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·8 de noviembre de 2024

De «Fergie» a Sir Alex Ferguson

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En diciembre de 1989 Alex Ferguson se sumía en la oscuridad del Teatro de los Sueños al grito de «tres años de excusas», en noviembre de 2024 el Teatro de los sueños aún reclama con nostalgia al Sir que convirtió al United en el mejor equipo de Inglaterra

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Fuente, Julian Finney. Estatua de Sir Alex Ferguson en Old Trafford.

El legado que comenzó en las montañas de Escocia

La historia del Británico máx exitoso en la historia del fútbol comenzó en invierno de 1941. En la víspera de año nuevo, en la pequeña localidad de Govan (Glasgow), nacería un 31 de diciembre de 1941 Alex Champan Ferguson. Alex fue en su momento un joven escocés que tuvo que compaginar desde su temprana adolescencia, el trabajo y la pasión de jugar al deporte que siempre formó parte de su vida, el fútbol.


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A pesar de recorrer las Tierras Altas del Reino Unido como delantero centro, su legado como jugador es una mera sombra de su trabajo como director técnico. El genio británico fue futbolista profesional hasta 1974, cambiando las botas por los banquillos y adentrándose en un ámbito que lo convertiría en leyenda.

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Fuente, Mike King, Getty Images. Mural del Mundial de México de 1986.

El Aberdeen y «Fergie», un intercambio de honores y éxitos

Tras pasar por el East Stirlingshire y el Saint Mirren en sus primeros pasos como entrenador, Ferguson dio el salto al Aberdeen. Tras tener una fuerte disputa legal con el Saint Mirren, Ferguson llegó a «la Ciudad del Granito» con la intención de labrarse un nombre como director técnico. El «furioso Fergie», apodo que se ganó en su propio vestuario, devolvió al Aberdeen a lo más alto del fútbol escocés.

Tras 15 años de reparto de ligas entre Rangers y Celtic, Ferguson tumbó en la 79-80 la racha de los dos titanes de Escocia. Hacerse con aquel título liguero, que el Aberdeen no poseía en sus manos desde 1955, unió definitivamente a la plantilla con el entrenador  de Glasgow. A pesar de ser pretendido por el Wolverhampton, Ferguson dejó claras sus intenciones respecto al Aberdeen «no he cumplido ni la mitad de mis ambiciones aquí».

Los años pasaron, y Ferguson seguió cosechando éxitos tanto nacionales como internacionales con el Aberdeen. Una recopa de Europa frente al Real Madrid en 1983, se sumaron a distintos títulos a nivel nacional que lo acercaron a la selección escocesa. Alex Ferguson asumió el primer cargo de entrenador de Escocia tras el repentino fallecimiento de Jock Stein, para afrontar la eliminatoria contra Australia que tenía como premio un boleto al Mundial de México de 1986.

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Fuente, Christopher Furlong. Old Trafford visto desde una vista aérea.

El director de la obra llegó al Teatro de los Sueños

Tras unas cuantas ideas y venidas, Ferguson se convertiría en entrenador del Manchester United en noviembre de 1986. El joven entrenador británico llegaba a una entidad en decadencia, con falta de aspiraciones y a la deriva, alejada de sus épocas de gloria de antaño. Un vestuario deprimido y corrompido por los excesos fue reconducido por la mano dura de Ferguson.

A pesar de que el club tomó un rumbo ascendente, las piedras por el camino de Sir Alex pudieron acabar de forma prematura con su carrera al mando de los «Red Devils». Una dinámica nefasta de resultados en el primer tercio de la temporada 89-90 pusieron contra las cuerdas a Ferguson. Años después el exitoso técnico admitió que el mes de diciembre de 1989 fue la etapa más ocura de su carrera como dirigente.

Ferguson no trasnmitía seguridad al aficionado, lo veían como un hombre proclive a dar promesas de éxito que no llegaban. Las excusas, su marcado carácter y los resultados en el césped pusieron a los socios contra el escocés. Las pancartas y los medios pedían su cese, el cual con el diario de lunes en mano, pudo haber sido una de las peores decisiones en la historia moderna del United de haberse producido.

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Fuente, Bongarts, Getty Images. Eric Cantona frente al Borussia Dortmund en 1997.

Eric Cantona y los comienzos del legado en la Era Premier

Para suerte de los mancunianos, Ferguson se mantuvo en su cargo. A pesar de que los títulos locales (acompañados de una recopa de europa en 1992) comenzaron a llegar, la insatisfacción de no poder alzarse con la liga perseguían sin cesar al entrenador del United. Para el curso 1992-1993, el fútbol inglés sufrió una reestructuración que daría paso a una era dorada para el conjunto de Old Trafford.

La primera división inglesa se convirtió en la Premier League. Tras quedarse a las puertas por 6 años consecutivos, viendo como el Leeds United o el Liverpool (entre otros) se quedaban con el campeonato doméstico, llegó la hora del United. Comandados por la osadía y la locura de Eric Cantona, el Manchester United ganaría la primera edición de la Premier League, trayendo la liga de vuelta a casa tras 26 años de desoladora sequía.

