Ojo de Halcón
·12 de diciembre de 2023
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·12 de diciembre de 2023
Artículo de David Niebla
Adiós a las noches mágicas en Nervión. Adiós a la defensa de la corona en la Europa League. Adiós por un tiempo a las batallas en el Viejo Continente.
Todo se fue al traste con una derrota quizás injusta en Lens, quien aprovechó sus únicas dos llegadas a portería en todo el partido, pero que certifica que el Sevilla es un equipo medio muerto, al que la fortuna le da siempre la espalda, con un entrenador que se cansa de no ganar y repetir que la victoria está cerca.
Fuera de Europa y rozando el descenso en Liga. Hace poco más de seis meses campeón en Budapest. Otra Champions tirada por la borda de un proyecto que hace tiempo se quedó sin capitán ni persona alguna que tenga nociones de llevarlo a puerto. Sergio Ramos la tuvo en el 94′ con 1-1. Pudo reescribir la historia. Pero ni un mago en los minutos finales en Champions fue capaz de obrar el milagro.
Sólo le queda salvar la categoría. Y ni eso tiene este Sevilla que deberá ver los partidos europeos por televisión durante un largo tiempo.
DEl Sevilla se plantaba con gesto serio en Lens. Quería poner cara de equipo cuajado, que sabe lo que hace y que la victoria no se le puede escapar cuando más la necesita. Diego Alonso apostaba por el once previsto, jugando con carrileros e superando al rival en el centro del campo. Los franceses se limitaban a esperar metidos en su propio campo, con Wahi trazando diagonales y buscando espacios a la contra. El dominio del primer periodo fue absoluto, con media docena de saques de esquina, bien defendidos por los del norte de Francia. Combinaban bien los andaluces, aunque erraban en el último pase.
Un pase atrás de Dando ofrecía la primera llegada para el Sevilla. Samba la cogía con las manos y el colegiado señalaba libre indirecto en el pico del área pequeña. Gudelj no pudo superar la nube de jugadores.El Sevilla cargaba el juego por la banda de Juanlu, pero en las pocas que aparecía Pedrosa eran las más peligrosas. Se le quedó un pase corto para que En-Nesyri rematase de primeras a gol. En la siguiente ni le dio a la pelota el catalán. Rakitic cogía la brújula del equipo, sabiendo por qué zonas atacar.
El croata gozó de la mejor oportunidad del primer tiempo, con un disparo desde fuera del área que hizo lucirse al portero del Lens. Los nervionenses sabían que con un gol se metían como terceros. Lo estaban buscando, sin descuidarse atrás, ya que es un equipo que no digiere bien los golpes. Por ello, la cuestión era remar hasta el final del partido sin descanso, sin dejar opciones al Lens y anotando ese gol milagro en la noche europea.
Le quedaba el segundo tiempo para intentarlo.
Desaprovechada la ventana de oportunidad, en la segunda mitad todo fue y distinto. La aparición de la lluvia ilustró el cambio de un escenario en el que el Lens ahora tenía más balón y sufría menos llegadas. Así y todo, Pedrosa tuvo la más clara con un remate al larguero a la hora de partido. Tres minutos después llegaba la comentada contra que culminó Medina y que Frankowski convertía en el casi definitivo 1-0. Había que creer, el Sevilla se fue arriba y encontró el penalti sobre En-Nesyri a los 80 minutos. Ramos lo lanzó y Samba lo adivinó para desesperación sevillista, pero tras la revisión de VAR quedó claro que el meta se había adelantado a la línea. Con nervios de acero, Ramos acertó a la segunda y todo quedaba en el aire con diez minutos más el alargue por delante.El Lens temió lógicamente perder lo que tenía y sufrió las acometidas sevillistas, pero supo aprovechar el otro error sevillista del partido para sentenciar en el penúltimo minuto de alargue. Como en el primer tanto francés, Ramos había tenido el 1-2 con una clara ocasión que se fue a las nubes. Segundos después, mala entrega a Pedrosa en la izquierda, balón a la contra para Fulgini y 2-1, esta vez sí, sin derecho a réplica. Adiós cruel del Sevilla FC a Europa y complicado cierre de 2023, en el que todavía queda recibir al Getafe, visitar Granada y acabar en el Metropolitano en la víspera de Nochebuena.