Bursa, la ciudad que rompió una hegemonía en el fútbol turco | OneFootball

La primera división de fútbol de Turquía, solo ha tenido ocho campeones cuya sede no esté en Estambul, el Bursaspor es uno de ellos

Dominio estambuliota

Desde su creación en 1959, la máxima categoría del fútbol turco se ha repartido los títulos entre seis equipos. La hegemonía de tres de ellos es aplastante. Estos son, además, de la misma ciudad: Estambul. Galatasaray, Fenerbahce y Besiktas acumulan 57 de los 66 campeonatos disputados en toda la historia. Además, el Istanbul Basaksehir se metió en la lista de campeones con sede en Estambul el pasado 2020, consiguiendo su primer título de liga.

Los otros campeones que consiguieron romper con este abuso por parte de la capital del país otomano, han sido el Trabzonspor siete veces y el mencionado Bursaspor.

Bursaspor, los ‘’cocodrilos verdes’’

El equipo burso no pasa por su mejor momento deportivo. En la actualidad se encuentran en la cuarta categoría del fútbol turco. Eso sí, dentro de su campeonato, son líderes muy destacados con once puntos de distancia respecto al segundo, sin ninguna derrota y con tan solo cuatro goles encajados.

Pero esto no debe manchar la historia que tiene el equipo que viste de rayas horizontales verdiblancas. Son el quinto club con más temporadas en la máxima división. Además, cuentan con títulos de gran categoría como la Copa de Turquía de 1986, y el logro de llegar a los cuartos de final de la Recopa de Europa de 1975.

Es importante recalcar estos logros en un país con tal superioridad de un pequeño conjunto de clubes respecto a los demás.

Timsah Arena, estadio del Bursaspor. Fuente: @CuriosidadesEU (X).

El mote de los ‘’cocodrilos verdes’’ viene de la celebración de uno de los ídolos del club, Majid Musisi. El delantero procedente de Uganda festejó imitando el movimiento de un cocodrilo al deslizarse cuando marcó el gol que llevaría a la prórroga de las semifinales de la Intertoto del 1995. Sus compañeros le imitaron detrás, haciendo una especie de ‘corrillo’ burlando los movimientos de un cocodrilo. Una imagen mítica e imitada por otros jugadores en todo el mundo del fútbol.

Tan mítica que el nuevo estadio del Bursaspor, el Timsah Arena, inaugurado en 2015 imita la forma de un cocodrilo verde que lo hace especialmente llamativo.

Campeones sorpresa

El año 2010 no solo fue glorioso en España. La antigua capital del imperio otomano, veía como el club principal de su ciudad levantaba un trofeo que se había acomodado en Estambul. Sorprende más al ver que es un equipo que había merodeado la zona media de la tabla en los años previos y que ascendió solo tres años antes del título.

Llegaba la última jornada con un frenetismo inmenso. El Fenerbahce era líder con un punto más que los de Bursa. Esto indica que dependían de ellos mismos para alzar la copa. Fallaron a la obtención de los tres puntos, empatando con el Trabzonspor a uno. Solo quedaba esperar.

Por su parte, el Bursaspor debía cumplir sí o sí y ganar en su estadio ante el Besiktas. Y lo hicieron, 2-1 en el marcador y se convertían por primera vez en su historia en campeones de la Superlig de Turquía.

Plantilla del Bursaspor celebrando el campeonato. Fuente: @KimbuOgii (X).

Una pantalla que dio y quitó un campeonato

Si ya el triunfo de los verdiblancos era histórico, lo fue más sabiendo lo que había ocurrido en el estadio del Fenerbahce. Al término del encuentro de los de Estambul, el videomarcador del Şükrü Saracoğlu Stadium indicó que el Bursaspor había empatado su respectivo partido, lo que hacía que el Fenerbahce ganara el campeonato.

Esto hizo que se desatara una gran celebración en el estadio con la gente saltando al césped y burlándose de la afición del Bursaspor imitando a un cocodrilo. Todo se derrumbó cuando comprobaron que lo que reflejaban las pantallas no era lo que había pasado en Bursa. Al echar cuentas y ver que su equipo ya no era campeón los aficionados se quedaron a cuadros. Suha Gursoy, periodista en Turquía, recuerda que ‘’alguno de esos aficionados rompieron a llorar’’.

Escrito por Julio Vos Macías.