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·1 de agosto de 2025

Bienvenidos al Fútbol Total Barcelona

Imagen del artículo:Bienvenidos al Fútbol Total Barcelona

El Barça regaló un poema hecho de fútbol a los aficionados de Seúl y a los suyos propios

Lo quieren fuera del estadio y dentro de él, los buscan en los hoteles de concentración, lo aman y lo señalan con el dedo emocionados los aficionados rivales y también los rivales en el césped, lo desean las marcas comerciales, lo buscan sus compañeros para abrazarse y se acercan quienes solo quieren disfrutar de su fútbol. Lamine Yamal es, sin duda, el mejor futbolista del planeta y resolvió el amistoso ante el FC Seoul en la primera parte, pero la oda al fútbol del equipo de Flick fue coral, colectiva y muy emocionante.

El Estadio Mundialista de Seúl, inaugurado para la cita de 2002 organizada por Corea del Sur y Japón, prácticamente estuvo lleno, pero no del todo, para recibir al Barça. Lo hizo con Coldplay sonando por sus altavoces y unos 62.482 aficionados que celebraban hasta los goles de los de Flick durante el calentamiento. Las camisetas blaugranas (la nueva aún no ha empezado a calar) era mayoría también aquí, como ya pasó en Kobe, aunque la afición local era mucho más ruidosa (uno de los grupos ubicados tras una de las porterías se hace llamar ‘Ultras Gritar’, está todo dicho).


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Flick volvió a presentar un once muy potente, pero con algunos cambios respecto al primer encuentro: Koundé por Èric, Araujo por Íñigo, De Jong por Gavi, Olmo por Fermín López y Lewandowski por Ferran Torres. De hecho, era un equipo titular muy parecido al habitual la temporada pasada.

Con la primera pelota que tocó Lamine y su primera croqueta, el estadio se vino abajo. Confirmado: la grada era blaugrana y, como si estuvieran viendo a los ‘Globetrotters’, todo eran vítores y aplausos ante las virguerías de los blaugrana. El de Rocafonda respondía con una tras otra y solo dejó de sonreír cuando lo derribaron en el área y ya olía el disparo a la red. El estadio olía también, pero a pollo frito porque el patrocionador de la gira en Corea del Sur, ‘BBQ’, es el rey en el país.

El gol era cuestión de tiempo y llegó a la contra, tras un robo de Olmo, que condujo hasta ver a Lamine solo en la derecha. El de Rocafonda disparó al palo y Lewandowski recogió el rebote para darle un mordisco al marcador. Como el extremo tenía hambre y quería su trozo, se inventó una jugada, no exenta de algún rebote, para disparar desde la frontal al palo del portero. El segundo. El festival de Lamine Yamal era para levantarse y empezar a aplaudir hasta el final del partido. ¡Que no es normal, hombre, que eso no es normal!

Su único pero, absolutamente perdonable, fue un balón perdido que acabó en un disparo Young-Wook Cho, el ‘9’ del FC Seoul, imparable para Joan Garcia. Después volvió a lo suyo y se sumó Dani Olmo al espectáculo robando, llegando, filtrando, se le veía filigranero. Solo le faltaba gol y a punto de estuvo de encontrarlo tras una asistencia de Raphinha.

Parecía todo controlado cuando una asistencia extraordinaria de Anderson de tacón a Yazan Al-Arab la acabó el defensa cruzado con la zurda. Nada pudo hacer Joan Garcia. Faltaba un instante para el final del primer tiempo, tiempo de sobras para que volviera a aparecer Lamine Yamal, que se estaba aburriendo. Dani Olmo lo lanzó hacia al ataque y, tras un recorte, gol. Un casi gol y dos goles en el primer tiempo: un regalo para quienes gozaban desde la grada.

El ‘show’ sigue en la segunda

La segunda mitad fue la potencia de Rashford, la ilusión imperterrita de Héctor Fort, el esfuerzo recompensado de Ferran Torres y sus dos goles, las ganas de seguir gustando de Bardghji, el manual de instrucciones para jugar de pivote de Casadó, el corazón y, por supuesto, también el pie de Gavi, como demostró haciendo el sexto. Fue la calidad disfrazada de calidad de Fermín, el quererla siempre de Gerard Martín, el obús de Christensen desde Lillerød, su ciudad natal, pero, sobre todo, el segundo tiempo fue una oda al FÚTBOL TOTAL BARCELONA.

/Sport

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