El Tabloide Inglés
·13 de noviembre de 2024
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Arsenal, Liverpool, Tottenham y Manchester United han tomado una postura decidida en contra del Man City, reservándose el derecho de exigir indemnizaciones si el club es hallado culpable de incumplir las normativas financieras de la Premier League. Las demandas, que podrían transformar el fútbol inglés, ya están en marcha y esperan un fallo clave a comienzos del próximo año.
El escándalo financiero que envuelve al Manchester City sigue ganando fuerza, y ahora cuatro de sus principales competidores en la Premier League están preparados para pasar a la ofensiva legal. Arsenal, Liverpool, Manchester United y Tottenham Hotspur han presentado formalmente demandas legales a través de arbitraje, reservándose el derecho de solicitar compensaciones si se confirman las 115 presuntas infracciones de las normas financieras cometidas por el actual campeón de la liga inglesa.
Según información revelada por The Times, la medida se realizó justo antes de que venciera el plazo de prescripción, lo que marca un paso clave en la estrategia de estos clubes para asegurar su derecho a compensación. Las posibles indemnizaciones podrían alcanzar cifras astronómicas si se llega a confirmar que el Manchester City manipuló sus finanzas, afectando así la competencia justa durante varias temporadas.
El proceso contra el Manchester City está siendo evaluado por una comisión independiente, y no se espera un veredicto antes del año nuevo. Sin embargo, los cuatro clubes decidieron no esperar al resultado final, presentando sus demandas antes del 5 de noviembre de 2024, fecha límite establecida por la Ley de prescripción de 1980 en el Reino Unido. Este marco legal permite presentar reclamaciones hasta seis años después de que se hagan públicos los detalles de una infracción, en este caso desde que el sitio web alemán Der Spiegel reveló los documentos de Football Leaks en 2018.
La decisión de anticiparse a la resolución final es comprensible, ya que, según los abogados de los demandantes, si esperaban al fallo, corrían el riesgo de que cualquier reclamación pudiera considerarse fuera de plazo. De confirmarse las acusaciones, la compensación podría incluir ingresos perdidos por la falta de clasificación a torneos europeos, pérdida de títulos de liga y otras afectaciones económicas significativas para los clubes involucrados.
Curiosamente, el Chelsea, otro de los grandes clubes de Inglaterra, no se ha sumado a estas demandas. Actualmente, el equipo londinense enfrenta su propia investigación sobre supuestos pagos irregulares durante la era de Roman Abramovich. Estos cargos, que abarcan el periodo de 2012 a 2019, fueron denunciados por la nueva administración del Chelsea, liderada por Todd Boehly y el consorcio Clearlake Capital, quienes reportaron la situación tanto a la Premier League como a la UEFA. De confirmarse las irregularidades, se abriría otra ventana para potenciales demandas de compensación por parte de los clubes rivales, con una fecha límite para presentar reclamaciones hasta junio de 2029.
Las presuntas violaciones del Manchester City incluyen la falta de transparencia en la información financiera durante nueve temporadas, omisión de detalles salariales durante la gestión de Roberto Mancini (2009-2013) y la falta de información sobre la remuneración a jugadores clave, como Yaya Touré, entre 2010 y 2016. Además, el club ha sido acusado de no cooperar con la investigación y de no entregar documentación requerida en múltiples ocasiones.
Estas acusaciones, de probarse, podrían no solo resultar en sanciones deportivas para el club, sino también en una avalancha de demandas por parte de sus competidores, que buscarían compensar las pérdidas sufridas a lo largo de varias temporadas en las que el Manchester City, presuntamente, habría tenido una ventaja económica injusta.
Este tipo de demandas a través del arbitraje no son inéditas en la Premier League. El pasado reciente ofrece ejemplos, como las reclamaciones presentadas contra el Everton por cinco clubes cuando fue penalizado por infringir las Reglas de Rentabilidad y Sostenibilidad. Sin embargo, la magnitud del caso del Manchester City es mucho mayor, y cualquier veredicto podría sentar precedentes legales importantes que redefinan las reglas del juego en la liga más popular del mundo.
Mientras la Premier League se enfrenta a uno de sus mayores desafíos legales, los clubes rivales se preparan para un desenlace que podría tener repercusiones en el futuro financiero y competitivo del fútbol inglés. El veredicto, previsto para el próximo año, mantiene en vilo a toda la comunidad futbolística, y lo que está en juego va más allá de lo deportivo: el honor y la integridad del deporte rey están bajo el escrutinio más minucioso de la última década.