Canto de gol: Techo sin techo | OneFootball

Se va cerrando el periplo bogotano de Millonarios en la Liga. Y salvo el primer clásico, ayer en Techo se completó la cuarta victoria sin salir de la capital, faltando un último y jodidísimo reto.

Parecían más asistentes que los del reporte oficial. Oriental atestada, lateral ocupada en un 90% y occidental también con muchos hinchas significaron un gran marco para un partido de dos tiempos distintos pero que, al fin y al cabo, sirvió para que Millos amaneciera líder. No sufrir el aguacero inclemente de horas después fue el premio adicional para más de la mitad de futboleros que llegaron al segundo estadio de Bogotá.

Ayer nos arriesgamos y fuimos con mi novia a oriental. Ella solamente había ido a la tribuna de enfrente, y quedó sorprendida por la gran vista que se tiene de los jugadores y las acciones del partido. Además, ambos hablamos mucho de la cancha, elogiando el gran estado del césped y su contribución para el juego del equipo. Esas puñaladas a espaldas de los defensas locales en el primer tiempo, convertidas por Kevin y Luis Mario y malogradas por Neyser, se prestan cuando la gramilla anda bien.

Es una lástima que en el Metropolitano de Techo no quepan más de 10.000 personas. Que una parte de occidental sur tenga sillas de adorno porque los árboles no dejan ver nada. Que esos mismos árboles y el parque de diversiones impida tener otra tribuna popular. Que ese sector más costoso del estadio sea como una construcción de Legos que se quedó sin fichas.

Y la lista sigue: oriental tiene esa vista maravillosa, pero también muy pocas filas y solamente un piso. El codo que la une con la lateral nunca queda habilitado. Y las que parecen las bases de un proyecto de agrandar la tribuna norte se quedaron en eso, con vigas al aire y una sensación de obra gris inconclusa.

Una pena, en verdad. La ubicación del estadio de Kennedy -y/o seguramente las mismas razones antes expuestas- lo hacen cero atractivo para ser arruinado por conciertos ajenos al fútbol. Por ello hace muchas ligas venimos hablando de ese gran estado del pasto que resiste muy bien partidos de la A, la B, la Copa, localías negociadas de otros equipos y las «temporadas secas» que inventa la alcaldía técnica de Carlos Galán.

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Ojalá al menos, algún día, el estadio deje de ser un Techo sin techo, sin una cámara de televisión inclinada y propia de ligas de segunda división. Y sí con tribunas completas y más capacidad para que los bogotanos tengamos la oportunidad de disfrutar fútbol en un segundo escenario apto para el deporte que nos mueve cada semana.

El canto de gol para acompañar esta columna es ‘Cuando la gente se pare’ de la banda capitalina La Severa Matacera:

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Carlos Martínez Rojas@ultrabogotano