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·31 de julio de 2024
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En un mercado con pocas salidas hasta el momento, Bayer Leverkusen ve en Patrik Schick un candidato a venta. El delantero checo no está contento con sus minutos de juego y para Xabi Alonso no es un jugador indispensable, por lo que las dos partes no ven con malos ojos separar sus caminos este mismo verano.
Después de conquistar la Bundesliga y la Pokal la pasada temporada, parecía difícil que Bayer Leverkusen pudiera mantener a todas sus estrellas este verano, pero lo está logrando. Actualmente todos continúan en el plantel, desde Xabi Alonso hasta Wirtz, pasando por Frimpong, Grimaldo o Boniface. Su mayor venta ha sido la de Azmoun, que se ha marchado a los Emiratos Árabes por cinco millones de euros. La base del equipo no ha cambiado y encima Las Aspirinas han realizado fichajes, por lo que la competencia será aún más feroz y esto afecta de lleno a Patrik Schick.
El ariete con pasado en Roma o Leipzig se había convertido en un titular indiscutible hace unos años, llegando a marcar 21 goles en liga en 2021/22. La llegada de Xabi Alonso y las lesiones cambiaron su situación, relegándole a un papel menos importante. Ahora recuperarlo es casi imposible, porque Boniface ha ocupado su lugar y porque el club apuesta fuerte por Terrier, su nuevo refuerzo para la delantera. Es por ello que, según SportBild, la directiva está abierta a venderle, ya que podrían obtener ciertos beneficios por él ante la ausencia de salidas importantes.
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Para Schick, perder la titularidad le ha dejado más que disconforme. Antes de la Eurocopa, en una entrevista para el medio checo Mladá fonta DNES, expresó su frustración por la falta de minutos. «Al final de la temporada estaba en forma y siempre preparado para jugar un partido completo, y no jugué. Eso me molestó y todavía me molesta… No estaba contento y lo saben en Leverkusen«, afirmó. Por ello, en Alemania no descartan que sea él mismo quien pida ser traspasado.
Con contrato hasta 2027, el checo ocupa uno de los mayores salarios de la plantilla de Bayer Leverkusen y ya no tiene oportunidades acordes a su sueldo. Por tanto, por las necesidades de un equipo que ha dado muchos pasos hacia adelante y de un jugador que se ha quedado anclado en los años anteriores, todos buscarán separarse.