IAM Noticias
·10 de febrero de 2025
Con uno menos, una goleada más
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·10 de febrero de 2025
El Barça ya depende de sí mismo para ganar la LaLiga. Goleada al Sevilla en inferioridad para seguir con un 2025 colosal y afrontar semana de descanso.
¡Hola! El Barça ya está aquí. Aparten las criaturas, que van sin frenos. Este es el mensaje que se lanza desde Barcelona en este inicio 2025, en el que el equipo de Flick ha ganado nueve partidos, ha empatado dos, no ha perdido ninguno y ha marcado 41 goles encajando solo 12. Llega el Barça desbocado. El equipo blaugrana, incluso después de quedarse con un jugador menos, fue capaz de golear al Sevilla en su campo por 1-4 en un partido que devuelve a los de Flick a la carrera por el campeonato. Una sensación que no se basa en puntos ganados. Se basa en el juego. Y en los goles. El Barça pasa a depender de sí mismo para ganar LaLiga. Por juego, no hay color. Este equipo es un espectáculo que además sabe aprovechar los regalos que le ofrecen los que le anteceden en la tabla. El mejor regalo el sábado para el Barça era un empate entre Madrid y Atlético, y el equipo catalán supo aprovecharlo. Con uno menos, una goleada más.
Consciente de lo que se jugaba el Barcelona y que tenía por delante dos semanas limpias para refrescar piernas, Flick salió con todo -y eso incluía el retorno de Gavi-, mientras que en defensa le daba una nueva oportunidad a Araújo, para que esta vez hiciera pareja con Íñigo Martínez. Que De Jong volviera a dejar en el banquillo a Casadó ya hace tiempo que ha dejado de ser noticia.
El Sevilla se enfrentó al Barcelona de la mano de la sabiduría de un García Pimienta que conocía los puntos débiles de un equipo al que estuvo entrenando a tres cuartos de su plantilla durante años y diversas épocas de crecimiento. Y ahí el técnico del Sevilla sabía que Araújo era el agujero del Barcelona.
Al uruguayo lo flotaron y le buscaron para que metiera la pata en todos los contragolpes rompiendo el fuera de juego, pero cometieron el error de darle un patada y retirarle del partido. Con la salida del campo del uruguayo, el Sevilla perdía su mejor carta en ataque.
El partido, de entrada, fue un meneo del Barça al que el Sevilla respondía con picotazos gentileza de Araújo. Nyland salvó a los 6 minutos un remate de Lamine que se fue a córner. Después de sacarlo, Lewandowski anotaba para el Barcelona respondiendo, así de paso y como quien no quiere la cosa, al gol de Mbappé el sábado. Pero al saque de centro del Sevilla, el efecto Araújo se dejó notar y el uruguayo volvió a meter la pata en una jugada en la que toda la defensa menos él se adelantó y habilitó a Saúl para que centrara un balón que Vargas remató a portería vacía. Eso sí, Araújo protestó el fuera de juego que él mismo había roto con una intensidad encomiable.
Tras el empate a uno del Sevilla, el Barça siguió jugando mejor pero se encontró con tres problemas: que Badé estuvo enorme cortando contras culés que dejaban a los delanteros solos ante el portero; que Lamine Yamal juega como si estuviera en la Play (de museo su asistencia/control de tacón para cedérsela a Koundé) y quiere meter los goles más complicados, esos que entran pocas veces, pero que alegran al espectador imparcial porque lo que imagina este chaval es puro arte; y, la última, Raphinha no estaba fino en el último pase.
Todo eso lo pudo aprovechar el Sevilla, pero, mira por dónde, se encontró con un Szczesny que ya pareció portero del primer equipo del Barça y no de los veteranos.
En la segunda parte, con la entrada de Eric y Fermín, el partido ya no tuvo color. Bajo la batuta de Pedri, magistral de nuevo a pesar de los palos que le dieron, el Barça acabó con la discusión en un plis plas. Gol de Fermín, gol de Raphinha que se convirtió en Rivaldo una vez más, y, después de la expulsión de Fermín, Eric García firmó la goleada que pone al Barcelona en dos caminos. Uno, rumbo a las vacaciones. Y dos, es el equipo más temible de Europa que te mete cuatro antes de que te des cuenta. Con uno menos, una goleada más. Es pronto y no sé si será ahora, pero este equipo apesta a éxito. Aparten las criaturas.
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