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·25 de enero de 2025
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El FC Barcelona se encuentra en medio de una crisis logística que amenaza con sacudir los cimientos de su temporada. La incertidumbre sobre dónde disputará sus partidos más importantes se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza para la directiva azulgrana.
El problema es tan complejo como urgente. El Estadi Olímpic de Montjuïc, su refugio temporal, estará ocupado por espectáculos musicales en los próximos meses, mientras que el Spotify Camp Nou aún no ofrece garantías de estar completamente habilitado para recibir público.
Lo más preocupante son los encuentros que están en el aire: el Clásico contra el Real Madrid, el partido contra Villarreal y una potencial semifinal de Champions League. Estos no están cubiertos por el actual acuerdo de uso del Olímpic, que se extiende hasta el 23 de abril e incluye siete partidos de Liga y un encuentro de Champions.
La directiva trabaja contrarreloj en múltiples frentes. La prioridad absoluta es habilitar el Camp Nou, pero para lograrlo necesitan una compleja orquestación de permisos. Mossos d’Esquadra, Bombers, licencias municipales y, crucialmente, la aprobación de las asociaciones vecinales son piezas de un complicado rompecabezas.
Conscientes de la magnitud del desafío, el club ya prepara un elaborado plan B. Sobre la mesa hay múltiples opciones de reubicación. Desde estadios cercanos como Montilivi, Cerámica o Mestalla, hasta opciones más distantes como La Cartuja. En el escenario más extremo, incluso se barajan sedes internacionales, aunque el traslado a estadios como el Stade de France o Wembley añadiría una complejidad logística adicional.
Cualquier solución requerirá la aprobación de RFEF o UEFA, lo que añade otra capa de complejidad administrativa a un problema ya de por sí enrevesado.
La próxima reunión de la junta será decisiva. El Barcelona no solo juega su temporada en el campo, sino también fuera de él, en un ajedrez de negociaciones y alternativas que mantendrá en vilo a su afición.
Lo que está claro es que el club afronta uno de los desafíos logísticos más complejos de su historia reciente. La capacidad de adaptación y resolución de la directiva será fundamental para no ver comprometidos los objetivos de una temporada que promete emociones hasta el último minuto.