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Daniel Cadena Jordan·4 de junio de 2019
COPA AMÉRICA 2019: Los 10 momentos históricos

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Daniel Cadena Jordan·4 de junio de 2019
Desde el inicio del torneo, Uruguay ha sido uno de los protagonistas. La vuelta del siglo XX trajo consigo el fútbol a Montevideo y de allí al resto de la Banda Oriental, tardando menos de dos décadas en asentarse al punto de producir al primer campeón de la Copa, así como a la primera dinastía de selecciones en el continente del sur.
Ganando tres de las primeras cuatro ediciones, y en total 7 de las primeras 14, la Celeste también tuvo éxito que trascendió las fronteras sudamericanas, siendo dos veces medallistas de oro en los Juegos Olímpicos , así como campeones del primer Mundial, en 1930, del cual fueron organizadores.
A la par de que Uruguay se erigía como el primer grande de Sudamérica, Argentina comenzaba con lo propio. Un largo período del siglo XX transcurriría en el que, la Albiceleste dominaría la Copa América como pocos podrían.
En un impresionante período de 44 años, Argentina consiguió ser campeón o subcampeón en 18 de 23 oportunidades, una hazaña sin paralelos desde entonces en el torneo Conmebol.
Alternaron entre el primer y segundo lugar de la Copa América de forma ininterrumpida entre 1923 y 1937, durante ocho ediciones de la misma. Tras la interrupción de 1939, volverían a la misma senda por las próximas cinco Copas, entre 1941 y 1947. Una segunda y última interrupción de la racha en las ediciones de 1949 y 1953, daría paso a seis de siete torneos más como número uno o dos del mismo.
Precisamente sería esa Argentina que propinaría la peor paliza en la historia de la Copa. Ante una Ecuador que no sabía qué le esperaba, la Albiceleste no tuvo clemencia con la selección andina.
Enrique García (2′), José Manuel Moreno (12′, 16′, 22′, 32′, 89′), Adolfo Pedernera (25′), Herminio Masantonio (54′, 65′, 68′, 70′) y Ángel Perruca (88′), fueron los encargados de hacer historia en Uruguay. En el primer certamen con siete participantes, de los que Ecuador era claramente el menos experimentado, perdiendo sus seis partidos y encajando 31 goles en total.
La goleada, sin embargo, no le ayudó a Argentina en sus ambiciones de salir campeones, teniendo que conformarse con un segundo lugar.
Por unos buenos 38 años, ninguna de las dos potencias del fútbol sudamericano se pudo titular como campeón de la Copa América. Como parte de una crisis para algunos, pero como un éxito de la apertura del torneo a nuevos participantes y un nuevo formato, fueron vistos como clave en que la lista de campeones se expandiera como lo hizo.
Entretanto, esta carencia de logros brasileños y argentinos no se tradujo en el dominio claro de una selección sobre las demás; sino en la pluralidad de campeones que comenzaron a aparecer.
Brasil tendría su período sin títulos primero, arrancando con un subcampeonato en 1953, y con varios intentos fallidos hasta 1989, cuando por fin pudieron reclamar la elusiva Copa América. 35 años después volvería a sonreírles la fortuna de campeón. Incluida en esta debacle, puede resaltarse el 4-0 propinado por Chile que eliminó a la Canarinha en la primera ronda de la edición de 1987.
Argentina, entretanto, no se volvía ganador desde 1959, racha que extendieron hasta 1991, por unos 32 tortuosos años a nivel regional. El caso de Argentina incluyó una eliminación en la segunda fase de la Copa América 1989.
Habían clasificado líderes del Grupo A, pero en el grupo de la segunda fase terminaron cayendo en dos de tres partidos, incapaces de anotar en la segunda instancia. Primero, Brasil batiría a la Albiceleste por 2-0, luego Uruguay por el mismo marcador, y al final un mísero empate sin goles ante Paraguay cerró una edición que bien ejemplifica la magnitud de la crisis argenta.
A la par, Paraguay (1953, 1979), Bolivia (1963) y Perú (1975) ganarían la Copa América, mientras que Chile (1955, 1979, 1987) y Colombia (1975) aparecían como subcampeones.
