Carles Coll, campeón del mundo en 200 braza | OneFootball

Carles Coll se ha proclamado campeón del mundo en los 200 metros braza en piscina corta con la octava mejor marca de la historia

Quién avisa no es traidor. Y Carles Coll ya mandó toda una declaración de intenciones en los pasados campeonatos de España batiendo hasta cinco récords nacionales. La piscina corta, por sus volteos y submarinas, le propulsan hasta un top mundial que esta tarde se ha encargado de romper en añicos por completo. Se ha llevado el oro en los 200 metros braza con un último 50 espectacular ante nadadores de la talla de Prigoda o Fukasawa, segundo y tercero respetivamente. Es el primer oro español en unos mundiales de piscina corta desde el apabullante campeonato de Mireia Belmonte en Doha 2014. Y, si nos ceñimos a lo masculino, significa la primera medalla desde que Aschwin Wildeboer se marchase de Dubai 2010 con una plata y un bronce.

El mejor día de su vida

Iba por la calle 2, escondido tras unas eliminatorias satisfactorias en las que se reservó, pues también compitió en el 100 estilos. En la prueba corta finalizó quinto, apenas una hora después del oro del 200 braza, y a escasas dos centésimas de su récord de España. Poco le importará a un Carles Coll después de su hazaña en la prueba de fondo de la braza. Apoyándose en sus excelentes filipinas y su buena reacción en la salida, se mantuvo en el trío de cabeza desde el inicio. Pasó primero por el ecuador y, aunque le robaron el liderato de forma momentánea a falta de dos largos, se marcó un final de ensueño para vencer con autoridad. Su 2:01´55 es, de largo, un nuevo récord nacional. La anterior plusmarca de Melquiades Álvarez, era casi un segundo superior. Además, se mete en una hipotética final histórica de la prueba con el octavo mejor tiempo.

Hijo de nadadores profesionales, Carles Coll lleva toda una vida dedicada a la natación. Se formó en Club Natació Tarraco y residió en el CAR de Sant Cugat antes de poner rumbo a Estados Unidos. Allí, en la universidad de Virginia Tech, bajo las órdenes de Sergi López, ha alcanzado la madurez como deportista. El factor de las yardas ha provocado que mejore todavía más, si cabe, sus volteos. Hoy, a sus 23 años, se ha proclamado campeón del mundo «en el mejor día de su vida». «Es un sueño ganar una medalla internacional y poder decir que soy campeón del mundo parece surrealista. Estoy muy feliz», comentaba nada más salir del agua.

El relevo, quinto del mundo

El papel de la delegación española en Budapest, más allá de los metales, está siendo sublime. Los relevos masculinos, que ya dieron un gran paso adelante en los Juegos Olímpicos, sumaron su segunda final en estos campeonatos. Al sexto puesto en el 4×100 libres hay que sumarle el quinto del 4×200. Sergio de Celis, Nacho Campos, Miguel Pérez-Godoy y Luis Domínguez, con una media de edad que apenas sobrepasa los 20 años, cuajaron una final extraordinaria, batiendo la anterior plusmarca nacional y, al igual que en el relevo corto, siendo sumamente compactos.

Photo by David Balogh/Getty Images

Al buen resultado hay que sumarle que otros grandes nadadores como César Castro o Carlos Garach, se quedaron en casa tras un largo ciclo olímpico. Es decir, España dispone de un grupo de 6-7 nadadores de base para preparar Los Ángeles 2028, algo con lo que no se podía ni soñar hace dos temporadas. Las chicas, aunque no dispongan de unos relevos tan potentes, también auguran un futuro muy esperanzador. Emma Carrasco y Carmen Weiler, ambas finalistas olímpicas y del mundo, Laura Cabanes, María Daza…talento y calidad de sobra con más de tres años por delante.

Este mundial de Budapest ha sido, precisamente, el debut de Santi Veiga como nuevo director técnico de la natación española. El gallego, que sustituyó a Sean Kelly tras París, no ha podido tener un mejor inicio de ciclo. Esta semana concedió a Relevo una entrevista en la que reconoció la dificultad de «convertirse en una potencia europea», pero es consciente de que el equipo nacional comienza a tener una base sobre la que sostenerse. El Europeo de 2026 es, para Veiga, una parada fundamental en el camino a Los Ángeles. «Este proyecto es para nadadores que aún no están a nivel de elite, pero ese camino a medio plazo puede ser una gran motivación«, afirmó.

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