'Bajón' de Noah Darvich tras el Mundial Sub-17 | OneFootball

Eran muchas las expectativas con Noah Darvich tras la disputa del Mundial Sub-17, en Indonesia, del que se proclamó campeón con Alemania siendo una de las grandes figuras. Regresó al filial del FC Barcelona con mucha confianza y con el reto de colarse, finalmente, en los planes de Rafa Márquez, pero no ha tenido el 'impacto' que hubiese querido en los dos partidos a los que estuvo convocado tras la disputa del campeonato.

El jugador de 17 años no apareció contra Ponferradina ni Lugo. Desde el filial azulgrana no han alterado el plan tras su gran irrupción en el Mundial, que 'recordó', de cierto modo, los motivos que llevaron al club a apostar por su fichaje. Márquez y su cuerpo técnico mantienen la intención de que viva una temporada de adaptación y pueda terminar de empaparse con el estilo Barça.

Los factores que 'perjudican' a Noah Darvich

Eso, sumado a la competencia que tiene, no le ha permitido dar el salto que tanto esperaban en la Ciudad Condal. Y es que tiene como principal 'rival' en la posición a Aleix Garrido, un jugador que sabe muy bien cuál es el estilo del equipo y lo que demanda el entrenador mexicano. Hasta la fecha, solo ha participado en seis partidos con el Barça Atletic, sumando únicamente 140 minutos de acción. Muy poco comparado con las expectativas que existían, pero parte de un 'plan' muy meticuloso del club para que pueda rendir al máximo nivel incluso con todos los cambios que ha tenido que vivir.

Y es que, además de la adaptación normal que supone el cambio de país y estar lejos de casa, si hay algo que ha 'perjudicado' a Darvich en este comienzo de temporada ha sido la posición. Donde más y mejor ha rendido -se vio en el Mundial, con Alemania- es como '10', una posición que le beneficia para sus conducciones y también para sumarse al ataque, pero que en el Barça no existe.

El factor posición, punto clave para Rafa Márquez y Noah Darvich

Es un cambio significativo y que desde el cuerpo técnico toman mucho en cuenta. El centrocampista teutón ha tenido que pasar a jugar como interior, un rol que le fuerza a cambiar sus funciones significativamente en el terreno de juego porque no es capaz de arriesgar tanto, ni hacer sus conducciones 'mágicas' -que tanto beneficiaron a Alemania-, además de que le 'obliga' a tomar responsabilidades defensivas. Es un proceso el que está viviendo... pero desde el club no le van a forzar e irán paso a paso.