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La Galerna

·23 de abril de 2024

Bellingham enseña español a Bale

Imagen del artículo:Bellingham enseña español a Bale

En su primer año como madridista, Jude Bellingham esta dejando imágenes icónicas. Las últimas, festejando el gol que nos daba la victoria ante el Barça en el pasado “clásico”, o cantando con los aficionados que habían asistido al Etihad “así gana el Madrid”. Y hay muchas más. Se le ha visto con frecuencia en el Palacio de los Deportes —me resisto a llamarlo de otra forma— con Vini, Camavinga o Tchouaméni animando al equipo de basket. Y en el túnel de vestuarios, cuando estaba lesionado, esperando junto a Courtois y Militao a sus compañeros para hacer piña.

No es, pues, de los que se esconde en un placo privado y abandona el Bernabéu diez minutos antes de que acabe el partido. Tampoco rehúye fotos ni entrevista alguna, por borde que pueda ser el periodista de turno. Lejos de despreciar a niños en aeropuertos, firma autógrafos con la mejor de sus sonrisas. Tardará en soltarse en español, aunque apuesto a que a nadie le importa. Los aficionados saben que está en ello y, sobre todo, saben que ya es uno de ellos. Ah, y nadie sabe quién es su agente. Ni falta que hace. Viene esto a las declaraciones de Gareth Bale en su Inglaterra habitual, permitiéndose dar consejos a Bellingham para adaptarse mejor —“tiene que hablar con la prensa, y hacerlo en español”—.


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Como si los necesitase. El galés y el inglés tienen en común que ambos fueron fichados ya consagrados como grandes jugadores y, por tanto, pagando un alto precio por ellos. Precio que, desde luego, Bale amortizó con creces, y Bellingham va camino de. Gareth consiguió con el Madrid un palmarés impresionante, siendo decisivo en varias finales y consiguiendo grandes goles. De momento, Bellingham sólo ha ganado una Supercopa de España, pero todo indica que puede lograr un buen montón de títulos. Ojalá.

El galés y el inglés tienen en común que ambos fueron fichados ya consagrados como grandes jugadores y, por tanto, pagando un alto precio por ellos. Precio que, desde luego, Bale amortizó con creces, y Bellingham va camino de

Tras un comienzo goleador tan fulgurante como inesperado, el rendimiento de Jude bajó levemente y, claro, llegaron las primeras críticas —muchas de ellas, con bastante mala baba—. ¿Su reacción? Nada de nada. El inglés sabe cómo funciona esto, y no le quita el sueño que los que hoy le ponen a parir mañana le endiosen. Él sigue a lo suyo, que es jugar al fútbol, sí, pero también algo más. Sin necesidad de conceder entrevistas en español, Bellingham ha sido capaz de meterse a la afición en el bolsillo y de no echarse a la prensa encima. ¿Le baila el agua a los periodistas? Qué va; simplemente, es un tipo normal. Verle tan sumamente integrado con el resto de la plantilla y la afición facilita mucho que la imagen que se traslada de él sea más amable que la de alguien que, aparentemente, pasa de todo.

Valga esta anécdota como ejemplo. La celebración de la última Champions en 2022 sirvió para que el madridismo homenajease a una de sus leyendas. Aquel día, el Bernabéu rindió tributo al irrepetible Marcelo, el jugador que más títulos ha ganado hasta la fecha. Era su última temporada en el club, y por eso todos sus compañeros al unísono le mantearon ante un estadio entregado. También acababa contrato Isco y, aunque algo menos vistoso, también recibió su homenaje. Sin embargo, ni un solo compañero hizo ademán alguno de acercarse al galés. Quizá porque, aunque para él también era su última temporada, hacía mucho que ya no estaba entre ellos.

Jude sí lo está. Y por méritos propios.

Getty Images.

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