Con doblete de Mbappé, el PSG aplasta al Lyon y lo mete en el sótano de la Ligue 1 | OneFootball

En una manifestación durante el descanso, el Paris Saint-Germain se impuso ampliamente sobre el césped del Olympique Lyonnais (1-4) este domingo al final de la 4ª jornada de la Ligue 1. Un partido bajo control durante mucho tiempo pero aún sin referencia para los parisinos que en gran medida han renunciado a volver del vestuario.

Un ambiente hermoso… liderado desde el principio. Sorprendido por una presión ya infernal de Ugarte, Tolisso cometió lo irreparable al encajar un penalti transformado por Mbappé (0-1, 4º). Un comienzo catastrófico para el Lyonnais que intentó reaccionar con Cherki y Nuamah, dinámicos pero demasiado individualistas. Todo lo contrario que su rival, que aún podía contar con una recuperación de Ugarte para permitir a Hakimi romper con un disparo de Dembélé mal repelido por Lopes (0-2, 20º).

Si el larguero de Lopes resonó en el estadio Groupama con un disparo firmado por Hakimi tras una contra supersónica, Donnarumma realizó dos grandes paradas ante intentos de Cherki y Tolisso. De cara a París, el tren sólo pasó una vez y Ugarte todavía estaba allí para recordárselo. En un pase milimétrico, el uruguayo puso en órbita a Asensio, sin piedad ante Lopes (0-3, 38). Sin piedad, Mbappé marcó un cuarto gol tras la pérdida de balón de Diomandé y un nuevo ataque ultra agudo (0-4, 45º + 2).

Tras el descanso, el PSG puso la intensidad necesaria para repeler a un OL que seguía igual de inconsistente. Si Nuamah calentó los guantes de Donnarumma, fue Dembélé quien destacó con tres grandes oportunidades, incluido un cabezazo que rozó el larguero. A pesar de la paliza infligida al Lyon, París aún concedió muchas situaciones, pero pudo contar con un portero ardiente para repeler un cabezazo a quemarropa de Nuamah, pero no lo suficiente para desviar el penalti de Tolisso obtenido por Tagliafico por una falta de Zaire-Emery ( 1-4, 74).

En la gestión, el París no hizo más en el último cuarto de hora, limitándose a hacer girar el balón. Un cambio de cara en este partido que se explica por la agresividad mucho mayor del Lyonnais para terminar con una nota mucho mejor mientras Barcola, abucheado en cada uno de sus tiros de balón, estaba a punto de extinguir definitivamente a su antiguo club por una mala jugada.

Afortunadamente, la humillación suprema se evitó para el Lyon, último en el campeonato francés después de esta goleada.

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