AUTOCRÍTICA: Lo más preocupante no es perder, sino cómo se ha perdido | OneFootball

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·25 de octubre de 2020

AUTOCRÍTICA: Lo más preocupante no es perder, sino cómo se ha perdido

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El FC Barcelona, después de la victoria en Champions League, parecía que volvía a recuperar el camino de inicio de temporada y que estaba con ganas de dar un golpe mortal a su mayor enemigo en la tarde del sábado. El conjunto de la capital venía de dos derrotas seguidas y con la sensación de visitar el estadio culé en un momento pésimo de la temporada.

Séptima jornada de Liga y Clásico en el Camp Nou a las 16:00 horas de la tarde. Con un once inicial valiente, con dos extremos de 17 años, Koeman sentaba a Griezmann y Sergi Roberto en el partido más esperado de la temporada 2020-21. El Real Madrid, con la baja de Hazard y con Nacho en el lateral derecho, presentaba un equipo reconocible.


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10 minutos y dos goles embriagaban a los espectadores con un gran encuentro. Mucho ritmo y ocasiones para cada bando marcaban la primera parte de un  bonito Clásico para los aficionados pero lamentable para los entrenadores.

Se esperaba mucho de la segunda mitad, con un Leo Messi corriendo y en forma, un gran Dest y con un equipo físicamente preparado que parecía que no se quedaba sin batería. Hasta la mitad de la segunda parte del encuentro, el duelo era lo que se esperaba pero el jugador número 12 de Madrid actuó, de nuevo, para romper el partido y regalar otro penalti a Sergio Ramos para dar ventaja por 1-2 al equipo capitalino.

Da igual, con VAR o sin VAR, esto no cambia. Cuando el balón entraba el la red desde los once metros, el equipo culé salía del partido. Sin cambios tácticos, técnicos ni relevo de jugadores, poco a poco Koeman dejaba fallecer al paciente.

Lo más preocupante no es perder, sino cómo se ha perdido. El Real Madrid a partir del segundo gol se paseó por el césped y en algunas fases del encuentro daba la sensación que estaban en un entrenamiento. Tocando el balón con calma, perdiendo tiempo y cuando querían dándole ritmo ha conseguido un gol más, terminando con el increíble 1-3 final.

Faltó espíritu ganador en el Barça

El equipo barcelonés careció de espíritu, le faltó un líder, alguien que se quejase al árbitro, le metiera presión y animase a los compañeros. Un detalle claro de que falta esa figura se ha visto en la segunda parte, cuando en un contraataque del Madrid, el portero del Barça Neto realizó dos grandes intervenciones evitando el claro gol de los blancos y ni un jugador de su equipo le felicitó, animó o levantó el puño en símbolo de alegría.

La sensación que se tenía en verano de que era necesario un cambio total de plantilla ha tardado solo unos meses en volver a notarse. Esperemos que Koeman y su cuerpo técnico encuentren soluciones y cambien la dinámica de forma rápida. Porque hace falta... Y sólo estamos al principio del curso.

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