Bello sueño, Gladiador “Baxinho” | OneFootball

En un juego de palabras con los héroes más destacados de esta doble fecha FIFA para nuestra amada Vinotinto, podemos reflejar lo que ha representado para todo un país la igualdad ante Brasil y categórico triunfo ante Chile: un Bello sueño, gladiador baxinho, está última palabra que en traducción del portugués significa bajito y que solo es diminutivo por la estatura de un gigante Yeferson Soteldo, que nos regaló una de las más extraordinarias presentaciones con la Vinotinto.

Lo del bello sueño, además de ser lo más ansiado para todos los que amamos el fútbol y seguimos a la selección como en mi caso desde los 13 años, lo que significan más de 30 años de amor y dolor como dice mi amigo comentarista Ferney Betancourt, hace referencia al golazo de chilena que marcó Eduard Bello a la canarinha el pasado jueves y que representó un histórico empate a un gol en tierras amazónicas, que sin duda alguna nos ponía a soñar por todo lo alto, aunque muchos se lo tomaban con calma para no vivir otra decepción.

Pues bien, era más que sabido que para que el punto sumado ante Brasil valiera la pena al final se le tenía que ganar a Chile. Y así fue, con solidez defensiva para superar los pequeños baches de juego al principio que por poco canalizaba el cuadro austral, de la mano de Yeferson Soteldo se fue cuajando una gran victoria 3-0 ante una Chile que acusó fuerte en lo anímico la expulsión de uno de sus jugadores con media hora por jugarse.

La magia de Soteldinho fue impresionante. Muchos nos hemos deleitado con sus actuaciones en la selección, pero también los que le seguimos el rastro desde hace años, como Balonazos.com en cada una de sus aventuras, buenas y no tanto por toda América (Chile, Brasil, México, MLS…) hemos visto infinidades de partidos donde su derroche de talento queda de manifiesto. Pero una pincelada de fútbol a lo Leonardo da Vinci pintando la Mona Lisa, creo, sin miedo a equivocarme, pocas veces por no decir jamás. Porque este martes rozó la perfección de lo estético que debe ser este deporte, con regates endemoniados, como en el segundo gol, donde jubiló a un Gary Medel, con el que tenía cuentas pendientes desde el duelo Santos – Vasco da Gama o una definición magistral muy parecida a la conseguida en aquel duelo por el Brasileirao.

Y para terminar el juego de palabras, al mencionar gladiador solo podemos hablar de uno en la selección, un tipo que lo ha dado todo por el combinado nacional, aún cuando ha sido “traicionado” por algunos medios y parte de la fanaticada, que ha intentado jubilarlo, pero que él, a punta de goles y de grandes actuaciones en lo táctico, esas que pocos entienden, se ha encargado de callar. Y así como le pidió perdón un aficionado de River Plate en un vídeo que se hizo viral, así más de uno llamado venezolano debería hacer con el que es y será por mucho tiempo el máximo goleador histórico de la selección, don José Salomón Rondón.

Sus desmarques y pivoteo le permite batallar contra cualquier defensa. Y aunque su olfato de gol parecía estar perdido, en las últimas semanas se ha prendido de una manera impresionante, ganándose la titularidad en River y demostrando que aún puede aportar mucho a la Vinotinto en su camino hacia su primer mundial. El tipo centenario, que tiene en su cuenta 41 goles con la selección, más que ningún otro jugador, sacándole casi el doble de diferencia a su más cercano perseguidor, no puede faltar en este arduo camino que debe transitar Venezuela, esa cruzada histórica necesitará de su gladiador, de su principal referente de ataque, para poder consolidar ese sueño. Esto apenas comienza, pero todo lo que empieza bien termina bien, y esperamos que esta no sea la excepción.

Puntos altos para todo un equipo de obreros, que están dejando la piel para lograr el objetivo. Desde el arco bien custodiado por el gigante de Turen, el siempre bueno Rafael “Rafa” Romo, la magistral clase de como defender la banda derecha por parte del siempre solvente con la selección Alexander González, quien después de una soberbia actuación ante Brasil la reforzó contra Chile, se vio adjuntada con el derroche de Samuel Sosa, el ímpetu del “torito” Cristian Casseres Jr y la rebeldía de un “Brujo” José Martínez, alabado por su audaz labor de recuperación, pero criticado por su falta de entrega limpia del balón. Pues de sus pies nació el primer gol ante los australes.

A esto, la solidez de Jordan Osorio y Wilker Ángel, más la experiencia del General Tomás Rincón y la elegancia de juego de Yangel Herrera, no tan fino como en otras presentaciones, pero que su presencia es vital, han hecho de esta selección un grupo sólido, lleno de confianza que le brinda el cuerpo técnico, que además tiene la tranquilidad de mirar al banco y ver que tiene variantes para destrabar cualquier situación complicada que tengan.

No puedo dejar por un lado el trabajo del cuerpo técnico, criticado a un comienzo, pero que poco a poco empiezan a dejar un sello y a construir en bases sólidas un equipo, con resultados, pero también con juego vistoso, ordenado y con lecturas de partido, sabiendo cuando mover las piezas y como hacerlas para mantener el equilibrio en sus líneas. Un bochazo que se está dando de momento, que Dios mediante no sea solo una carambola, sino que termine dando el fuerte golpe a la mesa.

Hoy más que nunca, mano tengo fe, una frase viralizada que se hace más fuerte por la demostración de estos guerreros, y por el deseo de todo un pueblo cansado de ser derrotista, que necesita de estos tipos de triunfos para embalsamar y quizás brillar un poco el oscuro laberinto social, cultural y político en el que estamos envueltos desde hace tiempo.