Cultural 1 – 1 Andorra: la vida puede ser maravillosa | OneFootball

La Cultural logra el ascenso pese a un correoso Andorra y la próxima temporada será equipo de la Liga Hypermotion

Aquello de que la vida puede ser maravillosa lo decía Andrés Montes. Porque, aunque al fútbol y al deporte se le conozca como lo más importante de lo menos importante, existen auditorios particulares en los que, por momentos, cobran mayor relevancia. El último partido de la Cultural frente al Andorra es un retrato milimétrico de lo que ha vivido el equipo leonés a lo largo de la temporada. Líder de la primera jornada a la última, llegando a dominar por más de diez puntos de ventaja y acabar pidiendo la hora. Ascenso directo por un gol, ese mismo gol que te hizo descender hace ocho temporadas. La suerte, esa que tantas veces le dio la espalda al equipo de León, por fin se la devuelve.

Una previa espectacular

El ambiente en la previa no era de 1ª RFEF, ni siquiera de la segunda categoría del fútbol español. Y, es que, León se volcó con su equipo, conocedores de que el 24 de mayo iba a ser una fecha histórica para su equipo, sucediese lo que sucediese. Corteo, recibimiento, mosaico…todo lo que se podía aportar desde la grada se aportó. Y, por lo que respecta a los jugadores, el esfuerzo también era notable. Bicho, que ya el miércoles reconoció que iba a forzar, era titular junto a Kevin Presa en el medio del campo. Víctor García y Pibe también recuperaba la titularidad de cara a la final.

Beto Company guardó algunas de sus principales piezas mirando a los playoff, ya que contaba hasta con siete jugadores apercibidos para esa ronda de promoción. El hecho de que Molina, mediocentro, formase pareja de centrales con Trigueros o que Manu Nieto, pichichi andorrano, se quedase en la banqueta, eran modificaciones que hablaban por si solas. ¿Las cuentas? También muy claras. A la Cultural le bastaba con sacar algún punto para ser equipo de segunda división o que, en su defecto, la Ponferradina no ganase en Sestao.

La efectividad es determinante

Poco (o nada) pareció importarle al Andorra el ambiente, pues salieron embalados. Presión muy alta y ganándole la partida por completo en el centro del campo a los leoneses. Las ocasiones, en el primer cuarto de hora, eran tan recurrentes como peligrosas. Lautaro, con una media vuelta digna de `9´ puro, hizo que las 13.500 almas que poblaban el Reino de León se quedaran mudos por segundos. El uruguayo, junto a Alpanis y Villahermosa, movían el balón al más puro estilo culé de su presidente Gerard Piqué, quién estaba presente en el palco.

Las noticias que llegaban desde Las Llanas tampoco eran halagüeñas, ya que Álvaro Bustos adelantaba a la Ponferradina y obligaba, así, a la Cultural a sumar. El palo se encomendó de salvavidas para que los leoneses mantuviesen ese ascenso virtual llegada la media hora de juego. Y, es que, un testarazo de Trigueros a la salida de un córner estuvo apunto de darle el primero a los andorranos. A partir de ahí, aunque de forma tímida, comenzó a crecer el conjunto local. Lo hizo a través de un Bicho que, independientemente de su estado físico, se convertía en el director de orquesta.

Las bandas, formadas por Samanes y Pibe, quizás no estaban todo lo brillantes que se requería, pero en una de las primeras que tuvieron sacaron su efectividad a relucir. No había tirado a puerta la Cultural cuando el león de Berrizoar le puso un caramelo a Manu Justo que, como canta el cántico de su afición, no falla. Eso sí, su posición era irreglamentaria y la explosión de alegría fue efímera. Era el minuto 40 y la sensación, al menos, era otra. Todo de lo que presumía el Andorra arriba, carecía abajo. Y, en la siguiente jugada, Chacón emuló a Justo para poner el primero. El gallego estaba también en fuera de juego, pero esta vez el asistente de Pérez Peraza no lo indicó. Un tanto psicológico que desembarcó en León como si de un caramelo en un recreo se tratara.

Sufrimiento hasta el final

Camino de vestuarios la situación era ideal, pues la Real Sociedad B también se había adelantado y, por tanto, el Andorra no se jugaba nada en lo que restaba de encuentro. Al igual que lo del ambiente, tampoco les afectó lo que sucediese en otros terrenos de juego. Y, sin tanto dominio o presión como el que pudieron demostrar en la primera mitad, se encontraron con el premio mucho antes. Siquiera corría el minuto diez del segundo periodo cuando un zapatazo tremendo de Álvaro Peña se coló por la escuadra izquierda de Bañuz. El Reino, lejos de silenciarse, respondió apoyando con más ímpetu a los suyos.

Fuente: Redes Sociales `X´ de la Cultural

Como las desgracias nunca vienen solas, Pibe se iba al suelo lesionado y, en su lugar, ingresaba Calderón. Uno más que cae físicamente en un final tremendamente largo para los de la Cultural. Trató de responder el conjunto cazurro en la siguiente, pero la volea de Samanes era repelida por Nico Ratti, quién realizaba su primera intervención de la tarde. También cogía Víctor García el camino hacia las duchas antes de tiempo. ¿Su reemplazo? Guzmán. Es decir, Llona se quedaba sin dos de las tres ventanas de cambio por causas obligadas.

La fatiga también hizo mella en los andorranos, lo cual enfrió ligeramente el partido. El problema de los leoneses es que no disponían de red y, en cualquier jugada, se les podía escapar el ascenso. Lautaro, percutiendo en área rival, cazó una volea que se marchó lejos de la portería defendida por Bañuz. Cerca de media hora restaba para el final, treinta minutos eternos para los locales en los que, ciertamente, no ocurrió prácticamente. La Cultural, ocho años después, regresa al fútbol profesional.

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