Tras años sin resultados positivos, la Canarinha despertaría para no apagarse por casi 20 años. Desde que volvieron con todo a la Copa América, han podido no sólo dominar a nivel regional, sino que consiguieron dos Copas del Mundo más, además de volverse la nación más exportadora de jugadores en el planeta.
Desde volver a ganar, han ganado cinco de las últimas 9, con dos subcampeonatos adicionales, reflejo de un dominio prácticamente total.
Fue la edición que expuso los errores de diseño en el formato de la Copa América. La idea de los dos grupos de cinco, por más novedosa que fuera, no era justa.
En la edición de 1991, con sede en Chile, vio en el Grupo B cómo tres equipos igualaban a 5 puntos, uno de ellos irremediablemente eliminado.
Colombia, quien había anotado apenas 3 goles en cuatro juegos, pero sumado el mencionado quinteto de unidades que le garantizaron el liderato del grupo. Brasil, segundo, y Uruguay, tercero, terminaron ubicados de esa manera gracias al diferencial de goles, ambos de +1, pero con los brasileños por delante por haber marcado más veces.
La eliminación de la Celeste, que había empatado con Brasil y batido a Colombia, no cayó bien, y se decidió reformar el polémico modelo del torneo al actual, con 12 equipos en tres grupos.
Posiblemente el rival de la Copa América que, muchos se extrañan, no haya sido llamado más veces. Los Estados Unidos, desde hace 30 años, viven una transformación profunda que el año después de organizar su primer Mundial, culminó en una sorpresiva participación en las semifinales de la Copa.
Líderes inesperados del Grupo C, por delante de Argentina en diferencial de goles, y habiendo goleado al equipo de Batistuta y Simeone, tuvieron unos cuartos de final ante México, que se ha vuelto un punto cumbre de la rivalidad entre las dos naciones de Concacaf. La eliminación del Tri por penales, abría la posibilidad de soñar. Pero una Brasil eficaz, campeona del torneo que los americanos organizaron, les vencía por la mínima.
Hasta el sol de hoy, la mejor actuación de Estados Unidos en la Copa América.
La deuda de la Argentina de Messi es casi tan grande como la fama del rosarino. Tres subcampeonatos en cuatro Copas América, más la final del Mundial 2014 y las eliminaciones prematuras en el 2006, 2010 y 2018 decoran la Albiceleste que le ha tocado vivir a la Pulga.
Con o sin él sobre el campo, la selección ha cambiado de técnicos y probado cuanta táctica puede, sólo para darse con un último gran obstáculo que les termina costando caro.
La edición 2019 será posiblemente la última oportunidad de Argentina para ganar una Copa América con Messi abordo.
México y Venezuela dieron buenas impresiones en la primera edición de la Copa en disputarse en la nación más norteña del Sur de América.
Por el lado de la Vinotinto, se produjo la primera victoria en la historia de la Selección en una Copa América, significando así que el 100% de los participantes miembros de Conmebol había, en algún punto, sumado victorias. También marcaría la primera clasificación a una segunda fase para los criollos, rompiendo así con décadas de deuda futbolística.
México, quienes ya acumulaban más de una aparición en el Top 3, volvería a destellar con una magnífica plantilla. Siendo líderes del Grupo B, por delante de Brasil, y vapuleando a Paraguay por 6-0 en los cuartos de final, tendrían que conformarse con ser terceros, tras caer goleados ante Argentina en la semis.
Si bien las expectativas para la Copa América 2019 de Chile no son las más elevadas, siguen siendo el bicampeón regente. Una gesta originada en el 2015, y reiterada en el 2016, llega en búsqueda de una necesaria revalidación.
Pero lo cierto es que aquél primer título del 2015, los ubica de momentos como el campeón más fresco del certamen. Líderes del Grupo A con 7 puntos, la Roja prosiguió a vencer a Uruguay y Perú, para luego imponerse por penales ante Argentina.
Al año siguiente repitieron la gesta de forma más rimbombante. Si bien cedían el liderato del Grupo D a Argentina, su ruta a la final fue todo menos silenciosa. Humillaron a una México que prácticamente jugaba de local, con el histórico 7-0, para luego batir por 2-0 sin problemas a Colombia. Nuevamente desde las penas máximas, Chile batía a Argentina para corroborar su estatus de campeón de América.