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La Galerna

·13 de agosto de 2025

Cuando Gento y Manolín Bueno jugaron juntos

Imagen del artículo:Cuando Gento y Manolín Bueno jugaron juntos

Paco Gento y Manolín Bueno coincidieron un total de doce temporadas en el Real Madrid. El cántabro cerró la puerta de la titularidad al sevillano, pero este nunca se ha arrepentido y se mostró orgulloso de haber podido pertenecer tanto tiempo a la disciplina del Real Madrid. Por ejemplo, en una entrevista en Pueblo en 1965 declaró que “Gento no ha hundido mi carrera. Solo me ha aburrido”. Bueno habría sido titular y con un gran estatus en muchos equipos del fútbol español y europeo, y prefirió un periplo deportivo en la casa blanca. Además, en unas cuantas ocasiones llegaron a jugar juntos. Una situación extraña en la época, no como en la actualidad, porque lo habitual es que los extremos jugasen a pierna natural y no a banda cambiada.

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Tanto Gento como Bueno tenían algunas cualidades similares. Ambos eran livianos, ágiles y desequilibrantes en el extremo izquierdo. La Galerna del Cantábrico era más veloz, tenía una parada en seco única y un excepcional disparo, mientras que el puntero andaluz brillaba también por su calidad técnica individual y su habilidad para el regate. Miguel Muñoz los probó en alguna oportunidad a los dos sobre el césped para comprobar si eran compatibles. La solución fue casi siempre alinear a Manolín Bueno en el extremo diestro, un recurso que con los años en el fútbol se ha convertido en lo normal. Una situación parecida ocurrió en la selección española con la convivencia entre Gento y otro gran extremo izquierdo como el atlético Enrique Collar. En ese caso también fue el sanjuanero el zurdo que cambió su posición lógica y se desenvolvió durante unos cuantos partidos en la banda derecha.


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En una veintena de encuentros en un intervalo de diez años coincidieron sobre el césped los dos extremos. Fueron tanto partidos oficiales como diferentes amistosos y choques típicos de pretemporada en los que se disputaban torneos veraniegos.

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Al final de la temporada 1960-61 Muñoz no estaba plenamente satisfecho del rendimiento de Canario como extremo diestro. Además, se vislumbraba pronto el inicio de la Copa en la que el brasileño por ser extranjero no podría jugar y todo ello desembocó en la probatura de Bueno como wing por la banda diestra.

El 2 de marzo de 1961 el Real Madrid se midió en el Bernabéu en un amistoso al Aarhus danés. Gento salió por la banda izquierda y Manolín Bueno por la derecha. Su primer partido ahí gustó. Asistió a Antonio Gento en el primer tanto y para Matías Prats en Pueblo estuvo “hábil, alegre y veloz, con mucho crédito en las tribunas, demostró que sabe correr la línea, que tiene dos piernas para golpear el cuero y que sus centros pasados, magníficos, llevan la firma de un buen exterior”. Respecto a su nueva posición, escribió que “uno salió del campo pensando que Bueno puede ser extremo titular del equipo pentacampeón, pero que también para conseguirlo le hace falta jugar partidos de compromiso y no de ensayo”.

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Frente al Zamalek en Egipto

La semana siguiente el Madrid tenía concertado un viaje a Egipto para un amistoso ante el Zamalek en El Cairo. Los blancos vencieron con claridad por 1-4 y en esta ocasión Bueno y Gento coincidieron en la segunda mitad cuando el sevillano sustituyó en el descanso a Canario. Con el retorno de la Liga, el brasileño volvió a coger el puesto hasta el mes de abril en el que se produjo la sorpresa de cara a la visita a Valladolid. En medios como Marca, se hacían eco del “cambio de mayor resonancia” en el equipo con la inclusión del andaluz por Canario, porque de qué manera debe “seguir renunciando el Madrid al concurso del flamante internacional” y más cuando se aproxima la Copa. El cuadro blanco cayó, aunque Bueno asistió a Puskas, pero para Andrés Sanz en Marca el Madrid “dejó desamparado a Bueno en su banda”.

Sin embargo, Muñoz insistió para la siguiente jornada de Liga ante el Real Betis. Iba a ser su debut oficial en casa en ese puesto. Lo justificó así Muñoz en Marca: “Estoy intentando que este chico pueda jugar en la derecha de manera aproximada a como lo hace en el extremo contrario. Y vienen bien estos encuentros, sin agobios previos por sacar adelante los puntos para que Bueno se ejercite, porque nos interesa que esté en condiciones para la Copa”. Los blancos apabullaron por cuatro goles a los verdiblancos con dos puñales por banda. Gento estuvo en su nivel habitual y Bueno volvió a dejar un buen sabor de boca provocando un penalti. El sevillano empezaba a estar a gusto en su nuevo puesto: “Creo que se da muy bien el extremo derecha; Canario me felicitó”. Tres días después, el Madrid aterrizó en Marsella para un amistoso ante un viejo conocido: el Stade de Reims. La exhibición merengue terminó con un rotundo 0-5. Gento marcó un gol extraordinario y Bueno de nuevo estuvo en un alto nivel. En la prensa se podían leer titulares sobre la revelación del sevillano como extremo derecho y opiniones de aficionados que decían que había que darle más oportunidades en ese costado.

