El Sevillista
·23 de febrero de 2020
CRÓNICA | Getafe CF 0-3 Sevilla FC

In partnership with
Yahoo sportsEl Sevillista
·23 de febrero de 2020
El Sevilla dio ese puñetazo que se le pedía. Ese puñetazo que le cambiara la cara al equipo y al sevillismo y lo hizo en el lugar más inusual. Lopetegui arrolló tácticamente a un Getafe que no le creó ni una ocasión al Sevilla en unos de los mejores partidos de la temporada. Ocampos antes del descanso y Fernando y Koundé en el segundo acto tradujeron el gran partido del Sevilla en tres puntos necesarios para resurgir.
No era el mejor escenario para recuperar sensaciones, pero el fútbol es tan caprichoso que te pone rocas en medio del camino, que no está muy allá. Los de Lopetegui se plantaron al igual que ante el Cluj salvo la entrada de Reguilón por Escudero en busca de algo que parecía imposible. La dinámica del Getafe y su complejidad en el Coliseum lo iban a poner al límite y ahí se iba a ver donde estaba el Sevilla, si con capacidad de levantar el vuelo o de caer hasta el fondo.
El partido ante el Cluj fue casi un calco del encuentro ante el Getafe, que no entró bien en el encuentro y Fernando pudo adelantar a los nervionenses a los pocos minutos de comenzar el cuero. Las ayudas de Jordán y Gudelj, entre centrales, fueron el principal motor de los de Lopetegui, que había preparado el partido a consciencia: pocos riesgos, toques rápidos y continuos apoyos.
El Getafe no se encontraba y se le veía incómodo. El Sevilla buscó el juego directo para deshacerse de la presión asfixiante de los de Bordalás y no sufrió. El despliegue físico de Jordán y Gudelj permitiendo que Diego Carlos y Koundé salieran de su zona para achicar neutralizaron a los madrileños, que no tenía capacidad de contrarrestar el planteamiento que había ideado Lopetegui. La frustración por no poder hacer daño encauzó un partido limpio a uno trabado, con muchas faltas y que se iba poniendo cada vez más feo, algo que aparentemente beneficiaba al Getafe.
El poco fútbol que se había visto en el primer acto parecía beneficiar a los de Bordalás, pero es que el Sevilla fue un espejo del Getafe. La sobriedad y la seriedad de los de Lopetegui eran de tal magnitud que parecía otro equipo comparado al de estas semanas atrás y sólo faltaba la guinda que llegó de un error impropio getafense. En la recta final de la primera mitad, Etebo -que ya había asumido varios riesgos- se resbaló dentro del área permitiéndole a Reguilón robar el esférico para dejarle el cuero en bandeja a Ocampos, que sólo tuvo que empujar el cuero para poner por delante al Sevilla en el 43′ de partido en un golpe de autoridad, lo que se le pedía al equipo desde hace semanas.
La segunda parte no comenzó como debería con el cambio obligado de Vaclik por Bono, pero eso no alteró en nada a uno de los mejores Sevilla de la temporada. Siguió con el mismo plan ante un Getafe que arriesgó más y le volvió a salir como en la primera mitad. Se topaba con un muro de piedra continuo por el espectacular desgaste de Jordán y Gudelj y el gran posicionamiento del equipo sobre el campo, que le permitía salir con velocidad cuando el Getafe dejaba huecos atrás. Ahí tenía que aparecer Ocampos para crear nerviosismo atrás y de ahí sacó petróleo para hacer que los sevillistas en Getafe y en sus casas se pusieran como locos viendo como su equipo iba a encauzar la victoria. Una falta creada por el argentino botada al segundo palo de forma magistral por Suso iba a encontrar a De Jong, que asistió de manera inmejorable al omnipresente Fernando en el 68′ anotando el segundo tanto sevillista, que fue anulado por fuera de juego pero corregido por el VAR.
Nadie se estaba creyendo lo que estaba viendo. El Getafe estaba siendo totalmente superado por un equipo que parecía jugar con dos más por cómo estaba neutralizando al rival. El planteamiento de Lopetegui estaba brillando con luz propia y aún iba a brillar más cuando dio entrada a Sergi Gómez en un movimiento que parecía defensivo pero resultó ser clave para anotar el tercer gol. Navas pasó al extremo y Koundé al lateral para defender con más empaque y contundencia atrás, pero lo que nadie se imaginaba era la peligrosidad del francés en sus internadas. En una arrancada del ex del Girondins que acabó pisando área, se sacó un brutal golpeo con la diestra que pilló despistado a Soria para acabar de sentenciar el choque en el 75′ de partido ante un Getafe totalmente resignado.
Tal y cómo empezó el partido terminó, con el Getafe chocándose contra el muro sevillista y con el Sevilla siendo lo que había perdido. La seriedad con la que los de Lopetegui se plantaron en el Coliseum y el fútbol que practicó dejan muchas esperanzas, pero lo que realmente deja son tres puntos. Tres puntos que hasta el más optimista daba por perdido y que se ganó a pulso. Tres puntos que deben levantar a un equipo porque el golpe encima de la mesa es de tal magnitud que ha despertado a todo el sevillismo y a toda la plantilla del letargo que vivía. Qué bonito es el fútbol.
Getafe CF: Soria; Damián Suárez, Djené, Chema, Olivera; Etebo (58′, Arambarri), Maksimovic, Nyom (71′, Kennedy), Cucurella; Deyverson (45′, Ángel) y Molina.
Sevilla FC: Vaclik (45′, Bonou); Navas, Koundé, Diego Carlos, Reguilón; Fernando (78′, Óliver Torres), Gudelj, Jordán; Suso (72′, Sergi Gómez), Ocampos y De Jong.
0-1 (43′, Ocampos)
0-2 (68′, Fernando)
0-3 (75′, Koundé)
Estrada Fernández (Comité Catalán). Amonestó a Cucurella, Etebo, Nyom, Molina, Djené, Chema, Maksimovic, Reguilón, Koundé y Navas.
Partido correspondiente a la jornada 25 de LaLiga disputado en el Estadio Coliseum Alfonso Pérez.