Boca Juniors venció a Universidad de Chile al ritmo de los «pibes» y pasó a la final del Torneo de Verano | OneFootball

Los «pibes» guiaron a Boca Juniors al triunfo por 3 a 2 ante Universidad de Chile que le permitió clasificar a la final del Fútbol Internacional de Verano. En un partido cambiante, los tres goles del Xeneize fueron obras de los más jóvenes en la elaboración y en la ejecución. Medina, Zeballos y Luis Vázquez, los goleadores de una victoria de pura juventud en el estadio Jorge Luis Hirschi de La Plata.

Fue un discreto primer tiempo en la casa de Estudiantes en donde prevaleció la precisión en las pelotas paradas. Ni el de Azul y Oro ni los chilenos tuvieron buenos ratos de fútbol ni situaciones de gol elaboradas a través de su sistema de juego.

Un tiro libre frontal al arco para la visita fue el disparador del primer tanto de la noche platense. Cristian Palacios metió su pierna en el área chica ante la floja resistencia defensiva de los argentinos y colocó la pelota junto a un palo para abrir el marcador.

El Xeneize tomó más protagonismo aunque sin lucirse y llegó a la igualdad gracias a otro balón detenido: córner de Zeballos y cabezazo cruzado de Medina que hacía unos instantes había reemplazado al lesionado Almendra.

El juego se planchó más de lo que estaba antes, sin embargo otro tiro de esquina volvió a ser fundamental para los trasandinos que golperon con un tremendo testazo de Ronnie Fernández para cerrar la primera mitad con la ventaja a su favor.

En el complemento, la historia se simplificó para el club de la Ribera. Camilo Moya vio la segunda amarilla y dejó a los chilenos con diez hombres en el amanecer del segundo capítulo.

El Xeneize se adueñó de las acciones y consiguió una movilidad de pelota más precisa y prolija. Ese orden y la agresividad de los más jóvenes llevó a Boca a conseguir el empate por intermedio de un gran remate rasante y cruzado de Exequiel Zeballos.

El dominio total del juego significó más llegadas de peligro bajo la conducción de Molinas, Medina y Zeballos. El propio Molinas fue el hombre que se inspiró y habilitó a Luis Vázquez que clavó el 3 a 2 con un disparo bajo y seco a la red.

Desde ese momento, todo fue del elenco argentino que tuvo más posibilidades pero el arquero Galíndez evitó lo que pudo ser un resultado más abultado.

Los dirigidos por Sebastián Battaglia deberán esperar a la definición del Grupo B para saber el rival de la final del martes. Gracias a los más chicos, Boca jugará el partido crucial del Fútbol Internacional de Verano.