Revista MadridistaReal
·27 de noviembre de 2024
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El Real Madrid se enfrentó al Liverpool en Anfield en la quinta jornada de la Champions League. Los blancos necesitaban como el comer una victoria en la competición fetiche, para volver a la senda del triunfo, sobre todo, tras los dos batacazos ante Lille y Milan. El escenario para dar un golpe encima de la mesa, inmejorable. Las ganas en los jugadores del Real Madrid de callar las críticas de las voces feroces, palpables en el ambiente. Carlo Ancelotti, en la previa del encuentro, afirmó que «nadie puede darle consejos», sobre cómo hacer alineaciones, tras su experiencia y bagaje como entrenador. Bellingham, por otro lado, recalcó la unión y la confianza que tiene en sus compañeros: «Tengo mucha fe en este grupo».
El Liverpool llegaba al duelo en una racha inmejorable, con un Mohammed Salah en estado de gracia, y con unas ideas claras de cómo jugar y convencer a la afición «red». Eso es lo que ha transmitido Arne Slot en todo momento, desde su llegada al banquillo del Liverpool. Ha potenciado y ha mejorado la plantilla y desde la ciudad inglesa la ilusión y las expectativas eran muy altas, de poder ganar al rey de Europa.
En cuando a la alineación, Carletto dispuso de lo que tenía, tras la mermada defensa y los problemas de efectivos en la parcela ofensiva a causa de las lesiones de Tchouaméni, Militao, Alaba, Carvajal, Rodrygo y Vinicius, el último caer. Arda Güler y Brahim fueron los futbolistas que ocuparon dichos. En defensa repetía Raúl Asencio y como lateral volvía a jugar Fede Valverde.
El espectacular «you’ll never walk alone» fue la antesala de un encuentro de alto voltaje. La primera la tuvo Darwin en una contra de los ‘reds’ tras una pérdida de Mbappé, pero en el rechace de Courtois, fue Raúl Asencio el que la sacó sobre la línea cuando Anfield ya cantaba el gol. La segunda llegó a los 9 minutos, fue de Luis Díaz, pero chutó mordida y se fue fuera su remate. Acechaba el Liverpool la meta de Thibaut Courtois pero poco a poco el Madrid fue sintiéndose más cómodo sobre el terreno de juego, sobre todo, con el esférico en posesión.
El Liverpool jugaba con sus extremos Luis Díaz y Salah por fuera, para volcar el juego por dentro y que Darwin Núñez, en esta caso, finalizase las jugadas. La tuvieron los de Arne Slot en el 23′, pero fue Thibaut Courtois, el mejor portero del mundo, el que salvó a bocajarro el gol de los ingleses en Anfield. Una de esas paradas que salvan partidos para después ganarlos. El equipo de Arne Slot seguía percutiendo sobre la portería de Courtois y la grada de Anfield Road no paraba de apretar. Primero, un cabezazo de Darwin se quedó a pocos centímetros de la meta blanca y luego, otro de Luis Díaz, lo tuvo que sacar Courtois de puños.
Sufría el Real Madrid, achuchando espacios en defensa y saliendo a la contra cada vez que podía. Las intervenciones de Asencio, Valverde, Courtois y el bloque defensivo mantuvieron con vida al Madrid, que no tuvo mucho protagonismo sobre la portería de Kelleher. Al descanso, tablas en Anfield.
En la segunda mitad, nuevamente el Liverpool llevó la iniciativa y se volcó sobre la portería de Thibaut Courtois. Mohammed Salah comenzó a aparecer y finalmente, fue McAllister el que inaguró el marcador en Anfield tras varias llegadas claras de los ‘reds’. Su disparo, raso e inalcanzable para Courtois, volvió loca a la grada local. Y para más drama, Camavinga cayó lesionado. Entró su lugar Ceballos. Además, Ancelotti cambió a Arda para dar entrada a Lucas y colocar a Valverde al centro del campo.
El Madrid se fue a por el empate y Lucas Vázquez fue derribado en el área y el colegiado señaló penalti, a instancias dl VAR. Mbappé, encargado de tirarlo, lo falló. O más bien, lo paró Kelleher. No se lo podía creer el francés y tampoco sus compañeros, que veían como se esfumaba la igualada en el marcador. Habría otro penalti, pero esta vez para el Liverpool. Mendy le derribó y el egipcio, que tomó la responsabilidad, también lo erró. Ni siquiera fue entre los tres palos, pero el Madrid no sacó la cabeza.
En el 75′ llegaría el segundo gol de los ‘reds’. Fue Cody Gakpo, el que remató de manera magistral de cabeza para dejar a Courtois haciendo la estatua. Se volvía loco Anfield, que cerró el partido con la posesión y dejando al Real Madrid más tocado que nunca y a Ancelotti, contra las cuerdas. Nuevamente, una mala imagen del equipo vuelve a dejar en entredicho al técnico y a los jugadores, que salieron muy tocados de Anfield Road.
Liverpool: Kelleher; Bradley (Joe Gomez 87′), Konate, Van Dijk, Robertson; Gravenberch, Mac Allister; Jones (Szoboszlai 83′), Salah, Luis Díaz (Gakpo 67′) y Darwin Nuñez.
Real Madrid: Courtois; Valverde, Asencio, Rüdiger, Mendy (Fran García 70′); Camavinga (Ceballos 55′), Modric (Endrick 78′), Arda Güler (Lucas Vázquez 55′), Bellingham; Brahim y Mbappé.
Estadio: Anfield (Liverpool)
1-0, McAllister (52′) | 2-0, Gakpo (77′)