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·25 de mayo de 2022

Columna: La base de una buena plantilla (por @CI_Sports19)

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La eliminación de Colo-Colo y Universidad Católica de la fase de grupos de la Libertadores mostró un detalle fundamental en cómo se conforma una plantilla para competir en todos los frentes

A principios de año los Albos adquirieron los pases de Leonardo Gil y Pablo Solari, se extendió el contrato de Emiliano Amor además de retornar a canteranos como Alexander Oroz y Pedro Navarro en donde el primero ha demostrado ser una alternativa para Gustavo Quinteros. En materia de refuerzos se fichó a Cristián Zavala, se repatrió a Esteban Pavez y se encontró a un gran delantero como Juan Martín Lucero que además de ser un gran goleador es gravitante al momento de asistir a un compañero para asegurar un gol, pero uno de los problemas de Colo-Colo fue no encontrar grandes alternativas en puestos importantes como en defensa con un central y un lateral izquierdo a raíz de la lesión de Pedro Navarro, al igual que en un centro delantero que le dispute el puesto a Lucero ya que Christian Santos no ha respondido a las expectativas desde su contratación al cierre del mercado de fichajes en el segundo semestre del año pasado.


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Al no tener alternativas que permita a los titulares tener un menor desgaste a raíz de la exigencia de lo que es disputar una Libertadores, Torneo Nacional y Copa Chile pasa la cuenta en el cierre de una fase de grupos o en instancias decisivas como disputar una final del torneo. En cambio, Universidad Católica no supo armar un equipo luego de las salidas de jugadores claves como Valber Huerta y Gastón Lezcano sumando a la ausencia de Luciano Aued por temas de salud. Independiente de la irrupción de Gonzalo Tapia, la polifuncionalidad de Alfonso Parot y la aparición magistral de Fabián Orellana que estuvo muchos meses sin ser considerado por Paulucci, quien a la postre fue cesado de sus funciones por malos resultados, en San Carlos de Apoquindo no se armó una plantilla para disputar ambos frentes; en primer lugar Sebastián Galani no tiene similitudes con Ignacio Saavedra ya que el ex Universidad de Chile es más un mediocampista mixto que apoyo tanto en ataque como en defensa, en cambio el formado en la UC cuando recupera el balón es la primera salida y cuando sale del equipo titular, independiente de su rendimiento, su ausencia se hace notar en el terreno de juego.

Buscar un central por izquierda es difícil pero Nehuén Paz, pese a mostrar irregularidad por la falta de alternativas en la defensa de los cruzados, ha tratado de cumplir aquella función teniendo en cuenta que Alfonso Parot ha tenido que ocupar aquel puesto en caso de que el ex Bologna esté ausente en un partido y Cristian Cuevas ha ocupado el lugar del ex Rosario Central cuando éste juega en la zaga central. A su vez, se apostó por Yamil Asad y Lucas Melano para reforzar el ataque pero ambos futbolistas no han respondido a la exigencia de lo que es reforzar al actual tetracampeón del fútbol chileno sobretodo el desafío de disputar una Libertadores y superar lo alcanzado el año anterior que fue llegar a los octavos de final del certamen más importante del continente. Salvo que Ariel Holan decida considerarlos para el segundo semestre lo más probable es que ambos jugadores no continúen en San Carlos de Apoquindo teniendo en cuenta que a mitad de año solo se pueden realizar tres fichajes teniendo en cuenta que no se puede contratar a un futbolista que haya disputado más de ciento veinte minutos en el torneo nacional.

Confeccionar una plantilla no es armar un equipo con jugadores de renombre, es reforzar posiciones y tener dos jugadores por puesto de cara a las competencias que se van a disputar en la temporada. En el año 2011, después de ganar el campeonato de Apertura en el primer semestre, Universidad de Chile reforzó su plantilla pensando principalmente en el desafío del segundo semestre que era la Copa Sudamericana considerando que en aquel entonces los torneos continentales en Sudamérica eran semestrales; se repatrió a Osvaldo González tras su primer ciclo en el Toluca de la Liga MX, se fichó a Gustavo Lorenzetti quien era en ese entonces el mejor mediocampista creativo del torneo nacional y se sumó a Paulo Magalhaes quien llegó como jugador libre tras finalizar su vínculo con Colo-Colo, además de potenciar a la base del plantel campeón del primer semestre conformada por Johnny Herrera, Matías Rodríguez, Marcos González, José “Pepe” Rojas, Eugenio Mena, Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Eduardo Vargas, Francisco Castro y Gustavo Canales, además de contar con jugadores como Gabriel Vargas, Esteban Conde, Guillermo Marino y Albert Acevedo quienes fueron importantes en la consecución de la Copa Sudamericana además de conseguir el bicampeonato ganando el torneo de Clausura. En síntesis, una plantilla no la conforman grandes figuras, se construye con jugadores que sumen al equipo reforzando la misma con dos jugadores por puesto para disputar todos los torneos en la temporada.

Foto: Colo-Colo

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