Carvajal reconocíó dentro del vestuario la sorpresa que le dio Mudryk: "Es un galgo" | OneFootball

El Real Madrid mantiene su imbatibilidad. El conjunto blanco vuelve a demostrar que la Champions League es su territorio favorito, en el que da un cambio espectacular de actitud y se puede sobreponer a casi cualquier situación. Aunque no lo pareció, el partido de ayer fue importante en muchos sentidos. Sobre todo para dos jugadores del Real Madrid: Andriy Lunin y Dani Carvajal.

El portero ucraniano está ahora mismo en el punto de mira porque debe hacer de sustituto de Thibaut Courtois, el insuperable portero belga que sostuvo al Real Madrid en los peores momentos de la temporada pasada y dejó actuaciones que muy pocos guardametas han logrado en partidos tan complicados como una final de Champions League. El rédito del cancerbero suplente, que todavía no ha jugado muchos partidos, está por demostrar. Aun así, cuenta con la confianza de Carlo Ancelotti.

Dani Carvajal siempre ha sido objeto de críticas por parte del antimadridismo. El precio por ser uno de los mejores laterales derechos del mundo es muy alto, especialmente cuando su particular 'reinado' se extiende desde 2014, cuando el propio Ancelotti le llamó para suplir a un Álvaro Arbeloa que afrontaba sus últimas temporadas en la Casa Blanca.

Un legado a la altura de los mejores

Desde entonces, el canterano del Real Madrid ha superado los incontables logros de 'el Espartano' y se ha convertido en un lateral temido y respetado a partes iguales en el fútbol español, europeo y mundial. Los retos a los que se ha tenido que enfrentar en su amplia carrera han estado a la altura de Neymar Jr., Sadio Mané y otros jugadores veloces y con potencia física, pero Carvajal tuvo ayer una experiencia que le dejó huella.

El lateral mostoleño del Real Madrid tuvo que enfrentar a Mijailo Mudryk en la banda derecha del Santiago Bernabéu. El extremo izquierdo del Shakhtar Donetsk es conocido en toda Europa por su amplia zancada y su velocidad con la que es capaz de causar estragos en cualquier defensa y dejar atrás a su marcador. Sin embargo, Ancelotti se había preparado para la ocasión.

Además de poner en las ayudas a Fede Valverde, confió en Dani Carvajal para parar a Mudryk, una tarea que quedó más que cumplida. En el vestuario, el lateral español compartió sus valoraciones con los compañeros: además de asegurar que "corre que se las pela", Mudryk "es más rápido de lo que parece, es un galgo". La preparación especial del cuerpo técnico y del lateral, que investigaron a fondo el estilo de juego del extremo, fueron los antídotos perfectos para anular sus acciones de peligro.