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Fuente, Alexander Hassenstein. David Beckham con el Manchester United en la Champions League 2002-2003.

La segunda parte de los 90, consolidación del profeta

En verano de 1995, Ferguson volvió a ser el centro de atención de las críticas. Su apuesta por una camada de jóvenes futbolistas inexpertos, en detrimento de la salida de figuras como Paul Ince, no fue bien recibida. Sin embargo, como ya había sucedido con anterioridad, Alex Ferguson se acogió a su inverosímil capacidad de leer el futuro.

Dentro de aquel grupo de novatos se encontraban entre otros, David Beckham, Phil Neville, Gary Neville o Paul Scholes. Los éxitos no tardaron en llegar, ya que esa misma temporada el Newcastle de Kevin Keegan vio como un joven comando liderado por la astucia del experimentado Cantona, se volvería a llevar el gato al agua con la conquista de la liga de 1996.

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Fuente, Marcus Brandt. Peter Schmeichel consolando a Canster Jancken.

El triplete de Sir Alex Ferguson

La imbatibilidad y superioridad de los Red Devils en la Premier league resultaban abrumadoras. Como de costumbre el fútbol sería caprichoso nuevamente con Fergie, que ahora trabajaría con la exigencia de lograr grandes hazañas a nivel europeo. El objetivo de la Champions League se convirtió en una carrera de fondo para Ferguson, que alcanzaría en 1997 las primeras semifinales del club tras 28 años de ausencia.

El equipo parecía haber encontrado su punto de madurez. Giggs, Beckham, Scholes, Schmeichel, Keane entre otros, eran los encargados de comandar al equipo hacia el sueño de la orejona. El 26 de mayo de 1999, los chicos de Ferguson hicieron historia en Barcelona. El Camp Nou recibía al Manchester United y al Bayern de Múnich para decidir cual se consagraría aquella temporada como rey de Europa.

Un temprano gol de libre directo de Mario Basler adelantaba a los 5 minutos a los bávaros. La final transcurrió sin sobresaltos de peso para los alemanes. Sin embargo llegados al minuto 90 el Manchester United se acogió a la épica destinada para las leyendas. Teddy Sheringham empataba en el 90 el encuentro tras un saque de esquina de Beckham. Segundos después, Solskjær firmaba el segundo, certificando una de las remontadas más épicas en la historia de la Champions League, dejando abatidos y entre lágrimas a los futbolistas germanos.

De esta forma el Manchester United confirmaba la triple corona esa temporada. Venció al Newcastle en la final de la FA Cup, ganó la liga con épica ante el Arsenal y se hizo con la Copa de Europa en una noche inolvidable frente al Bayern. Tras este hito, Ferguson fue condecorado por la Casa Real Británica, recibiendo el título oficial de Sir por parte de la Reina Isabel II, al ser el primer entrenador en la historia en ganar un triplete.

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Fuente, Denis Doyle. Cristiano Ronaldo y Sir Alex Ferguson en Montecarlo Mónaco en el año 2008.

Los 2000, CR7 y su despedida

Tras un amago de retiro a inicios de siglo, Ferguson continuó con su estadía en Old Trafford. Las plantillas variaron, el fútbol evolucionó, pero los éxitos se mantuvieron para el Manchester United. Ya como una marca global reconocida, el equipo de Ferguson cosechó entre el año 2000 y 2013, 9 títulos de premier league (dos veces con tricampeonato consecutivo).

Además lograron otra orejona en 2008 frente al Chelsea. Su disputa con el Chelsea y el Arsenal en la primera década de este siglo fue memorable. Para el año 2003, llegaba procedente desde el Sporting de Lisboa una joven promesa de Madeira. Aquel chico tímido pero contudnente en cuanto a sus aspiraciones, era ni más ni menos que Cristiano Ronaldo.

Desde un primer momento Sir Alex Ferguson depositó su confianza en el talentoso atacante portugués. Ferguson y Ronaldo se aliaron para convertirse ambos en protagonistas principales de la última era dorada del club. El astro portugués siempre destacó a Ferguson como una figura paternal para él, haciendo clara muestra de la complicidad que ambos tuvieron en el inicio de la carrea de la leyenda de Madeira.

Para tristeza de los Red Devils todos los cuentos de hadas se acaban. Tras coronarse campeón en la temporada 2012-2013, Ferguson hacía oficial su marcha del club y la consecuente retirada de los banquillos. Desde su retiro, el club inglés no ha vuelto a alzarse con un título importante. Más de una década después de su marcha, el Teatro de los sueños aún añora la figura de una leyenda que comenzó siendo el furioso e insoportable «Fergie», para convertirse en el indiscutible y exitoso, Sir Alex Ferguson.

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Fuente, Dan Mullan. Reencuentro de Cristiano y Ferguson en la segunda etapa del portugués en el Manchester United en el 2022.

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