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Onefootball·10 de junio de 2019
🎥 COPA AMÉRICA: Los 10 partidos más emocionantes

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Onefootball·10 de junio de 2019
La Selección chilena aplastó a Brasil en el partido definitorio del grupo B de la Copa América que se jugaba en Argentina. Los goles los hicieron Ivo Basay y Juan Carlos Letelier, dos cada uno. Brasil, repleto de figuras como Careca y Romario, venía de ganarle 5-0 a Venezuela. Chile le había ganado a la Vinotinto por 3-0. A los 41 minutos del primer tiempo, los chilenos la metieron por primera vez. En el segundo tiempo, lejos de lo pensado, todo cambió: los trasandinos atacaron sin parar y metieron cuatro goles fantásticos.
Brasil y Argentina se enfrentaron por los cuartos de final. Los argentinos, dirigidos por Daniel Passarella, arrancaron con todo: a los 2 minutos, Abel Balbo metió el primero. Pero la alegría a Argentina le duró poco: a los 9 minutos, Edmundo lo empató. Pero la Albiceleste siguió buscándolo y a los 29′, con un golazo de Gabriel Batistuta, se volvió a poner en ventaja. Cuando se terminaba, a los 81′, Tulio la bajó con la mano y empató el partido, liquidando la ilusión de los argentinos. En los penales, con Taffarel atajando todo, Brasil pasó.
En Santa Cruz, Bolivia, arrancaron el último partido de la fase de grupos con plena ilusión y con un fútbol extraordinario. A los 13 y a los 31 minutos del partido, el Pájaro Hernández marcó los dos gritos que aventajaron a los mexicanos por 2-0. Parecía controlado, pero la segunda parte fue abrumadora de parte de los brasileños: Aldair, a los 47′, Camilo Romero en contra, a los 59′, y Leonardo a los 77 dieron vuelta el partido.
Por los cuartos de final, los Cafeteros y la Roja dieron que hablar. Colombia arrancó ganando, a los 7′, con un tanto de Jorge Bolaño. Pero el puro fútbol pudo más y a los 25′, Pedro Reyes lo empató. Colombia volvió a sacar diferencia a los 35′ y se fue al segundo tiempo ganando. El partido ya era espléndido, pero lo que le sumó más épica fue el coraje chileno: a los 50′, Reyes convirtió el empate y, a los 65′, Iván Zamorano lo definió.
Perú construyó junto a México unos 45 minutos que fueron una verdadera obra de arte. A los 6 minutos del primer tiempo, Roberto Palacios abrió la cuenta para Perú y apenas nueve minutos después José Pereda convirtió el segundo. Todo parecía controlado por los peruanos, pero a los 28′ y a los 33′ el Pájaro Hérnandez empató el partido. Cuando el primer tiempo parecía que no podía aguantar más infartos, a los 43′, Nolberto Solano hizo el 3-2. El segundo tiempo arrancó lento, pero cuando terminaba, a los 87′, Gerardo Torrado hizo el empate para los mexicanos, que luego vencieron en los penales.
Probablemente la sorpresa más grande de la historia del torneo. Después de un primer tiempo sin goles, Saúl Martínez abrió la cuenta en el complemento con un cabezazo. Brasil lo buscó pero no pudo llegar al empate. El propio Martínez liquidó la historia sobre el final.
“Yo, Luis Felipe Scolari, quedaré en la historia como el entrenador que perdió ante Honduras. Es horrible pero Honduras jugó mejor que nosotros y mereció la victoria”, dijo el entrenador de Brasil luego del partido. Poco sabría que 13 años después, le tocaría estar al mando de la Canarinha en otra noche de olvido, ante Alemania.
En Perú, se vivió la final soñada, Brasil y Argentina, en un encuentro que no decepcionó a nadie. La Selección Argentina, dirigida en ese entonces por Marcelo Bielsa, se puso en ventaja con goles del Kily González, de penal. Luisao pondría la paridad. Cuando faltaban tres minutos para el final, César Delgado puso el 2-1 para Argentina y parecía liquidar la historia. Hasta que apareció Adriano. En la última jugada del partido, llevó la historia a los penales. Después de algunas secuencias escandalosas que incluyeron la intervención de la policía, Brasil se hizo fuerte y festejó desde los doce pasos.
Brasil era una máquina de hacer goles. En el primer tiempo, la historia terminó 3 a 0, con goles de Juan, Julio Baptista y Robinho, que terminaría el torneo como máximo goleador, con seis. En el complemento, el equipo de Dunga no desaceleró. Robinho, Josué y Wagner Love decoraron la historia. Humberto Suazo descontó, pero la humillación ya estaba consumada.
Una memorable semifinal disputada en el ‘Pachencho’ Romero de la ciudad de Maracaibo. Maicon abrió el marcador, pero Diego Forlán, en fantástica forma deportiva para ese entonces, igualó la historia. De tiro libre, Julio Baptista puso el 2 a 1, pero el delantero Sebastián Abreu estableció el empate. Al partido no le faltó ningún condimento. Pero, desde los doce pasos, Brasil sacó pecho y le tiró la jerarquía encima a la Celeste.
Pero siempre hay excepciones a la regla y La Roja, que en ese año defendía su primer título en la historia, dio una verdadera demostración de fútbol y contundencia ante el Tri. En Santa Clara, los de Juan Antonio Pizzi se fueron al descanso con dos goles de ventaja, pero llegó el vendaval apenas comenzada la segunda parte con un gol de Sánchez y dos de Eduardo Vargas, que convertiría cuatro en total esa noche. Ese triunfo evacuó las dudas de la fase de grupos y le dio el envión necesario para llegar hasta la final, donde volvería a vencer a Argentina como 12 meses antes.