Ancelotti. Pero no entra en los planes de Xabi.

Le ve como un perfil versátil, pero no como pieza clave en su centro del campo.La competencia es feroz. Con la presencia de Tchouaméni, Bellingham, Valverde, Arda Güler y ahora Mastantuono, hay poco margen para jugadores que no terminan de asentarse.

Xabi valora la entrega y la energía de Camavinga, pero considera que su toma de decisiones y su irregularidad le dejan por detrás.

El mercado escucha

Por eso, en las oficinas del Bernabéu ya se ha tomado una decisión importante. Si llega una oferta interesante por Camavinga este verano, el club está dispuesto a venderlo. No lo regalarán, porque creen que aún tiene cartel en Europa y futuro.

En el club blanco saben que el PSG estaría muy interesado en repatriarlo. Se trata de negociar y llegar a un acuerdo con el precio.

Pero ya no se le considera intransferible. Si un club pone sobre la mesa entre 50 y 60 millones de euros, la operación se estudiará muy seriamente.

En ese caso, Xabi prefiere promocionar a un canterano como Mario Martín, más receptivo a sus métodos.

El legado de Ancelotti se desmorona

Esta situación refleja un cambio profundo en la filosofía del club. Ancelotti siempre fue partidario de fichar fuera y priorizar los nombres consagrados. Pero Xabi Alonso tiene otra visión: quiere una plantilla más equilibrada, más coral y con menos dependencia de figuras mediáticas.

Cree que el hambre y la disciplina están por encima del caché. Por eso, jugadores como Camavinga o Ceballos ya no tienen el mismo peso.

El primero, por falta de evolución. El segundo, por no ofrecer lo que Xabi exige en cuanto a ritmo, posicionamiento y presión alta.

El nuevo Real Madrid empieza a definirse. Y en ese dibujo, no todos caben.