Bendita locura llamada Atlético de Madrid | OneFootball

La montaña rusa de fútbol y goles vivida en Montjuic deja todo abierto para el partido de vuelta

«Qué manera de subir y bajar de las nubes, que viva mi Atleti de Madrid» rezaba Sabina en el himno centenario del Atlético de Madrid. Qué exactitud y qué forma más adecuada de describir el sentir que vive un hincha colchonero con su equipo. Una montaña rusa de emociones y una locura de sentimientos tan difícil de explicar como de entender, pero a lo que es más sencillo acercarse viendo partidos como el de ayer.

Pasadas ya unas horas de la oda al fútbol vivida en Montjuic, todavía habrá algunos que sigan cargados de esa dopamina que genera en el cuerpo este deporte. Y habrá otros que sigan llevándose la mano al pecho para comprobar si su corazón sigue latiendo o se paró con el gol de Sorloth. No es para menos porque la noche de ayer quedará para el recuerdo de la Copa del Rey y para los aficionados de uno u otro equipo.

Se sabía de antemano, atendiendo a lo que dejó el partido de liga en diciembre, que lo de ayer era un choque de altos vuelos. Y ni el Atlético de Madrid ni el FC Barcelona fallaron a su cita con la historia. El listón que se ha puesto para el partido de vuelta será complicado de superar, pero el Metropolitano también sabe de grandes noches. Y ese 2 de abril en el que se decidirá el billete a Sevilla apunta a ser otro día para el recuerdo.

Tocar el cielo, caer a los infiernos

Sin titubeos ni miedo alguno, los gladiadores de Simeone salieron con la quinta marcha puesta. Una propuesta que pilló dormido al Barça y que tuvo premio en forma de goles. 50 segundos tardó la araña en picar en territorio culé y unos minutos más se demoró Griezmann para cumplir la ley del ex. La dupla de los sueños rojiblancos hizo acto de presencia muy pronto, aunque la reacción local no tardó en llegar.

Ya lo decía Simeone en rueda de prensa al término del partido: «Con el 0-2 dije no te pongas tan contento porque esto no va a ser tan fácil». Razón no le faltaba al bueno de Diego Pablo porque la comedia se convirtió en tragedia antes del descanso. Tres goles del equipo de Flick para darle la vuelta al partido con un Pedri excelso y un Lamine Yamal rompiendo la felicidad atlética cada vez que tocaba el balón.

Un arreón de fútbol que se llevó por delante al Atlético de Madrid. Primero con un gol de Pedri y luego con dos goles en dos saques de esquina que retrataron a la defensa colchonera. Pablo Barrios quedó señalado en el gol de Cubarsí y, más tarde, volvió a aparecer en la foto junto a Llorente. Cubarsí agarró a Marcos, ante la mirada ciega de Hernández Hernández, y fue Iñigo el encargado de desatar la locura blaugrana.

Nunca dejes de creer

Lo que bien había empezado para el club madrileño se había torcido en el transcurso del primer tiempo. Pero la montaña rusa en la que se había convertido el partido todavía no había acabado. El paso por vestuarios sirvió para prolongar el buen hacer de los locales, que seguían poniendo al Atlético contra las cuerdas. Pero como buen púgil, al colchonero hay que tirarlo a la lona y no dejar que se levante, pero el Barça no lo hizo.

Estuvo cerca de lograrlo con el cuarto gol, obra de Lewandowski, pero el fútbol siempre es caprichoso. Y si al Atlético le había quitado la miel que estaba saboreando en los primeros cinco minutos, a los de Flick les pagó con la misma moneda. Esta temporada, los finales de partido se tiñen de rojiblanco y el de ayer no iba a ser distinto. Méritos a Luis Piñedo por hacer que los suyos estén enteros cuando los rivales piden oxígeno.

Llorente despertó del «ko» al Atlético en el 84 y Sorloth, como hace no mucho, terminó de poner en pie a su equipo en el 93. Los fantasmas del pasado volvían a Montjuic para poner fin al primero de los asaltos con tablas en el marcador. Todo se decidirá en la batalla del Metropolitano, un escenario de guerrillas y gladiadores. Los que van de rojiblanco lo son y exhiben un coraje y corazón que les impide deja de creer. Porque son Atlético de Madrid y eso es una bendita locura.