Canto de gol: El comodín | OneFootball

El canto de gol de hoy dice en uno de sus versos «Puede más el amor que el dinero, señor». Y ni la ambición por los premios ni el amor propio, mucho menos por respeto al Club, evitaron que Alberto Gamero volviera a ser el comodín de torneo internacional.

En 2008, 2016, 2017 y 2019 (por partida doble) el técnico samario no pudo ver la luz de una fase de octavos de final en Libertadores o Sudamericana con sus tres equipos previos. Con el último, Deportes Tolima, arañó y alcanzó los octavos de final en 2015, quedando eliminado en esa fase. El tema no ha sido sólo en Millos.

Acá en su casa, en la que dice es y ser su casa, en dos fases previas quedó en el camino. Lo más lejos que llegó fue contra Cali en pandemia, donde los penales regalados nos volvieron a sacar. Y tanto en fase de grupos de Sudamericana 2023, como en la que sentenciamos anoche del máximo certamen continental, Gamero firmó y confirmó una ley que parece irrevocable para él: los torneos suramericanos no son lo suyo.

Desde la vergonzosa derrota en Coquimbo lo advertí y sentí en mi corazón: lo único que le salva el semestre a Alberto Miguel es la competición que domina y para la que sí parece tener charreteras. La liga colombiana con sus pocas altas y muchas bajas es lo único que le resta a este Millonarios para pasar el semestre, con un 3,6 que raspe y maquille la mediocridad con la que se jugó. Y es para lo único que siempre le parece alcanzar a esta dirección técnica.

La cuenta de Twitter X @AlexDatos2 nos da más números para quitarle subjetividad a esta columna llena de dolor e ira: Millos se sumó a Danubio, Juan Aurich, Real Potosí y Lara en la lista de equipos que llegaron a tres grupos de Libertadores en este siglo y quedaron por fuera en los tres años. Sólo superados por Zamora, Melgar, Oriente Petrolero, San José y Maracaibo.

Entonces, profesor Gamero, no voy a echarle la culpa sólo a usted. Sin entender que la empresa que manejan es deportiva y tiene réditos económicos GANANDO, la floja ambición, inversión y visión de las directivas le dieron un grupo de muchachos sin reforzar. Y ese grupo disputó un torneo continental con trotes, despilfarros, sinvergüencerías y discursos indolentes. Pero usted, profe, a diferencia de lo que sentencia en sus entrevistas, también tiene culpa. No se lave las manos, no diga que la responsabilidad es solamente de ellos y usted nunca se equivoca. Porque sus pupilos no sólo son esponjas de sus conceptos, también de sus valores. Y su soberbia bien absorbida se evidenció en dos jugadas de Pereira y el capitán, apenas citando dos ejemplos de anoche.

El comodín no fue Palestino. Fue Millonarios. Y usted, profe Gamero, ha sido el comodín con Chicó, Junior, Tolima y ahora en Bogotá durante 16 años. Riman Los Fabulosos Cadillacs en ‘Raggapunkypartyrebelde’ «Ya lo dijo Rubén en una canción: puede más el amor que el dinero, señor». Pero es que ni el canto de gol nos queda hoy, porque ni por plata ni por amor fuimos capaces de ni mierda.

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Carlos Martínez Rojas@ultrabogotano