Copetti, de un mano a mano a una noche de terror | OneFootball

Un día antes del clásico ante River, el agente de Enzo Copetti declaró, de manera muy inoportuna, que el atacante de Racing es hincha del Millonario y que le gustaría jugar alguna vez en ese club. Después de esas palabras, inapropiadas, el delantero jugó sabiendo que muchos fanas de la Academia pondrían sus ojos en él tal vez como nunca antes. Y justo él, a poco de comenzado el partido, quedó muy expuesto por una mala definición cara a cara con el arquero del equipo de Marcelo Gallardo.

A los 3 minutos del encuentro, Copetti presionó a Paulo Díaz en el área, le ganó la pelota y se fue mano a mano con Franco Armani. Con todo el arco a disposición, le pegó muy mal y el uno le tapó el remate abajo. Hubiera sido un golpe clave de la Academia en el amanecer del partido, que terminó en la goleada por 4-0 de River.

Moreno disputa la pelota. Racing fue avasallado por River en todos los aspectos.

Después de ello no tuvo más chances de gol, dentro de un equipo que se fue desmoronando rápídamente hasta quedar de rodillas. El delantero, cuyo pase le pertenece a Atlético Rafaela, cayó en la intrascendencia, sin aportes ofensivos importantes, sin ganar en los duelos individuales y mu errático en los pases. Así fue como, por ejemplo, con una mala entrega generó un ataque de River por derecha y un ratito más tarde, en un intento de cambio de frente, mandó la pelota al lateral.

Copetti se fue cayendo a pedazos en Racing y esto se profundizó ante River

Copetti es otro de los jugadores que empezó bien en Racing (como Chancalay) y en el último tiempo demostró no dar la talla. De hecho, hoy no podría asegurarse que Racing vaya a ejecutar la opción de compra de la mitad de la ficha en 700.000 dólares, a menos que sea para venderlo inmediatamente si aparece una oferta. A decir verdad, el balance de su rendimiento en la Academia es malo y ha demostrado no estar a la altura de la grandeza del equipo para ser titular. El clásico ante el Millo era una oportunidad inmejorable para recuperarse y tomar vuelo en anímico.

Como atenuante a su favor, Racing fue una lágrima y no elaboro fútbol para abastacerlo, dado que River lo fue cocinando de a poco, favorecido por un planteo equivocado de Gago, desprotegido en la recuperación y con una línea de tres que hizo agua.