Diario UF
·28 de enero de 2021
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·28 de enero de 2021
En un Mariano González todo lo lleno que las restricciones del COVID-19 permitieron, se inauguraba, a las 19:00h de la tarde, el penúltimo asalto de la «competición del KO». Se antojaba una batalla muy ilusionante y equilibrada, pero esta segunda premisa no se cumplió. Pues un rodillo llamado Granada CF aplastó, sin piedad alguna, a su rival. La entidad presidida por Yi Rentao desarmó el planteamiento de los madrileños centrando su juego por las bandas, donde nombres como Antonio Puertas o Alberto Soro protagonizaron un doctorado en como herir a tu contrincante.
De esta forma y tras esta abultada victoria, los rojiblancos obtienen su billete a los cuartos de final, mientras que el CDA Navalcarnero dice adiós al sueño copero tras realizar un magnífico papel y una admirable hazaña.
Empezó el partido con un Granada CF inspirado y enérgico, el cual sometió a los locales a un incesante acoso de ocasiones de peligro. Los nazaríes tomaron la iniciativa del duelo des de que Alberola Rojas decretó el inicio del primer acto y el CDA Navalcarnero no tuvo más remedio que achicar agua. Con un juego muy directo, haciendo el campo grande y trenzando pases de forma ágil, los andaluces gozaron de innumerables acciones claras para poder adelantarse en el marcador y, tras 9 minutos de encuentro, la presión que ejercieron los granadinos obtuvo recompensa. Germán Sánchez anotaba un tempranero gol después de que Néstor, el portero del Nával, dejase el balón muerto en el área chica tras un remate que el mismo futbolista visitante había ejecutado. Así pues, en el segundo intento el gaditano obtenía premio y adelantaba a su equipo.
En el 11′, los rojiblancos pudieron ampliar su ventaja: una clara doble ocasión iniciada por Fede Vico no lograba llegar a buen puerto. Pero, pese a ello y poco después, la siguiente jugada nazarí ya no fue un aviso. Una genialidad de Quini por banda izquierda, con un saque de banda como origen de la jugada, otorgó el gol en bandeja a Alberto Soro. El jugador maño solo tuvo que empujar el balón al fondo de la red. Era el minuto 23′ y los pupilos de D. Martínez ya ganaban 0-2.
Tras el tanto visitante, dio la sensación de que algo se agitó en el Navalcarnero. Parecía que los locales despertaban y disfrutaron de la posibilidad de recortar distancias: un envenenado centro de Gonzalo, con una gran jugada como antecedente a este, no consiguió coincidir con ningún jugador del Nával. Aunque, para desgracia de los hinchas presentes en el Mariano González, la reacción local se quedó en un simple espejismo.
Tras ver que el CDA Navalcarnero quería reengancharse al ritmo del choque, el elenco granadino incrementó aún más su asedio, lo que resultó ser un movimiento maestro para neutralizar cualquier posibilidad de la entidad militante en la Segunda División B.
Fede Vico, con un zapatazo sublime tras asistencia con la cabeza de Soldado, hundía la pelota en la escuadra derecha de la portería defendida por los de la Comunidad de Madrid. Precisamente, sería el mismo Roberto Soldado el que, dos minutos más tarde, firmaba el cuarto tanto nazarí. Una sublime vaselina, des de tres cuartos de campo y solo al alcance de los más virtuosos, permitía al ariete valenciano dejar su huella personal en este partido de Copa.
Tras esta precoz sentencia rojiblanca, ya que apenas se habían cumplido los 34 minutos de encuentro cuando el marcador indicaba el 0-4, la primera parte ya no nos deparó nada destacable.
Con el pitido del colegiado al término del tiempo reglamentario, se ponía fin a la pesadilla del Nával.
Al haber vivido una primera parte tan desequilibrada tanto en el terreno de juego como en el electrónico, el segundo acto tuvo poco que ofrecernos. La tónica fue distinta, ya que los locales dieron un paso hacia adelante, pero la determinación de este no fue lo suficientemente notable como para intimidar a un cómodo Granada CF.
El conjunto de la categoría de bronce generó pocas ocasiones, atisbos poco punibles, lo que desencadenó que Aarón Escandell apenas hiciese acto de presencia en el duelo. Luis Ayllón hizo múltiples cambios para agitar el choque y cambiar el rumbo del destino, tratando de tirar «de épica», pero dichas sustituciones no dieron sus frutos.
Con un Navalcarnero volcado en ataque, los de la «Eterna Lucha» aprovecharon los espacios disponibles para dañar más a su rival. Foulquier en el 72′ y Jorge Molina en el 78′ abultaron, aún más, el triunfo de su equipo. La ventaja aumentó a 0-6.
En el caso del tanto del de Alcoi, este cruzó a la perfección la pelota para ponerla donde Néstor no podía llegar. Cabe remarcar también, quizás como único aspecto negativo del encuentro para el Granada CF, la lesión de Quini en el 85′. El jugador nazarí, que regresaba al verde tras una «Odisea» de lesiones en la rodilla, tuvo que retirarse tras hacerse daño en una acción aislada. Entró Vallejo en su lugar.
Tras el pitido final, los rojiblancos se retiraron del terreno de juego (evidentemente orgullosos) tras efectuar un partido excelente, de diez.
En la otra cara de la moneda, los aficionados presentes del Navalcarnero ovacionaron a un equipo que, después de una brillante trayectoria en la Copa del Rey, seguro que esta derrota la recordaran como un hecho anecdótico. El Nával ha llegado mucho más lejos de lo que todos podíamos imaginar; demostrándonos así la belleza de este deporte y la valía de una categoría que, en ocasiones, resta en el olvido.