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La temporada concluyó con otros dos choques con Gento y Bueno por las bandas. Uno fue en la última jornada de Liga con la vuelta de la Galerna del Cantábrico a Santander. El Real Madrid empató a uno y para Paulino Martín en Marca Gento estuvo “bien, siguiéndole en méritos Bueno”. El otro duelo fue el debut copero en Alicante ante el Hércules. Para eso le había dado tantas oportunidades Muñoz, aunque finalmente una lesión dio al traste con todo lo ensayado. Bueno duró solo quince minutos en el La Viña. En La Hoja del Lunes se destacaba la “mala suerte de la esperanza del Madrid en el ala derecha, y hasta la esperanza nacional para Chile, en un taconazo, incomprensiblemente, sintió un fuerte tirón muscular en una pierna. Se quedó clavado sobre el terreno. Y continuó, pero ya absolutamente estático”. Este problema físico le apartó de los terrenos de juego unas cuantas semanas y solo volvió para sustituir a Gento en un partido de semifinales, por lo que los dos no volvieron a juntarse en el césped.

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Liga de 1961

El fichaje del extremo diestro Justo Tejada en verano provocó que la temporada siguiente no volviese Bueno a esa posición, por lo que no coincidió con Gento. Los minutos que dejó libres Tejada fueron para un Canario enfrentado con Muñoz y con su futuro negro en la entidad merengue. Para volver a ver a Gento y Bueno formando en una alineación madridista hay que viajar hasta septiembre de 1962, en la ida de los dieciseisavos de la Copa de Europa 1962-63. Fue el gran y único momento de los dos extremos actuando en la competición continental. El Anderlecht visitaba la capital española y Muñoz decidió cambiar a Bueno a la derecha y lo explicó en Marca de esta manera: “Bueno tiene unas condiciones magníficas, y aprovechamos la vuelta de Gento restablecido de su lesión, para utilizarle en un puesto que tampoco le es extraño porque Bueno jugó en el pasado varios partidos en la derecha”.

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Bueno y Gento en partido contra el Anderlecht de Copa de Europa

El resultado fue malo para el Madrid porque los belgas sacaron un valioso empate del coliseo madridista. Gento cuajó un gran partido, y Bueno, que llevaba tiempo sin ocupar el extremo derecho, dio una asistencia a la salida del córner, pero no terminó de convencer a Nemesio F. Cuesta en Marca: “cubrió un puesto que no es el suyo con blandura y sin oportunismo en el disparo, y, lo que es peor, sin decisión”. Solo cinco días más tarde, Muñoz repitió con los dos zurdos en un amistoso en Glasgow contra el Celtic. Bueno fue titular, aunque en la segunda mitad Felo entró por él. Los blancos ganaron por 1-3 y la delantera “convenció y se mostró peligrosa”, según la crónica de Pueblo.

En los años posteriores, la incorporación de Serena y el acople de Amancio a jugar en la banda hizo que los dos extremos jugasen juntos en contadas ocasiones. Una de ellas fue el trofeo Carranza de 1964, en el que el Real Madrid terminó en tercer lugar tras caer con el Benfica y derrotar en la final de consolación a Boca Juniors. En ambos choques estuvieron en el césped ocupando las bandas durante cuarenta y cinco minutos, al entrar Bueno por Amancio en la segunda mitad contra los portugueses y Gento ser cambiado por Puskas en el descanso ante los argentinos.

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Gento y Bueno con el trofeo Carranza

Un año y medio después, Muñoz volvió a echar mano de ambos en dos partidos ligueros. En la jornada 20, el cuadro blanco visitaba El Arcángel y Serena era baja al haber sufrido un tirón una semana antes contra el Valencia. Pero la gran novedad para este duelo es que por primera vez jugando el cántabro y el andaluz juntos el que cambió de costado para actuar por la derecha fue Gento. El Madrid ganó por 1-2 y según las crónicas en varios tramos del partido fueron intercambiando las posiciones. Bueno, desde su extremo natural, participó en los dos goles de su equipo y la Galerna del Cantábrico no desentonó, pese al nuevo puesto y al barrizal que era el campo cordobés. Para el diario Marca, los dos y Amancio fueron los tres atacantes blancos que más peligro llevaron. Una voz discordante fue la de Pedro Escartín en Pueblo, que en su habitual columna escribió que “la combinación de Gento a la derecha y Bueno a la izquierda no nos gusta. Es un criterio”. Un mes más tarde, los merengues visitaban Altabix y Muñoz volvió a sacar a los dos zurdos en el once. De inicio Gento partió por la izquierda y Bueno por la derecha, pero a la media hora de cada tiempo el técnico merengue les mandó cambiar de banda para ver si el juego del equipo fluía mejor. Ninguna permuta tuvo el efecto deseado y el Real Madrid cayó tras nueve jornadas.

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Gento y Bueno en 1964

Dos años y medio después se tuvo que esperar para otra coincidencia de Gento y Bueno sobre el terreno de juego. Y fue apenas unos minutos en el primer partido de la pretemporada blanca en el Trofeo Costa del Sol. El equipo madridista se medía al Anderlecht que le derrotó, y Bueno entró al campo por Miguel Pérez en el 86’, cuando Gento llevaba desde el comienzo. Esa misma campaña coexistieron en otras cuatro oportunidades, una en un duelo amistoso y tres en jornadas ligueras. El 19 de enero de 1969, en un campo donde ya habían jugado juntos como El Arcángel, volvieron a concurrir en la formación. En la plantilla se encontraban Peinado, Veloso y Miguel Pérez, que eran los dueños habituales del extremo diestro. Aquella tarde Muñoz se decidió por el andaluz, dejando al gallego fuera. El resultado fue de 2-2 y, a pesar de que Gento marcó y que Bueno asistió tras un córner, no fue el partido más brillante de ambos, según la crónica de Luis Prados de la Plaza en Marca, que apuntaba a que Ponce y Paredes fueron “bastante para Bueno y Gento”. Además, el sevillano terminó el partido cojeando y debió ser atendido en tres ocasiones por los masajistas debido a problemas físicos.

En el mes de abril los blancos se vieron las caras en un amistoso atípico contra la selección francesa en París. La alineación confirmada en la previa por Muñoz iba a ser la misma que el partido anterior contra el Zaragoza, con la salvedad de que Bueno entraría por José Luis Peinado. La actuación individual de los zurdos fue la más completa desde que jugaron juntos. El sevillano marcó un doblete, uno de ellos directo de córner, y Gento hizo el otro tanto merengue en la derrota por 5-3 ante los bleus. El cántabro brilló con sus “galopadas”, según se pudo leer en Marca, y Manolín Bueno fue el “mejor” para Sarmiento Birba de AS. El buen hacer del sevillano convenció a Muñoz, que le dio confianza alineándole en dos partidos de Liga consecutivos. El primero fue en Altabix, donde el Elche derrotó por la mínima a los blancos, y el segundo en casa contra el Málaga, en la tarde en la que los blancos celebraron con su afición el alirón conseguido unas fechas antes. Gento anotó el segundo tanto, pero la gran estrella del choque fue Bueno, que “destiló calidad” para Rienzi del diario AS. El cronista se explayó en la crónica afirmando no entender “cómo al cabo de los años se ha descubierto en Manolín Bueno el extremo derecho que le faltaba al Madrid, cuando jugador y club llevan ligados toda una vida de futbolista en activo. Porque Bueno fue el jugador más inquieto del ataque local y el que obligó a la defensa malagueña al agarrón, con la rotura de la zamarra del siete blanco como signo externo de su peligrosidad”.

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Gento y Bueno campeones de liga en 1969

El buen rendimiento final de Bueno en la temporada 1968-69 y las críticas positivas no tuvieron efecto a corto plazo para que se afianzarse en el puesto. Solo dos veces más concurrieron Gento y Bueno en los extremos del equipo blanco, y ambas fueron ya en los 70 y apenas unos minutos. En Castalia, en la ida de la primera eliminatoria blanca de la Copa en mayo, Bueno jugó los últimos diez minutos al sustituir Grosso, mientras que un Gento ya veterano seguía siendo indiscutible por la banda siniestra. La última oportunidad para verlos sobre un terreno de juego a la vez se produjo en la vuelta de las semifinales de la Recopa del año 71. En la ida PSV y Real Madrid habían firmado tablas y en la vuelta, con 2-1 en el marcador a favor de los blancos, Manolín Bueno saltó al campo en el minuto 74 por Sanchís, solo dos minutos después del gol decisivo de Pirri. Gento intervino en el primer tanto al ejecutar un córner que mandaría a la red Zoco tras rechace del meta, y para Rienzi solo el cántabro “destilaba algunas esencias de fútbol caro”. Por su parte, el sevillano, aunque estuvo pocos minutos tras su “salida furiosa” al césped, fue útil tras la expulsión de Van Tilburg y resultó ser un “cambio mágico que puso en marcha la reserva de corazón y arrojo de los blancos” para el cronista del diario AS.

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Gento y Bueno en Cádiz

Fotografías: archivo Alberto Cosín

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